El tenso pasado de Bloomberg con las mujeres amenaza con socavar su candidatura
Las tambaleantes actuaciones de Michael R. Bloomberg en los debates y su historia llena de mujeres en el lugar de trabajo han hecho que su campaña se esfuerce por conseguir el apoyo de un grupo demográfico clave.
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WALNUT CREEK, Calif. — Michael R. Bloomberg llenó el tiempo aire de comerciales durante meses, pero la semana pasada agregó uno nuevo, y para una audiencia más que evidente.
Mientras suena un piano, mujer tras mujer testifican lo maravilloso que fue trabajar para el magnate de los medios y exalcalde de la ciudad de Nueva York. “Mike apoya a las mujeres”, dice una excolega. “Promueve a las mujeres y las respeta”.
Sería inteligente para cualquier aspirante presidencial demócrata hacer un llamamiento a las votantes, que representan casi el 60% del electorado primario de California. Pero para Bloomberg, quien enfrentará su primera prueba electoral el Súper Martes —cuando 14 estados, entre ellos California, celebren sus elecciones primarias— la cuestión adquirió una nueva urgencia después de sus actuaciones tambaleantes en los debates, que destacaron pasadas acusaciones sobre su tratamiento a las mujeres en el lugar de trabajo y socavaron la capa de elegibilidad que es la lógica de su campaña.
Las garantías de las mujeres cercanas al multimillonario de 78 años de edad podrían ser de ayuda.
Nega Flaherty fue una de las cientos de personas que se acercaron a ver a Diana Taylor, la pareja de Bloomberg, para hablar en un club demócrata en Walnut Creek. Flaherty había descartado al precandidato después de que sus rivales lo acosaran en su primer debate en Las Vegas. Ver a Taylor, una ejecutiva de negocios autosuficiente, la hizo reconsiderar su decisión. “Uno se pregunta, si ese es su compañero, ¿cómo puede el mismo hombre decir esas cosas desagradables que supuestamente expresa?”, se preguntó Flaherty, de 77 años. “Eso fue muy persuasivo”.
Pero las entrevistas con otras mujeres en California sugieren una potencial subida cuesta arriba para Bloomberg, lo cual podría socavar seriamente su candidatura.
En respuesta a la victoria del presidente Trump en 2016, las mujeres se han convertido en un bloque de votación cada vez más influyente. Casi tres de cada 10 de ellas afirman que han aumentado su participación política en los últimos años, según una encuesta de diciembre encargada por la Barbara Lee Family Foundation y el Instituto de Mujeres y Política de la American University.
Las mujeres, particularmente las votantes indecisas que residen en los suburbios, fueron decisivas en el triunfo de los demócratas en la Cámara de Representantes en 2018.
“Estas son votantes de atención médica, seguridad [de armas], educación”, expuso Celinda Lake, una encuestadora demócrata que se especializa en mujeres.
Bloomberg pasó sus años posteriores a la alcaldía invirtiendo cientos de millones de dólares en actividades de promoción en esos frentes, además de combatir el cambio climático, otra cuestión importante para las votantes.
En teoría, eso podría convertirlo en el candidato perfecto para alguien como Bethany Webb, quien clasifica el medio ambiente y la prevención de la violencia armada como temas principales, especialmente esto último, después de que su hermana fue asesinada y su madre resultó herida en un tiroteo en masa en Seal Beach, hace ocho años. En 2018 Webb se decidió a expulsar a la representante republicana Dana Rohrabacher de su distrito del condado de Orange. Bloomberg gastó más de $4 millones en anuncios de TV en apoyo de la rival demócrata, Harley Rouda, quien finalmente venció.
Pero aunque Rouda respaldó la candidatura presidencial de Bloomberg en enero pasado, Webb no puede avalarla; la desanima que el neoyorquino haya entrado en la carrera gracias a su ilimitada chequera. “Mientras Trump no sea presidente, sentiré alivio”, afirmó la mujer, de 58 años. “Pero no sentiré orgullo si es Michael Bloomberg”.
Webb, una oficial de préstamos de Huntington Beach, reconoció que le gusta ver cómo Bloomberg provoca a Trump con deleite neoyorquino. “Sólo desearía que lo hiciera sin ser candidato”, reconoció.
El exalcalde mostraba un alza constante en las encuestas, ayudado por su bombardeo publicitario y las pérdidas tempranas del favorito entre los moderados, Joe Biden.
Hasta que llegó su primer debate.
El consejo editorial de Los Angeles Times apoya las medidas de la Cámara de Representantes de EE.UU, las medidas electorales de California y más.
La senadora Elizabeth Warren lo castigó al destacar los comentarios groseros que supuestamente había hecho sobre las mujeres. También criticó el uso de acuerdos legales secretos de su compañía de medios para evitar que las empleadas hablen públicamente sobre las denuncias de acoso sexual y discriminación de género.
Su actuación afectó a los votantes. Las opiniones favorables de Bloomberg entre las mujeres cayeron 11 puntos después del debate, según las encuestas de Economist/YouGov, y las desfavorables aumentaron en 15 puntos. Los hombres tuvieron una reacción adversa similar.
“Sonaba bien en papel y televisión, pero cuando la gente lo vio en vivo y en directo, cambió de parecer”, reflexionó Shawnda Westly, ex directora ejecutiva del partido demócrata de California, quien no trabaja actualmente para ningún candidato presidencial.
Bloomberg afirmó que liberaría a tres mujeres de los acuerdos de confidencialidad con respecto a los comentarios que presuntamente hizo. También dijo que su compañía de medios, Bloomberg LP, ya no exigiría confidencialidad en lo vinculado con el acoso o la mala conducta sexual.
Para Fátima Shama, quien ocupó varios cargos de alto nivel en su administración de la alcaldía, la acusación de sexismo es una “calumnia”. “La tergiversación de eso en el escenario no podría haber sido más desagradable para mí”, reconoció Shama, quien ahora trabaja para la campaña.
Taylor, la pareja de Bloomberg, también intervino para combatir cualquier percepción de sexismo. En ciertos momentos, ha parecido despreocupada sobre su comportamiento. “Fue hace 30 años. Supérenlo”, le dijo a CBS News, una declaración que el equipo de Bloomberg luego remarcó como una opinión personal y no una postura de campaña.
Durante sus paradas en California, Taylor adoptó un tono más reflexivo e invocó el comienzo de su propia carrera, en la década de 1980. Entre otras cosas, recordó haber concurrido a reuniones celebradas en clubes exclusivos para hombres, donde las mujeres tenían que entrar por una puerta trasera para participar.
Sus recuerdos fueron familiares para la abogada Rhett Currier, quien creció en la ciudad de Nueva York y ahora vive en las colinas sobre San Francisco. “Simplemente había un sexismo increíble, así que puedo entender que eso existiera a su alrededor”, afirmó.
Currier, que se inclina por respaldar a Bloomberg, quisiera saber si hay alguna acusación del pasado más reciente.
“No creo que encuentren un patrón en Bloomberg, realmente no. Mis sentidos arácnidos no se han activado”, dijo, canalizando a Spider-Man.
Mason reportó desde Huntington Beach y Mehta desde Walnut Creek.
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