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Los fiscales de la Cámara advierten que tienen un caso ‘devastador’, con más evidencia contra Trump

VIDEO | 02:05
House prosecutors present dramatic new video of Capitol attack

The footage shows rioters coming within feet of intercepting senators and then-Vice President Mike Pence.

La batalla para dar forma al legado del ex presidente Trump avanzó a su segundo día, el miércoles, mientras los fiscales de la Cámara siguen profesando la esperanza de ganarse a los republicanos del Senado, pero también con la atención puesta más allá de su audiencia inmediata: en el público estadounidense en general.

Con pruebas en video que, según dijeron, revelarían detalles nunca vistos de lo ocurrido durante la invasión al Capitolio, el 6 de enero pasado, los demócratas esperan presentar lo que un asistente del equipo de juicio político describió como un caso “devastador” de la complicidad de Trump en el motín. Los fiscales de la Cámara de Representantes planean incluir imágenes captadas por la seguridad en el Capitolio, adelantaron los demócratas.

“Hay nueva cobertura que nadie ha visto, y proporcionará otra perspectiva, tanto de la violencia extrema que sufrieron todos, como del riesgo y la amenaza que podría haber terminado en más violencia y más muertes”, reveló un asistente principal del equipo de juicio político a los periodistas, este miércoles. La evidencia “muestra realmente la magnitud de lo que Donald Trump desató en nuestro Capitolio”, destacó el asistente, uno de los tres que habló con los periodistas en condición de anonimato.

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Al abrir el caso, el miércoles, el director principal de juicio político, el representante Jamie Raskin (D-Maryland), expuso que Trump había “renunciado a su papel de comandante en jefe y se había convertido en el incitador en jefe”.

La violencia del 6 de enero no fue un estallido espontáneo sino un “ataque organizado”, que Trump había incitado durante semanas, añadió Raskin. El exmandatario fue “la persona singularmente responsable de instigar el ataque”, remarcó, “un hombre que anheló, alentó y cultivó la violencia”.

Raskin y sus colegas planean exponer su caso durante ocho horas de discusión, este miércoles, y al menos varias horas más el jueves, anticiparon los asistentes. Al hacerlo, los fiscales tienen una doble audiencia.

Su objetivo inmediato son los senadores sentados frente a ellos, divididos equitativamente por partido. Como la condena en un caso de juicio político requiere una mayoría de dos tercios, necesitarían ganar el voto de 17 republicanos, asumiendo que todos los demócratas se manifiesten en contra de Trump. Hasta el momento, el número de republicanos dispuestos a hacerlo parece no ser más de la mitad.

Pero más allá del Senado, los demócratas saben que los argumentos y, en particular, la evidencia en video que están presentando, pueden llegar a un público más amplio. Ya han invertido mucho para convencer a los votantes de que Trump y los republicanos que lo apoyan se pusieron del lado de los extremistas, y más evidencia de tal complicidad en los disturbios reforzaría esa conexión en la mente de los votantes, sostienen los estrategas demócratas.

Es posible que ese enfoque ya esté teniendo éxito, al menos hasta cierto punto. Una encuesta de Gallup publicada el miércoles mostró que el apoyo público al partido republicano disminuyó desde noviembre, en gran medida porque una parte de quienes solían identificarse como republicanos ahora tienen una visión negativa del partido.

El martes, Raskin comenzó a presentar la evidencia mostrando a los senadores un video de 13 minutos que proporcionó una línea de tiempo de los eventos el día del ataque, donde se unen escenas de Trump hablando con sus seguidores con imágenes de los eventos violentos que siguieron a ello. El video fue exhibido al tiempo que Raskin y sus colegas argumentaban con éxito que el Senado tenía la autoridad, en el marco de la Constitución, para juzgar a Trump a pesar de que ya no ocupa la presidencia.

La presentación recibió elogios, aunque no votos, de varios senadores republicanos que apoyan a Trump pero advirtieron que los demócratas presentaron un caso emocionalmente convincente. Por el contrario, los senadores criticaron la presentación de los abogados defensores de Trump. El expresidente tampoco estuvo contento con los argumentos, según fuentes familiarizadas con él.

Al final, solo seis senadores republicanos se unieron a los demócratas de la cámara en la votación para continuar con el juicio. Pero los demócratas se sintieron alentados por haber obtenido un voto. A fines del mes pasado, en una votación de prueba del procedimiento, solo cinco republicanos estuvieron a favor de que prosiga el juicio.

El senador Bill Cassidy (R-Luisiana), el único republicano que modificó su decisión, citó la calidad de la presentación demócrata al explicar su posición. “Si soy un jurado imparcial e intento tomar una decisión basada en los hechos presentados sobre este tema, entonces los directores de la Cámara hicieron un muy buen trabajo”, declaró a los periodistas.

Los demócratas expresaron el miércoles que los directores del juicio político son realistas sobre las barreras políticas que enfrentan, pero aún así, optimistas.

“Creemos en el poder y la fuerza de la abrumadora evidencia de este caso. Y pensamos que esa evidencia todavía puede persuadir a los republicanos reacios, que recién ahora están despertando de las garras del expresidente”, señaló un asistente. “Vemos otros indicios de movimiento de los republicanos”, continuó. “Los directores sacudirán el corazón, la mente y, creo, la conciencia de los 100 miembros del jurado, ninguno de los cuales ha votado todavía. Y esperamos prevalecer”.

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