El retraso en la transición del poder perjudica la lucha contra el coronavirus, según el equipo de Biden
Con Trump todavía negándose a ceder y los expertos en salud pronosticando una nueva fase de la pandemia, se intensifican los llamamientos para el inicio de una transición formal a Biden.
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Mientras que el presidente Trump sigue resistiéndose a admitir la derrota electoral y los expertos en salud pública pronostican una nueva y tenebrosa fase de la pandemia de COVID-19, el domingo se intensificaron los pedidos para el inicio de una transición formal a la administración del presidente electo, Joe Biden.
El número de casos de COVID-19 en todo el país alcanzó la semana pasada niveles sin precedentes, con más de 180.000 nuevas infecciones diarias. El jefe de gabinete entrante de Biden, Ron Klain, destacó que el equipo del presidente electo necesita con urgencia comenzar a coordinar con expertos dentro del gobierno. “Joe Biden se convertirá en presidente de Estados Unidos en medio de una crisis en curso”, afirmó Klain en “Meet the Press” de NBC, citando la necesidad de iniciar los preparativos para distribuir ampliamente una vacuna a principios del próximo año.
“Hay personas en [el Departamento de Salud y Servicios Humanos] que están haciendo planes para implementarla”, remarcó Klain. “Nuestros expertos necesitan hablar con esas personas lo antes posible, para que no se pierda nada de vista en este cambio de poder que tendremos el 20 de enero”.
El equipo de Biden permanece aislado de expertos gubernamentales clave, incluido el Dr. Anthony Fauci, el principal especialista en enfermedades infecciosas del país, quien con frecuencia desata la ira de Trump gracias a sus evaluaciones francas de la amenaza que significa la pandemia.
Cuando se le preguntó en el programa “State of the Union”, de CNN, si era importante comenzar a trabajar con la administración entrante lo antes posible, Fauci respondió: “Sí, por supuesto… Eso es obvio”.
Trump, quien viajó el domingo a su propiedad de golf en Virginia, volvió a tuitear sin fundamentos acerca de un fraude electoral generalizado, incluido un tuit en el que pareció reconocer su derrota por primera vez. “Ganó porque la elección fue amañada”, escribió.
Menos de dos horas después, envió un tuit de seguimiento, declarando que su rival “solo ganó a los ojos de los FAKE NEWS MEDIA” y agregó: “¡No reconoceré NADA [la derrota]!”.
La rápida presentación de la junta asesora sobre el coronavirus señala la urgencia del tema y su importancia para impulsar a Biden a la Casa Blanca.
El círculo íntimo de Biden expresó su exasperación por los continuos retrasos en el inicio formal de la transición, que proporciona a la administración entrante acceso a fondos federales y una variedad de asistencia logística, como la ayuda del Departamento de Estado para concertar contactos con líderes extranjeros. “El canal de Twitter de Donald Trump no convierte a Joe Biden en presidente o no”, comentó Klain en su entrevista con NBC. “El pueblo estadounidense es quien se encarga de eso”.
Algunos de los aliados de Biden han adoptado un tono más severo en los comentarios públicos sobre la negativa de Trump a reconocer su derrota ante la claridad evidente del resultado, diciendo que el mandatario socava la confianza en la democracia misma.
Según el senador Bernie Sanders (I-Vermont), el presidente necesita “ser hombre” y dejar de engañar a sus partidarios sobre la integridad de la votación. El sábado, con miles de defensores de Trump marchando por Washington y declarando en voz alta su negativa a reconocer la victoria de Biden, el presidente -sin mascarilla-, escoltado por el Servicio Secreto, tomó una caravana para saludarlos.
“La idea de que siga diciéndoles a sus seguidores que la única razón por la que puede haber perdido esta elección es por un fraude es absolutamente vergonzoso y antiestadounidense”, remarcó Sanders en CNN.
El inicio formal del proceso de transición presidencial se activa solo una vez que el jefe de la Administración de Servicios Generales “determina” el resultado de las elecciones. La persona designada hasta ahora por Trump, Emily Murphy, mantiene bloqueado ese paso.
Según Klain, “lo que realmente queremos ver esta semana” es que se emita tal verificación.
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Subrayando la necesidad de actuar con rapidez para frenar la propagación del COVID-19, el Dr. Michael Olsterholm, que forma parte de la junta asesora de coronavirus de Biden y dirige el Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, comentó en NBC que la crisis se profundiza a diario.
“Estamos en un período muy peligroso, el más peligroso de la salud pública desde 1918”, explicó, refiriéndose a la epidemia de influenza que mató a unos 50 millones de personas en todo el mundo. “Si básicamente no tomamos medidas importantes, como dejar de intercambiar aire con nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros colegas, veremos que estos números crecerán sustancialmente”.
Fauci, quien dirige el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, declaró en CNN que es posible que el número de muertos, que ya se acerca a un cuarto de millón, pueda aumentar en otros 200.000 antes de que la vacuna esté ampliamente disponible. La farmacéutica Pfizer informó la semana pasada sobre ensayos clínicos exitosos de una vacuna que desarrolló; también hay otras en proceso.
Aunque casi todos los republicanos del Senado se han alineado con la negativa de Trump a ceder las elecciones, algunos gobernadores republicanos han sido algo más audaces en su lenguaje.
El gobernador Mike DeWine, de Ohio, cuyo estado está sufriendo un brusco aumento del virus, expuso en CNN que Trump tiene derecho a seguir buscando soluciones legales sobre el conteo de votos, pero “ciertamente, según lo que sabemos ahora, Joe Biden es el presidente electo”. Agregó también que una transición “normal” es importante “por el bien del país”.
Otro republicano cuyo estado ha sido muy afectado por la pandemia, el gobernador Asa Hutchinson, de Arkansas, admitió en NBC que esperaba que Biden fuera el próximo mandatario y que era “muy importante” para el presidente electo tener acceso a la información de inteligencia.
Los esfuerzos de Trump para impugnar el resultado de las elecciones en la Corte dieron una serie de derrotas, y los expertos en temas electorales señalaron que, especialmente con las proyecciones de la semana pasada de Georgia y Arizona para la columna de Biden, prácticamente no había perspectivas de desafíos legales que pudieran alterar el resultado.
Pero el abogado del presidente, Rudy Giuliani, insistió -sin citar evidencia de irregularidades en el proceso de recuento de votos- que el mandatario seguiría dando batalla. Giuliani, en “Sunday Morning Futures”, de Fox, dijo sobre el tuit inicial de Trump donde pareció aceptar la derrota: “Supongo que podemos llamarlo sarcástico. Obviamente, está impugnando enérgicamente [el proceso] en los tribunales”, concluyó.
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