Nuevo récord de muertes por coronavirus en California a medida que los condados avanzan con la reapertura
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California registró el martes 132 nuevas muertes relacionadas con el coronavirus, la mayor cantidad en un solo día desde que comenzó la pandemia, a medida que los condados de todo el estado continúan consolidando planes para reabrir sus economías.
El número más alto de muertes reportadas previamente en un solo día en todo el estado fue de 117 a fines de abril.
El incremento del martes, que se produce en un día en que los datos del fin de semana anterior generalmente se publican, empujó la cifra de decesos del estado más allá de 3.400. El número de casos confirmados en todo el estado ha aumentado a 83.864, según los datos recopilados por el Times.
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Si bien el conteo de muertes continúa aumentando, otras métricas muestran un progreso significativo, lo suficiente como para que incluso algunos de los funcionarios de salud locales más cautelosos hayan acordado comenzar a reabrir lentamente las empresas y los espacios públicos.
La cantidad de casos de coronavirus recientemente identificados en California disminuyó con respecto a la semana anterior, y las hospitalizaciones se han reducido más del 15% desde un pico hace seis semanas, según un análisis del Times.
En el condado de Los Ángeles, que se ha convertido en el epicentro del brote de coronavirus en California, las autoridades advirtieron que reabrir la economía será más difícil que en otras partes del estado.
Los funcionarios de salud del condado reportaron el miércoles 1.324 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva el total de la infección a 40.857. Las autoridades también informaron 57 muertes adicionales, lo que aumenta el número de decesos a 1.970.
Casi 6.000 de los que dieron positivo para el virus han sido hospitalizados en algún momento durante su enfermedad. Actualmente, 1.531 pacientes que son positivos para COVID-19 están hospitalizados, informó Bárbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles.
“Cada día seguimos viendo una ligera disminución en el número de personas hospitalizadas”, manifestó Ferrer. “Estas son buenas noticias”.
A medida que el número de casos continúa aumentando, los funcionarios del condado recalcaron el miércoles su objetivo de reabrir más la economía para el 4 de julio. La misión es volver a abrir negocios minoristas, restaurantes y centros comerciales a un ritmo constante mientras se intentan evitar brotes adicionales, expuso la supervisora Kathryn Barger.
“Cuando establecimos el programa ‘Más seguro en casa’, había muchas cosas que no sabíamos sobre el COVID-19, y hemos aprendido mucho desde entonces”, señaló. “El objetivo no era destruir negocios, sino frenar las infecciones, y como hemos podido levantar las restricciones, lo estamos haciendo, pero la intención es hacerlo de una manera segura y responsable”.
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El cronograma propuesto se dio a conocer por primera vez el martes durante una reunión de la Fuerza de Tarea de Resiliencia Económica del condado, que se encargó de desarrollar planes para ayudar a restaurar la economía maltratada de la región.
Hasta la fecha, se han presentado más de 1 millón de reclamos de desempleo en el condado de Los Ángeles, y más del 75% de las pérdidas de empleo proyectadas se encuentran en puestos que pagan $50.000 al año o menos. Los restaurantes y las empresas minoristas están entre los más afectados, según los datos presentados al grupo de trabajo.
“Mientras más tiempo permanezcamos cerrados en ciertos sectores, particularmente en pequeñas empresas y restaurantes, es probable que no puedan recuperarse”, señaló la supervisora Janice Hahn. “Siento que tenemos que llegar al punto en que aprendamos a vivir con el virus. No podemos quedarnos encerrados para siempre”.
En la actualidad, la mayoría de las tiendas minoristas y restaurantes pueden proporcionar servicio mediante entregas en la acera, mientras que los senderos y parques se han reabierto y se permite la recreación activa en las playas. Todavía se requieren cubiertas faciales, y las reuniones no están permitidas en el condado.
El miércoles, el vecino condado de Ventura se convirtió en el condado más grande del Sur de California en reanudar el servicio de comidas en restaurantes y tiendas. Los condados Kings y Kern de San Luis Obispo también se unieron a la creciente lista de condados de California a los que se les ha dado permiso para entrar en la fase dos de reapertura.
Pero las autoridades dicen que el condado de Los Ángeles aún no está listo para dar ese paso.
Aún así, algunas comunidades en el condado están buscando alternativas. Los líderes en Long Beach avanzaron esta semana con una “iniciativa de calles abiertas” que reutilizaría algunos caminos en la ciudad para adaptar la recreación y la comida al aire libre. Los comedores de los restaurantes de Long Beach permanecen cerrados bajo órdenes estatales y locales, y la industria hotelera de la ciudad está luchando.
“Aunque se les ha permitido continuar sirviendo a los clientes a través de la entrega para llevar, eso no ha proporcionado suficientes ingresos para muchos establecimientos y algunos restaurantes simplemente no están configurados para ese modelo”, escribió el alcalde Robert García en un mensaje de la comunidad. “Queremos hacer todo lo posible para ayudar a los restaurantes a abrir y permanecer abiertos”.
Hablando frente al local comercial de Caveman Vintage Music en Lincoln Heights el miércoles por la tarde, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, manifestó que la ciudad ampliará su programa de microcréditos de emergencia para empresas locales que se vieron afectadas por el cierre, revisando las solicitudes que habían negado anteriormente y agregando personal para agilizar el trámite a los que todavía están en la fila.
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El alcalde también dijo que cualquier negocio dentro de los límites de la ciudad podría utilizar una zona de recogida temporal del departamento de transporte, lo que facilitaría a los clientes comprar localmente mientras que las ventas en la tienda siguen prohibidas.
“Cada semana abrimos más, pero lo hacemos de manera responsable”, destacó Garcetti.
Los líderes del condado de Los Ángeles han señalado que las restricciones de relajamiento dependen de la voluntad del público de practicar el distanciamiento social, usar cubiertas faciales y tomar otras precauciones para evitar que aumenten los casos. Los funcionarios de salud consideran que el condado aún está muy lejos de lograr la inmunidad al virus.
Un nuevo estudio realizado por científicos de USC y el condado de Los Ángeles publicado el miércoles encontró que sólo el 2.1% de los adultos en el condado mostraron evidencia de haber sido infectados con COVID-19, un hallazgo sorprendente, ya que una prueba realizada un mes antes estimaba que casi el 5% de los residentes del condado mostraron signos de infección.
El condado de Los Ángeles está investigando casos de niños diagnosticados con una rara enfermedad inflamatoria que también han dado positivo para COVID-19.
Los hallazgos plantean la posibilidad de que las personas estén perdiendo anticuerpos contra el coronavirus en los meses posteriores a la infección. También es posible que los diferentes resultados puedan ser causados por variaciones aleatorias, pruebas en distintos sitios en el condado de Los Ángeles o esfuerzos para aumentar las pruebas entre individuos de color.
Durante el primer estudio realizado en la segunda semana de abril, los científicos evaluaron a 863 personas y descubrieron que el 4.1% dio positivo en tener anticuerpos contra el coronavirus. Después de hacer ajustes para la sensibilidad y especificidad de la prueba, los científicos aumentaron ese número, estimando que el 4.65% de los residentes del condado de Los Ángeles tenían algún nivel de inmunidad al virus. La segunda encuesta, que se realizó durante cuatro días en mayo, encontró que sólo el 2.1% de los 1.014 adultos evaluados dieron positivo para anticuerpos.
Neeraj Sood, líder del estudio y profesor de la Escuela de Política Pública Sol Price de USC, dijo que la idea de que los anticuerpos contra el coronavirus podrían estar disminuyendo entre las personas meses después de infectarse es completamente especulativa en este momento. Pero señaló que es posible que la prueba utilizada por los investigadores no pueda detectar un nivel más bajo de anticuerpos contra el virus que podría ocurrir meses después de la infección.
Los datos son incompletos pero hasta ahora indican que no hay un gran riesgo de coronavirus en el agua.
“Así que sólo quiero enfatizar que esto es por ahora una explicación potencial. No significa que pensemos que sea un argumento probable”, expuso Sood.
Ferrer también señaló que las pruebas no incluían personas de algunos de los grupos de mayor riesgo, como las que viven en hogares de ancianos, refugios para individuos sin hogar y cárceles. Las autoridades planean hacer pruebas de seguimiento en los próximos meses.
La tasa de transmisión de coronavirus del condado de Los Ángeles ha disminuido significativamente desde que se impusieron las órdenes de quedarse en casa a fines de marzo. A medida que la crisis aterrizó, cada persona que dio positivo por el virus en el condado estaba infectando a un promedio de 3½ personas más, lo que los científicos llaman “R” o el Número de Transmisión Efectiva.
La semana pasada, los funcionarios publicaron datos que muestran un progreso notable: el número de transmisión efectiva se redujo a sólo 1, lo que significa que por cada persona infectada, esa persona sólo contagia a otro individuo en promedio.
La familia de Choung Woong Ahn dijo que debería ser liberado por su edad y problemas de salud. ICE no estuvo de acuerdo.
El miércoles, los funcionarios tuvieron más buenas noticias: el número de transmisión efectiva ahora ha caído ligeramente por debajo de 1.
Los funcionarios del condado de Los Ángeles ahora estiman que si la economía se reabre sin un empeoramiento de la tasa de transmisión del coronavirus, esperarán que el 8% de los residentes del condado de Los Ángeles se infecte para el 1 de diciembre. Pero si el número de transmisión efectiva aumenta a 1.5, lo que significa que cada persona infectada contagiará a otras 1.5 en promedio, entonces el 44% de los residentes del condado de Los Ángeles estarán infectados antes del 1 de diciembre.
“La vigilancia sigue siendo nuestra arma más importante y son los pasos que han escuchado una y otra vez los que marcarán la diferencia”, dijo la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud de Condado de L.A. “Estas prácticas muy simples son las que nos permiten a todos tener la oportunidad de mantenernos saludables, volver al trabajo y restaurar la normalidad de nuestras vidas”.
El gobernador Gavin Newsom esta semana redujo las reglas que vinculan las tasas de infección por coronavirus y las muertes con las actividades permitidas, un movimiento que se espera permita que muchas partes del estado se reabran más rápidamente.
Los coronavirus son una gran familia de virus que son comunes en las personas y en muchas especies diferentes de animales
Sin embargo, los líderes en algunas regiones sostienen que sus economías deberían poder reabrir antes de lo programado por el estado.
La Junta de Supervisores del Condado de Tulare votó el martes para llevar al condado a través de la Fase 3 de la guía de reapertura de Newsom, que permitiría el funcionamiento de cines, centros comerciales, salones, gimnasios y restaurantes. Los servicios religiosos en persona también podrían reanudarse.
La decisión se produjo cuando el condado reportó un aumento de 103 nuevos casos de COVID-19 y cuatro muertes adicionales. Los miembros de la junta reconocieron que el condado no cumple con todos los criterios más recientes para una reapertura más rápida, que se queda corto en las áreas de casos nuevos y tasas de pruebas positivas, así como el personal de búsqueda de contactos.
Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Servicios de Emergencia del gobernador, envió una carta a los funcionarios del condado de Tulare esta semana advirtiéndoles que el condado podría perder fondos para desastres si continúa por su camino actual.
“Si el condado de Tulare cree que no hay una emergencia, de modo que pueda ignorar las órdenes ejecutivas del gobernador o las directivas del funcionario de salud pública del estado, no podrá demostrar entonces que fue afectado de manera extraordinaria y desproporcionada por el COVID-19”, escribió Ghilarducci.
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