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Los adolescentes se sienten solos y ansiosos por el aislamiento. Así es como los padres pueden ayudar

Teens
(Ross May / Los Angeles Times; Getty Images)

En marzo, poco antes de que la orden de Más Seguro en Casa se extendiera hasta el 15 de mayo, mi hijo de 18 años participó en una caravana de cumpleaños en el Valle de San Fernando donde vio a sus amigos por primera vez desde que su escuela cerró abruptamente debido a COVID-19.

Si nunca ha oído hablar de este acto conmovedor, puede describirse como una fiesta de cumpleaños sobre ruedas con distanciamiento social. Mientras los vecinos miraban y vitoreaban, en la misma línea que las celebraciones nocturnas de balcón para los trabajadores de la salud, mi hijo Bob y sus compañeros de clase ofrecieron felicitaciones de cumpleaños y bocinazos mientras pasaban conduciendo junto al radiante festejado.

Esperaba que ver a sus amigos, incluso desde lejos, fuera una experiencia alentadora, pero volvió a casa sintiéndose más solo que nunca. “¿Cuándo podré volver a ver a mis amigos?” me preguntó.

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No importaba que estuvieran a seis pies de distancia. El evento de cumpleaños hizo evidente que FaceTime, las redes sociales y Zoom no son rivales para la tranquilizadora intimidad de la interacción humana.

Mientras decenas de millones de nosotros continuamos refugiándonos en casa, los adolescentes más inestables se sienten frustrados y ansiosos. Extrañan sus vidas anteriores. No les interesan las clases en línea y no quieren seguir más las pautas de cuarentena. ¿Y quién puede culparlos?

Vivir recluido puede producir fatiga de cuarentena, según la psicoterapeuta Noelle Wittliff, de Pasadena del Sur, una terapeuta matrimonial y familiar con licencia que trabaja con niños, familias y jóvenes. “Muchos de los adolescentes en mi consulta se están golpeando contra la pared”, dijo Wittliff. “Ya se cansaron. Quieren salir y conectarse con sus amigos. La conexión en línea no es suficiente”.

Normalmente la adolescencia, un período de desarrollo marcado por la impulsividad y los sentimientos de invencibilidad, es una época en la que los jóvenes se separan de sus padres y se vinculan con sus amigos. Ahora que las familias están confinadas en casa, los padres se encuentran en una posición peculiar en la que tienen que equilibrar la gravedad del nuevo coronavirus con el deseo de interacción social de sus hijos adolescentes.

“Muchos de nuestros jóvenes están experimentando una pérdida tremenda, y el dolor es una respuesta apropiada a la pérdida”, dijo Wittliff. “Dependiendo de la edad y el año escolar del adolescente, estas pérdidas pueden incluir fiestas de graduación, ceremonias de graduación, eventos deportivos de fin de año, bailes, fiestas, actividades escolares, firmas de anuario y la simple proximidad a sus amigos, profesores o seres queridos. El cierre de la escuela ocurrió tan abruptamente que muchos de los jóvenes con los que trabajo no tuvieron la oportunidad de recoger sus pertenencias de sus casilleros o aulas, y mucho menos de despedirse de manera significativa de sus maestros y compañeros de clase.

“Como padres, es importante dar cabida a todos estos sentimientos y reconocer que los adolescentes no siempre comunican la tristeza de la manera esperada”, señaló. “La tristeza suele estar enmascarada por la frustración, la irritabilidad, la ira o la desconexión. Estas son reacciones de protección que disfrazan la vulnerabilidad. El objetivo no es quitar estas estrategias de defensa, sino más bien tener curiosidad por saber qué otros sentimientos pueden estar ocultos debajo”.

Para los jóvenes que luchan por mantener la distancia con sus amigos, Wittliff alienta a los padres a validar esos sentimientos con empatía mientras les recuerdan que esta cuarentena es temporal. Además, como padre o tutor, controle las expectativas de su hijo adolescente y no haga promesas que no se harán realidad.

Wittliff ofrece este consejo: “Díganles: ‘Te escucho y sé lo difícil que es. Sé lo mucho que extrañas a tu novio o novia y a tus amigos, pero esto es lo que está sucediendo. El mundo entero se encuentra pasando por lo mismo. Todos estamos tomando precauciones para mantenernos a salvo’”.

Los adolescentes que minimizan el coronavirus podrían hacerlo para ocultar sentimientos incómodos, señaló Ann Murphy, profesora asociada de Rutgers School of Health Professions en Nueva Jersey.

“El riesgo asociado con COVID-19 y el impacto que ha tenido en nuestra vida diaria es realmente aterrador”, manifestó Murphy. “Reconozca las pérdidas muy reales que los jóvenes están sintiendo en este momento, que van desde pasar tiempo con sus amigos hasta perderse los bailes de graduación, ceremonias de graduación y otros eventos importantes. Hable sobre estrategias para considerar estos hitos después de que las cosas vuelvan a la normalidad. Si los padres generalmente restringen el tiempo de pantalla, puede ser necesario relajar esas reglas para que los adolescentes puedan utilizar sus dispositivos y conectarse con sus amigos”.

En algunas situaciones, los jóvenes pueden estar preocupados por el futuro y cómo será. Cuando las clases se reanuden en otoño, ¿serán en línea? ¿Habrá empleos de verano disponibles si la economía no se reabre? ¿Y qué hay de la universidad?

Su preocupación es comprensible. Wittliff recomienda usar técnicas de mindfulness (conciencia plena), enfocadas en el momento presente y no en el pasado o el futuro, para reducir la ansiedad y la depresión. “Hay tantas cosas que están fuera de nuestro control”, subrayó Wittliff. “Cuando nuestra mente se enfoca en esas cosas, es útil volver a cómo podemos controlar nuestras vidas, cómo nos mantenemos seguros, cómo podemos estar conectados de esa manera”.

Establecer hábitos y rituales diarios también puede ayudar a los adolescentes a hacer frente a sus sentimientos de impotencia. Wittliff sugiere ordenar pizza en un día específico o ver el conmovedor programa de YouTube “Some Good News” del ex alumno de “The Office” John Krasinski, en familia. Hacer ejercicio o dar un paseo; el movimiento y la actividad pueden aliviar el estrés.

Pamela J. Wenger, especialista en capacitación y consulta para el Northeast and Caribbean Mental Health Technology Transfer Center de la Universidad de Rutgers, desafía a los padres y a los adolescentes a ser creativos mientras se refugian en el hogar.

“Tener una celebración en casa para festejar un día especial es una forma de reconocer que el evento es importante”, dijo Wenger, una consejera profesional con licencia. “Algunos adolescentes están organizando bailes de graduación digitales en TikTok y hacen que todos en su familia y sus amigos se vistan y decoren la casa. Los chicos están usando Zoom y Google Meet para recrear algunos de estos eventos. Los padres podrían preguntar: ‘¿De qué manera podríamos conmemorar ahora este importante evento en nuestras circunstancias actuales?’ O lograr que los jóvenes piensen en formas de celebrarlo cuando el aislamiento termine”.

“Algunos adolescentes están organizando una cena-baile en un restaurante local para las vacaciones de invierno después de terminar su primer semestre de universidad”, dijo. “Los padres pueden preguntarle a su hijo adolescente: ‘¿Qué puedes hacer cuando todo esto termine para celebrar con tus amigos, aunque no sea lo que se planeó originalmente?’”

La estructura y la previsibilidad ayudarán con el paso del tiempo y darán a los adolescentes algo que esperar. “Cada día y semana que pasan por el refugio en casa los acerca mucho más a volver a sus vidas”, señaló Wittliff. “Esto es difícil, pero nuestros hijos son resistentes y lo superarán”.

Ayudar a los adolescentes a lidiar con la decepción durante la era de COVID-19

Es completamente normal que los adolescentes se sientan ansiosos durante este tiempo de gran incertidumbre con la pandemia. “El mejor enfoque para la ansiedad es identificarla y desarrollar herramientas para manejarla”, indicó Wenger.

Aquí, Wenger ofrece sugerencias sobre las cosas que los padres pueden hacer para ayudar a sus adolescentes a lidiar con la ansiedad y la decepción.

• Proporcione a los adolescentes información precisa. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades son un gran lugar para obtener datos actualizados sobre el coronavirus. Utilice este sitio para disipar mitos y rumores.

• Minimice la cantidad de tiempo que los adolescentes están expuestos a las noticias y a las redes sociales con respecto a COVID-19.

• Sea paciente y tolerante con su adolescente o adolescentes y permítales que se desahoguen sin tener que darles necesariamente consejos o decirles qué hacer o cómo deben sentirse. Anímelos a que hablen con usted, pero también deles espacio. Si no quieren hablar con usted, pregúnteles si hay otro adulto con quien se sientan cómodos hablando e intente establecer esa conexión. (Nota: asegúrese de que ese adulto esté al día con la información más precisa sobre el virus).

Utilice estas herramientas cuando la ansiedad de su hijo adolescente parezca estar aumentando.

• Ejercicios de respiración

• Actividad física

• Meditación

• Escribir en un diario

• Dibujar

• Usar aplicaciones en su teléfono o iPad para distraerse o ayudar con la meditación

• Cocinar/hornear

• Salir a caminar al aire libre

• Practicar mindfulness. Ayúdeles a permanecer en el presente, no atrapados en el futuro o el pasado, concentrándose en todo lo que ven, oyen, sienten y huelen ahora.

• Establezca una estructura o una rutina con sus adolescentes si puede. Asegúrese de que tengan una parte en cómo se realiza esa rutina. Además, cerciórese de que haya actividades divertidas incorporadas en esta estructura diaria.

• Hable con sus adolescentes sobre sus estudios. Tenga cuidado de no hacer que parezca que se está acercando sólo para ver si se encuentran realizando sus tareas escolares. En lugar de eso, concéntrese en cómo se sienten sobre la escuela en casa y qué dificultades están teniendo. Escuche con empatía y compasión los desafíos que enfrentan y anímelos a tener indulgencia por ellos mismos también.

• Haga que los adolescentes se conecten remotamente con sus amigos y ayuden a otros durante este tiempo. Por ejemplo, un grupo de jóvenes podría tejer bufandas para dárselas a los desamparados durante el invierno, y otro grupo podría coser máscaras para un hospital.

• Valide los sentimientos de su hijo adolescente. Permítales expresar lo tristes que están y lo mucho que sentirán el perderse los eventos de fin de curso. Los jóvenes que ya han gastado dinero en vestidos para el baile de graduación o los chicos que practicaban para participar en una obra de teatro escolar podrían estar expresando tristeza en torno a esos eventos y sentir incertidumbre acerca de si podrán recuperar esos importantes sucesos o de si en verdad en algún momento vivirán esas experiencias. Intente no descartar o minimizar sus sentimientos. No les diga a sus hijos adolescentes: “Habrá muchos bailes” o “Irás a otros viajes”. Estas declaraciones no reconocen la importancia de la pérdida que su adolescente está sintiendo. Una mejor respuesta sería: “Entiendo lo difícil que es esto para ti y cómo realmente lo estabas esperando”.

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