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La administración Trump impide a los estados el uso de Medicaid para responder a la crisis del coronavirus

Donald Trump, Seema Verma
Seema Verma, jefe de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid del gobierno, en una reunión con el presidente Trump en 2017.
(Evan Vucci / Associated Press)

A pesar de las crecientes peticiones de California y otros estados, la administración Trump no permite a los estados usar Medicaid para responder a la crisis del coronavirus expandiendo los servicios médicos.

En emergencias anteriores, incluyendo los ataques terroristas del 11 de septiembre, el huracán Katrina y el brote de gripe H1N1, tanto las administraciones republicanas como demócratas flexibilizaron las normas de Medicaid para permitir a los estados satisfacer las crecientes necesidades.

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Sin embargo, meses después del actual brote de la enfermedad, la Casa Blanca y los altos funcionarios federales de salud no han tomado las medidas necesarias para dar a los estados vías simples a fin de aprovechar plenamente el gigantesco programa de red de seguridad para prevenir una epidemia más amplia.

Eso está haciendo más difícil para los estados inscribir rápidamente a los pacientes pobres en la cobertura para que puedan obtener las pruebas o el tratamiento necesario si están expuestos al coronavirus.

Amenaza, además, con frenar los esfuerzos de los estados para traer nuevos proveedores médicos, establecer clínicas de emergencia o comenzar a poner en cuarentena y cuidar a los estadounidenses sin hogar en alto riesgo de contraer el virus.

“Si quisieran hacerlo, podrían realizarlo”, dijo Cindy Mann, quien supervisó el programa Medicaid en la administración de Obama y trabajó con los estados para ayudar a responder a la crisis de la gripe H1N1 en 2009.

Una de las razones por las que los funcionarios federales de salud no han actuado parece ser la renuencia del presidente Trump a declarar una emergencia nacional. Ese es un paso clave que despejaría el camino para que los estados obtengan exenciones de Medicaid para enfrentar el coronavirus de manera más ágil, pero entraría en conflicto con los repetidos esfuerzos de Trump por restarle importancia a la gravedad de la epidemia.

Otro elemento puede ser ideológico: La funcionaria de la administración que supervisa Medicaid, Seema Verma, jefa de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid del gobierno, ha sido una defensora de los esfuerzos de los estados conservadores por reducir el número de personas inscritas en Medicaid.

Las medidas que California, Washington y otros estados afectados por la epidemia quieren tomar probablemente aumentarán el número de personas inscritas en el programa.

“Medicaid podría ser la mayor respuesta de salud pública de la nación, pero es un objeto de discusión ideológica en esta administración”, señaló Sara Rosenbaum, una experta en Medicaid de la Universidad George Washington. “La ideología está nublando su resolución a la crisis”.

En respuesta a las interrogantes sobre la forma en que su agencia, conocida como CMS, está manejando las preocupaciones de los estados, la oficina de Verma señaló que la agencia está tratando de ayudar a los estados, proporcionando respuestas a las preguntas más frecuentes y organizando llamadas a nivel nacional con los funcionarios de salud del estado. La agencia señaló que algunas exenciones no son posibles porque Trump no ha declarado una emergencia nacional.

“Las exenciones no pueden ser invocadas hasta y a menos que haya una declaración de la Ley Stafford Presidencial”, señaló la agencia, diciendo que estaba “preparada para ejercer esa autoridad en caso de que estuviera disponible”.

Medicaid, el programa gubernamental de red de seguridad de medio siglo de antigüedad, y el Programa de Seguro Médico para Niños relacionado con él, proporcionan seguro médico a más de 70 millones de estadounidenses de bajos ingresos, muchos de los cuales obtuvieron cobertura a través de la Ley de Atención Asequible de 2010.

Para controlar el fraude, el programa tiene extensas reglas que dictan quién es elegible y qué tipos de servicios médicos pueden ser cubiertos; los funcionarios federales pueden penalizar a los estados que no verifican quién recibe los beneficios.

Durante los grandes desastres, los CMS tradicionalmente han flexibilizado estas reglas.

En 2005, por ejemplo, dos semanas después de que el huracán Katrina azotara Nueva Orleans, la administración del presidente George W. Bush dijo a los estados que concedería exenciones para que pudieran inscribir rápidamente en Medicaid a las personas desplazadas por la tormenta.

Esto significaba solicitudes simplificadas para los inscritos y ningún requisito de que los estados verificaran los ingresos de los solicitantes u otra información para conceder la cobertura.

De manera similar, en 2009, después de que el presidente Obama declarara una emergencia nacional en respuesta a la gripe H1N1, la secretaria de Salud y Servicios Humanos Kathleen Sebelius invitó a los estados a solicitar exenciones de las reglas de Medicaid para facilitar a los proveedores médicos el tratamiento rápido de los pacientes sin preocuparse por su elegibilidad para recibir asistencia del gobierno.

Los estados necesitan una flexibilidad similar ahora, precisó Jacey Cooper, que dirige Medi-Cal, como se llama el gigantesco programa Medicaid de California.

“Obtener una declaración de emergencia nos ayudaría realmente a llevar los servicios a la gente que los necesita”, señaló Cooper. Medi-Cal cubre actualmente a unos 13 millones de californianos de bajos ingresos.

Entre otras cosas, Cooper detalló que el estado quiere acortar los largos procedimientos de verificación para inscribir rápidamente a la gente. Los expertos en salud pública temen que las lagunas en la cobertura de los seguros dificulten el control del coronavirus porque los pacientes que no tienen seguro no buscarán atención médica y pruebas que temen no poder pagar.

California y otros estados también quieren asegurarse de que las clínicas móviles y otras instalaciones temporales creadas para manejar un exceso de pacientes puedan facturar a Medicaid, lo que también requeriría una exención.

Varios estados con grandes poblaciones de personas sin hogar, como California, Washington y Nueva York, están interesados en utilizar potencialmente los fondos de Medicaid para ayudar a las víctimas del coronavirus sin hogar que no sólo necesitan atención médica, sino también vivienda y otros servicios.

La forma más fácil de acelerar las exenciones de Medicaid es una declaración del presidente de una emergencia nacional. Obama emitió dicha declaración en 2009 durante el brote de H1N1.

El jueves, la Asociación Médica Americana, la Asociación Americana de Hospitales y la Asociación Americana de Enfermeras enviaron una carta conjunta al vicepresidente Mike Pence pidiendo al presidente que emitiera una declaración.

Pero la Casa Blanca no ha indicado si Trump hará tal movimiento.

Los líderes de los estados son cautelosos de criticar al presidente directamente, temiendo que pueda atacarlos personalmente o tomar represalias contra sus estados.

La semana pasada, Trump llamó “serpiente” al gobernador de Washington Jay Inslee, después de que el gobernador demócrata, criticara la lenta respuesta de la administración al coronavirus.

Eso ha dejado a los estados con un conjunto más limitado de opciones de Medicaid. Estas incluyen pequeños pasos como permitir a los hospitales inscribir más fácilmente a los pacientes en Medicaid.

En California, Cooper precisó que los funcionarios de los CMS han estado ayudando al estado a desarrollar un plan. Pero señaló que California necesita mucha más flexibilidad.

Por ejemplo, los funcionarios de salud del estado no quieren tener que enviar a las personas a los hospitales para que se inscriban rápidamente en Medi-Cal, lo que podría exponerlos al virus.

“Necesitamos ayuda lo antes posible”, declaró Cooper.

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