En su batalla por reiniciar la economía, Trump llamó ‘guerreros’ a los estadounidenses
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WASHINGTON — Donald Trump se describió a sí mismo como un “presidente en tiempos de guerra” durante la crisis del coronavirus, y ahora parece haber encontrado a su ejército mientras empuja al país a reabrir actividades, a pesar de los riesgos.
En los últimos días, el mandatario comenzó a describir a los ciudadanos como “guerreros” en la batalla contra la pandemia, y sugirió que algunos de esos combatientes tendrían que morir si eso ayudara a impulsar la economía.
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“¿Serán afectadas algunas personas? Sí”, aseveró durante un viaje a Arizona esta semana, el primero fuera del área de Washington en casi dos meses. “¿Habrá gente que se verá perjudicada gravemente? Sí. Pero tenemos que abrir nuestro país, y debemos hacerlo pronto”.
Trump había descrito previamente a los trabajadores de la salud como “guerreros” por arriesgar su seguridad para tratar a pacientes con coronavirus, y utilizó la frase nuevamente al firmar una proclamación en honor a los enfermeros.
Pero su decisión de extender esta caracterización a los estadounidenses comunes es un cambio notable de sus declaraciones anteriores, de que “una muerte es demasiadas”. El número de víctimas de la enfermedad superó los 70,000 esta semana y parece en vías de alcanzar los 100,000 primeros para fin de mes, cifras mucho mayores de las que Trump predijo recientemente.
Cuando se le preguntó, si la nación necesita aceptar una mayor pérdida de vidas, el mandatario respondió que “con suerte no ocurrirá eso, pero podría serlo”. “Tenemos que ser guerreros”, aseguró sentado detrás de su escritorio en la Oficina Oval. “No podemos mantener nuestro país sin actividad por años”.
El nuevo lenguaje muestra que Trump parece ver a las personas como “daños colaterales en pos de salvar la economía”, reflexionó Jeffrey Levi, un experto en salud pública de la Universidad George Washington. “Los buenos generales no envían a sus soldados a la batalla sin saber que habrá una ganancia neta”, afirmó el especialista. “Y aquí sabemos que una reapertura económica demasiado pronto será una pérdida neta, tanto en vidas como en la estabilidad a largo plazo de la economía”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, negó que Trump sugiriera que los ciudadanos deben ponerse en peligro para combatir el coronavirus; “no [piensa eso] en lo más mínimo”, afirmó. Aunque el mandatario ha dicho repetidamente que los estadounidenses deben ser “guerreros” para reabrir la economía, McEnany ofreció una explicación alternativa para tal descripción.
“Son guerreros porque se han quedado en casa”, aseveró en una reunión informativa de la Casa Blanca. “Son guerreros porque mantienen la distancia social. Son guerreros porque este esfuerzo de mitigación es algo que sólo puede lograrse con unión y haciendo sacrificios realmente duros”.
El énfasis de Trump en reiniciar la actividad comercial va en contra de numerosas encuestas que muestran que una gran mayoría del público prefiere avanzar lento en ese sentido. Quizá también sería ineficaz, ya que muchos consumidores podrían no estar dispuestos a aventurarse a tiendas, restaurantes y otros negocios, incluso si los gobiernos les permiten abrir.
Aunque los números de contagios de COVID-19 han disminuido en algunas partes del país, incluida Nueva York y otras áreas de California, están aumentando en otros lugares.
El presidente parece decidido a seguir adelante de igual manera. A pesar de los planes anteriores de desmantelar el grupo de trabajo especializado en coronavirus de la Casa Blanca, el mandatario tuiteó el miércoles que éste “continuaría indefinidamente, con su enfoque puesto en la SEGURIDAD Y EN ABRIR NUESTRO PAÍS OTRA VEZ”. “Podremos sumar o restarle personas, según corresponda”, agregó, mostrando otra oportunidad para cambiar el énfasis hacia la economía en lugar de la salud pública.
Trump considera que rejuvenecer la economía es fundamental para su campaña de reelección, y a menudo suena melancólico cuando habla del empleo récord y las ganancias en el mercado de valores que existían antes de la pandemia.
El mandatario trabajó con funcionarios de salud pública en un plan para permitir que los estados flexibilicen lentamente las restricciones a las empresas y permitan las reuniones públicas una vez que disminuyan los casos, pero a menudo parece impaciente con el ritmo cauteloso, e incluso alentó las protestas contra las pautas establecidas por su propia administración.
A pesar de que las encuestas muestran su apoyo a las reglas de distanciamiento social, Trump expresó el miércoles que “no creo que la gente defienda eso. El país no lo tolerará”, aseguró. “No es sostenible”.
Ahora sus aliados se hacen eco del mensaje de que algunas muertes serán inevitables a medida que se reabran las empresas. “Los estadounidenses son valientes, y vamos a enfrentar riesgos para luchar contra esto. No podemos permitir que el COVID-19 nos destruya, y si nos quedamos en casa, si nos seguimos resguardando en el hogar, nos va a destruir”, destacó Rudolph W. Giuliani, ex alcalde de la ciudad de Nueva York, en Fox Business.
Giuliani fue alcalde durante el 11 de Septiembre y comparó el virus con un ataque terrorista en cámara lenta. “Todavía podemos ser alcanzados por algunas bombas, pero es menos peligroso de lo que era antes”, señaló.
Otros republicanos en el Capitolio se han burlado de las órdenes de permanecer en el hogar, que han impedido que algunos de sus electores trabajen: “Estamos más a salvo de la muerte si no nacemos, ¿verdad?”, dijo el representante Andy Harris (republicano) durante una audiencia del Comité de Asignaciones de la Cámara, el miércoles. “La conclusión es que siempre hay algún riesgo”.
Ashish Jha, director del Instituto de Salud Global de Harvard, consideró que no hay valor en sacrificar la vida humana para combatir la pandemia. “Las personas que mueren por este virus no lo hacen para proteger el estilo de vida estadounidense”, aseveró. “Fallecen porque su gobierno ha tenido una respuesta completamente ineficaz a esta enfermedad infecciosa”.
Si los estadounidenses están siendo considerados guerreros, dijo Jha, Trump los está enviando al campo de batalla sin las pruebas y el rastreo de contactos necesarios para protegerlos. “Ha dejado a los estadounidenses desarmados”, expuso. “No le ha dado al pueblo las herramientas que necesita para combatir este virus”.
El primer mandatario usó la palabra “guerreros” durante su viaje a Arizona, el martes, cuando visitó una fábrica que produce máscaras protectoras para trabajadores de la salud.
Antes de abordar el Air Force One, Trump desestimó las proyecciones que muestran un creciente número de muertos a medida que los gobernadores flexibilizan las restricciones de distanciamiento social. “Nuestro país quiere abrir. Y vemos lo que está pasando: deben abrir”, dijo. “Y la gente de nuestra nación debe pensar en sí misma como guerreros”.
El presidente repitió la frase en una mesa redonda que compartió con el gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey, y líderes tribales. “Estoy viendo a nuestros grandes ciudadanos de este país, en cierta medida y en gran medida, como guerreros”, afirmó. “Son guerreros. No podemos mantener nuestro país inactivo”.
Mientras Trump recorría la fábrica, desde los altavoces sonaban canciones de sus actos de campaña, incluida “Live and Let Die” (Vivir y dejar morir). El mandatario concluyó su discurso allí con una oda al valor estadounidense. “Nadie es tan duro como nosotros”, aseguró Trump. “Lo dije antes y lo diré de nuevo: la gente de nuestro país es guerrera”.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
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