El plan de Newsom para reabrir California puede ser menos riesgoso de lo que parece
Es poco probable que otra oleada de coronavirus desborde el sistema hospitalario de California, según los expertos
SACRAMENTO — El gobernador Gavin Newsom ha recibido críticas por una serie de disposiciones extremadamente importantes y políticamente arriesgadas durante el año pasado, mientras dirigía California a través de la pandemia de COVID-19.
Ahora, su decisión más importante de todas, reabrir completamente un estado de 40 millones de personas para el 15 de junio, puede ser una de las determinaciones más seguras que haya tomado hasta ahora.
Los expertos en salud pública dicen que es poco probable que otra oleada del virus abrume el sistema hospitalario de California. En ausencia de una nueva variante o mutación que haga que las vacunas sean ineficaces en todo el país, creen que la posibilidad, de que Newsom deba restablecer los tipos de restricciones que frustraron a algunos votantes y ayudaron a impulsar el esfuerzo de destitución en su contra, es casi nula.
“Estoy seguro de que lo pensaron mucho y decidieron hacer una apuesta, y creo que las probabilidades de que ganen son muy buenas”, señaló el Dr. Robert Wachter, profesor y director del Departamento de Medicina en UC San Francisco.
Eso no quiere decir que el camino elegido por Newsom para el estado no tenga desafíos.
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El gobierno de Newsom estima que el estado gastará más de 15.000 millones de dólares en su respuesta al COVID-19 entre 2020 y 2022.
El gobernador reconoció esta semana que una peligrosa mutación del virus resistente a las vacunas podría detener el progreso de California, un escenario de salud pública en el peor de los casos que podría significar problemas para él si tiene que tomar la difícil decisión de cerrar negocios nuevamente.
“Una cosa que tenemos en cuenta es que no sabes lo que no conoces”, señaló Newsom.
Pero los observadores políticos y los principales asesores del gobernador creen que los demócratas y aquellos que votan sin preferencia de partido (alrededor del 70% del total de votantes registrados en California) podrían no culparlo en las urnas por una nueva cepa de coronavirus que infecta a las poblaciones vacunadas en todo el mundo. Aunque la supervivencia política de Newsom depende de cómo se sientan los votantes californianos sobre sus vidas y el desempeño de su gobernador en el otoño, cuando es probable que voten si la revocación de mandato es aprobada, las posibilidades del mandatario estatal de permanecer en el cargo siguen siendo altas, si ningún candidato sustituto presenta una amenaza significativa.
Con un uso continuo de cubrebocas y precauciones, el gobernador indicó que no anticipa que California vuelva atrás.
“Siempre nos guiarán los datos, la realidad y la experiencia vivida en el terreno”, comentó Newsom. “Pero nuestra expectativa es que, si estamos atentos, si no soltamos la pelota, si no anunciamos una misión cumplida y continuamos haciendo el buen trabajo que hemos realizado, para el 15 de junio estaremos más allá de ese plano y volveremos a una sensación de normalidad”.
La confianza de Newsom se deriva del aumento de las vacunas y las bajas cifras de casos de coronavirus, así como las hospitalizaciones y las tasas de contagio en California después de un aumento repentino del invierno. Hasta la fecha, se han administrado 21.5 millones de dosis y 8.1 millones de personas en el estado están completamente inoculadas, según el Departamento de Salud Pública de California.
¿Por qué empeoran los efectos secundarios después de una segunda dosis de la vacuna contra COVID-19?
Los efectos secundarios de una segunda inyección de la vacuna COVID-19 son una señal de que está proporcionando una protección más vigorosa y duradera contra el coronavirus.
El Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos de California, dijo que menos personas mayores de 70 años están terminando en hospitales debido al COVID-19, algo que él cree que significa que las vacunas para las personas mayores están funcionando como se esperaba y previniendo infecciones graves. Los requisitos de oxígeno han bajado y los ingresos a la unidad de cuidados intensivos también se han ralentizado, señaló.
En febrero, antes de que la elegibilidad para la vacuna se abriera más ampliamente en California, las estimaciones estatales sugerían que hasta el 38.1% de las personas en la entidad, incluido el 43.7% en la región de Los Ángeles, tenía anticuerpos contra el virus que causa el COVID-19, ya sea a través de infecciones previas o por medio de vacunas. Los anticuerpos no duran para siempre, pero Ghaly explicó que el nivel de seroprevalencia sugiere que un gran porcentaje de residentes ya tiene algún nivel de inmunidad.
“Algunas de nuestras áreas más pobladas ya tienen una alta seroprevalencia”, indicó Ghaly. “Cuando combina eso con la protección de la vacuna, comienza a ver una población que está más protegida”.
La fecha de reapertura del 15 de junio no está garantizada y depende de un suministro suficiente de vacunas para los californianos de 16 años o más, y de tasas de hospitalización bajas y estables, según los criterios del estado. Ghaly señaló que eso se determinará en parte por cuánto tiempo tendrán que esperar los mayores de 16 años para las citas del antígeno, cuando la elegibilidad se amplíe el 15 de abril, y si las inoculaciones previenen las hospitalizaciones entre las poblaciones vacunadas.
Si el suministro anticipado de dosis se mantiene y las inoculaciones continúan funcionando, Ghaly señaló que ve que el estado restablecerá las restricciones solo si se establecen nuevas mutaciones resistentes a las vacunas.
“Tendríamos en nuestras manos un tipo de virus casi completamente diferente al que hemos estado enfrentando”, comentó.
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A lo largo de la pandemia, las métricas y las reglas en constante evolución de Newsom han dado a los californianos una sensación oscilante. Su decisión de emitir una orden de quedarse en casa, aunque fue aclamada por expertos en salud pública y epidemiólogos, devastó a las empresas y lo convirtió en un blanco de frustración, particularmente entre los votantes conservadores que representan la mayoría de las firmas en las peticiones de destitución.
Bajo presión para aliviar el cierre económico inicial, Newsom aflojó las restricciones demasiado rápido el verano pasado y nuevamente antes del aumento invernal, y fue sumamente lento para imponerlas a medida que incrementaba el número de casos, señaló el Dr. Thomas Tsai, profesor en el Departamento de Política y Gestión de la Salud de Harvard T.H., Escuela Chan de Salud Pública. Ghaly ha admitido que habría desacelerado el ritmo de apertura en el verano si pudiera retroceder en el tiempo, teniendo más información.
Además, el aprendizaje virtual para los estudiantes en California duró mucho más que en otros estados, en parte debido a la fuerza de los sindicatos de maestros y la renuencia de los líderes estatales a forzar el regreso a los campus. Newsom continúa enfrentando críticas de grupos de padres que dicen que no ha hecho lo suficiente.
Para Newsom, la decisión más fatídica de la pandemia se produjo cuando asistió a la fiesta de cumpleaños de un cabildero en un elegante restaurante del Valle de Napa, mientras aconsejaba a los californianos que evitaran reuniones similares entre varios domicilios. Semanas después de que el comportamiento contradictorio del gobernador llegara a los titulares nacionales, las firmas de destitución aumentaron rápidamente y su índice de aprobación de los votantes cayó en picada.
Pero la falta de un candidato viable para reemplazar a Newsom, ya sea dentro de su propio partido o un republicano con suficiente prestigio para atraer demócratas y votantes independientes, continúa aislándolo de cualquier amenaza seria de ser destituido, explicó Gar Culbert, profesor asociado de ciencias políticas en Cal State Los Ángeles.
No obstante, Culbert señaló que Newsom debe ser cauteloso a la hora de revertir el rumbo.
“Es bien sabido que a los votantes no les gusta la retracción”, indicó Culbert. “No les gusta conseguir algo y luego que se lo quiten, así que él sabe que lo peor que puede hacer es abrir la economía un poco y luego tener que caminar hacia atrás. Y creo que tendrá cuidado de no hacer eso”.
Si ocurre un aumento repentino de casos y Newsom se ve obligado a asumir un riesgo político para restablecer las restricciones o retrasar la fecha de reapertura del 15 de junio, la larga brecha entre el verano y una probable elección de revocación en noviembre también juega a favor del gobernador, señaló Culbert.
Wachter y otros expertos en salud creen que, salvo que se produzca una falla importante en la aplicación de la vacuna, California no necesitará imponer cierres de nuevo, y no debería hacerlo.
El camino más sensato por seguir, a medida que aumentan las dosis y la inmunidad colectiva, es dejar el confinamiento en el pasado y exigir el uso de cubrebocas, espacios interiores adecuadamente ventilados, pruebas y otras precauciones, dijeron.
La aplicación de restricciones comerciales en una era de vacunas requeriría un sistema gubernamental de dos niveles, en el que las personas inoculadas puedan participar en más actividades que quienes no han recibido el antígeno, una propuesta que plantea preocupaciones éticas y de equidad, sostuvieron expertos en salud pública. La idea de los pasaportes de vacunas ha sido muy controversial y, en gran parte, sería llevada a cabo por el sector privado.
El cumplimiento de las restricciones generales también podría ser más difícil de lograr a medida que los antígenos estén disponibles más ampliamente. Si bien muchos jóvenes entendieron que quedarse en casa era bueno para la salud pública y podría ayudar a salvar la vida de las personas mayores y más vulnerables cuando nadie tenía acceso a las vacunas, es mucho más difícil persuadir a un joven de que se quede en casa por la seguridad de alguien que se ha negado a vacunarse, dijo Wachter.
“No se trata solo de retroceder una fase y cerrar las salas de cine o tener un límite del 25% en las comidas en el interior”, indicó Tsai. “Eso era importante cuando no había vacunas, pero creo que ahora estamos en una fase diferente de la pandemia, una en la que podemos mitigar las cosas”.
Culbert y otros observadores políticos señalan que el tono de Newsom ha cambiado desde que se hizo más probable una elección revocatoria: ha ofrecido una visión mucho más optimista del futuro de California, en comparación con la que transmitió al imponer restricciones, y algunos han cuestionado la necesidad y la practicidad de anunciar ahora el 15 de junio como fecha de la reapertura.
Wachter señaló que algunas personas que escucharon el mensaje positivo del gobernador el martes pueden creer que la pandemia ha terminado y correr más riesgos, especialmente si pasaron por alto sus advertencias sobre la necesidad de permanecer alerta y continuar con las precauciones.
Pero Ghaly indicó que el estado publicó la fecha como una especie de incentivo para alentar a las personas no vacunadas a ser inoculadas antes de que la entidad abra su economía. La administración también quería dar tiempo a las empresas para que se prepararan para traer de regreso a los empleados de manera segura y presencial, señaló Ghaly.
El cronograma para que el próximo grupo de californianos elegibles para la vacuna alcance la inmunidad, después de una primera dosis, es decir, hasta seis semanas para el antígeno de Moderna, también delimitó el anuncio del 15 de junio, según Ghaly.
Newsom ha dicho que anticipa que se administrarán más de 30 millones de dosis en California para esa fecha.
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