Anuncio

¿Pueden sobrevivir a la pandemia las aplicaciones de socialización virtual?

Durante sus primeros años, Teleparty parecía condenada a ser un producto de oportunidad. La extensión de navegador, que permite a varias personas sincronizar sus cuentas de Netflix para que puedan ver lo mismo a la vez, era un éxito entre las parejas en relaciones a distancia. De lo contrario, poca gente hubiera oído hablar de ella.

Después, en marzo de 2020, la aplicación se encontró repentinamente con los usuarios potenciales de todo un planeta.

Los bloqueos y aislamientos no eran tan buenos para los cines ni para la economía en general. Pero para Teleparty, fueron “un gran acelerador”, reconoció su directora ejecutiva, Shaurya Jain. “Definitivamente crecimos mucho”.

Anuncio

Y no estuvieron solos.

Se le podría llamar ‘entretenimiento remoto’, una contraparte del trabajo a distancia, ahora más familiar para todos. Al final de un largo día de videollamadas y mensajes de Slack, los trabajadores que no puedan y tampoco quieran reunirse en el bar pueden pasar el mouse a otra pestaña para socializar virtualmente en aplicaciones como Discord y Clubhouse. Es como un Zoom después de terminar un día laboral.

La pandemia dio un impulso a este creciente fenómeno, empujando hacia la popularidad lo que anteriormente hubiera sido dominio de los aficionados a los videojuegos, los soldados en el extranjero y otras subcomunidades. En estos días, todo el mundo vive la vida en línea y a distancia.

Aunque el futuro del trabajo remoto está en gran parte en manos de los empleadores, el del entretenimiento en línea se reducirá a lo que suceda una vez que los consumidores tengan la libertad de reanudar las mismas actividades en persona que disfrutaban hace dos años, siempre que eso suceda (con el aumento de las hospitalizaciones y las ciudades que restituyen los mandatos de uso de mascarillas, en respuesta a la variante Delta del coronavirus, puede que no sea así por un tiempo).

Cuando Abraham Shafi nombró IRL -abreviatura de ‘in real life’, o en la vida real- a su aplicación de descubrimiento de eventos, ciertamente no anticipó un futuro en el que las reuniones tendrían lugar principalmente en el ciberespacio.

Después de una pausa de los espectáculos con público en vivo durante el apogeo de la pandemia, IRL trabaja para reintroducirlos, pero también está planeando un futuro híbrido en el que haya menos línea divisoria entre el entretenimiento con y sin conexión.

“Todos hemos aprendido a interactuar en línea más que nunca”, remarcó Shafi, comparando el esparcimiento remoto con un músculo que tanto los consumidores como los creadores fortalecieron durante la cuarentena.

La gente se ha estado preparando, comentó, para un mañana en el que los conciertos se transmitan en vivo y los estrenos digitales de películas sean eventos culturales comunes (ese futuro ya llegó para algunas personas; el mes pasado, la fiesta para presentar el último álbum de Kanye West tuvo lugar simultáneamente en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta y en una transmisión en vivo de Apple Music).

“Darse cuenta de que hay todo un canal de ingresos en línea es enorme”, destacó Shafi, y muchas empresas de entretenimiento no lo habrían hecho durante un tiempo (o nunca) si la pandemia no las hubiera obligado. “Se necesita de un evento global drástico o algo serio a nivel personal para cambiar nuestras costumbres, en su mayor parte, especialmente a una escala de hábitos comerciales o de consumo”.

Para muchas empresas de tecnología en el sector del entretenimiento, eso parece ser exactamente lo que sucedió. Discord, una plataforma basada en foros que ofrece una combinación de chat de texto, voz y video, existe desde años antes de que llegara la pandemia. Pero un vocero de la firma le dijo a The Times por correo electrónico que el COVID-19 aceleró su crecimiento a medida que los usuarios confinados en sus hogares “buscaban formas de mantenerse en contacto y pasar tiempo de calidad con sus comunidades”, incluidos no solo los servidores de videojuegos por los que la plataforma es famosa, sino también en clubes de lectura, grupos de estudio y redes de aficionados al deporte.

El resultado: en 2020, los ingresos se triplicaron y el crecimiento de usuarios se duplicó, señaló el portavoz. En marzo, según los informes, Microsoft mantuvo conversaciones sobre la adquisición de Discord por más de $10 mil millones.

“Tenemos una confianza increíble en la fortaleza de nuestro negocio así como de nuestra trayectoria de crecimiento, y ya estamos viendo que las personas siguen recurriendo a Discord para encontrar comunidad y pertenencia, incluso cuando el mundo va retomando algunas actividades”, destacó el vocero.

Para el software de conversación solo de audio Clubhouse, mantener una trayectoria ascendente a medida que se abren las opciones de los usuarios ha sido un desafío. La plataforma fue lanzada en medio de pedidos generalizados de quedarse en casa y resultó ser una sensación a pesar de -o quizá debido a- una política de acceso solo mediante invitación. Con la aplicación ahora abierta para todo usuario que lo desee desde julio, y otras mejor establecidas clonándola con entusiasmo, una gran cantidad de inversores se han sentido decepcionados por el crecimiento reciente de Clubhouse, aunque las métricas internacionales siguen siendo sólidas (para las nuevas empresas, cuyos capitalistas necesitan de grandes éxitos para compensar sus muchos errores, el crecimiento lento puede ser tan malo como que no haya ninguno).

Aunque su popularidad inicial aparentemente se debió en gran parte a una audiencia cautiva de usuarios solitarios, aburridos y resguardados en algún lugar, la directora de marketing global de la compañía, Maya Watson, enfatizó a The Times que Clubhouse “no fue lanzada para ser una solución pandémica”. Pero, dijo, “a veces existe el producto adecuado en el momento correcto”.

Cuando la pandemia termine, destacó, la compañía podrá explorar nuevos campos de uso (viajes diarios, por ejemplo) y experimentar con modelos híbridos en línea/sin conexión.

“Para los premios BET… enviamos a una creadora a la alfombra roja que hizo entrevistas, pero también estaba en vivo en una sala de Clubhouse al mismo tiempo”, destacó Watson.

Mientras tanto, para Teleparty -un producto de distanciamiento social creado antes de que existiera el mismo- la pandemia fue una prueba de concepto de cómo podría ser una implementación más amplia en el futuro.

Jain, su director ejecutivo, inicialmente ideó la aplicación gracias a estudiantes universitarios que optaban por “ver Netflix y relajarse” juntos mientras estaban en el campus, pero luego terminaban en relaciones a larga distancia al marcharse a casa durante las vacaciones o mudarse a otras ciudades para realizar pasantías. “Me di cuenta de que existía la oportunidad de crear una mejor experiencia para ellos”, señaló.

Otro programador, Stephan Boyer, ya había desarrollado una herramienta similar, que Jain afirma haber adquirido. Desde entonces, la empresa creció lentamente a medida que se unían más estudiantes universitarios y un puñado de usuarios de otros grupos, como el personal militar.

“Definitivamente notamos los avances y retrocesos de la época cuando teníamos estudiantes universitarios como nuestra base de usuarios principal”, afirmó Jain. “Todos los veranos veíamos un gran repunte y cada otoño una pequeña caída. Pero terminó teniendo una tendencia al alza”.

A los pocos días de que la Organización Mundial de la Salud declarara una pandemia, en marzo de 2020, el fundador del sitio web de asesoramiento al consumidor Product Hunt tuiteó que estaba “notando un aumento de tráfico en Netflix Party”, el nombre de la aplicación antes de que comenzara a ser compatible con Hulu, Disney+ y HBO. Las búsquedas nacionales de Google para la plataforma se multiplicaron por 100 entre el 1º de marzo y el 21 del mismo mes de 2020. Todos los artículos la presentaban como una forma para que los lectores mantengan su vida social durante las primeras semanas de refugio en sus hogares.

Teleparty se negó a compartir cifras específicas sobre su crecimiento desde el inicio del distanciamiento social, pero la tienda de Google coloca la extensión del navegador en más de 10 millones de usuarios.

Y después de un año y medio de vivir en línea, Jain espera que Teleparty resulte lo suficientemente fuerte como para retener a muchos de ellos: “Algunas personas regresarán [a la vida anterior], pero otras también disfrutarán de los beneficios... Es difícil restarle mérito a la conveniencia que proporcionan el trabajo y el entretenimiento a distancia”.

Julia Alexander, analista de estrategia sénior de Parrot Analytics cuyo trabajo se centra en la industria de la transmisión, coincidió. “Para esas personas que no conocían bien la tecnología en 2019 o 2018, como mis padres, por ejemplo, gente que no necesariamente buscaba tener una experiencia comunitaria con alguien a través de Internet mientras veían una película o una programa de televisión; de repente, eso se ha vuelto muy accesible, está mucho más disponible y, a menudo, es gratuito”, señaló Alexander.

“Incluso en un mundo pospandémico, siempre que eso suceda, lo que han creado es duradero”, destacó. A partir de ahora, cuando la gente extrañe su hogar o simplemente se sienta sola, las aplicaciones como Teleparty y Discord estarán entre las actividades predeterminadas a las que recurrirán. “Esos son pilares permanentes; creo que notaremos una moderación en su uso, pero seguirá allí”.

Ben Klase es un ejemplo de ello. El joven de 25 años, oriundo de Colorado, nunca había usado Teleparty antes del bloqueo. Una vez que descargó la aplicación se convirtió en un medio social frecuente para él -quien es una persona de riesgo potencial alto frente al COVID- que le permite conectarse con amigos desde la seguridad de su hogar. Ahora, dijo, está aquí para quedarse.

“De hecho, conocí a mi novia a través de Reddit durante la pandemia. Ella vive en Minnesota, así que es una buena actividad que podemos hacer juntos”, comentó Klase. “Mi hermano vive en Nueva York y a veces vemos algo si no estamos jugando videojuegos. Quiero decir, definitivamente seguiré usándola”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio