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Columna: Bill Cosby está fuera de prisión; ¿qué significa eso para sus decenas de acusadoras?

Bill Cosby and others, with arms linked, approach members of the media gathered outside Cosby's home.
Bill Cosby (segundo desde la izquierda) y su vocero, Andrew Wyatt (tercero), hablan con los medios de comunicación reunidos frente a la casa del exactor, en Pensilvania, después de su liberación de la prisión.
(Associated Press)

Es realmente una lástima que las prescripciones por agresiones sexuales, que varían de un estado a otro, hayan impedido que Bill Cosby sea juzgado o incluso demandado por docenas de presuntos ataques a mujeres, de las cuales pretendía ser su amigo y mentor.

A pesar de un historial de décadas de haber drogado a mujeres para tener relaciones sexuales con ellas, hasta ahora solo hubo un caso penal en su contra, y todos sabemos lo que sucedió la semana pasada.

En 2018, en los albores de la era #MeToo, Cosby fue condenado por un jurado, por tres cargos de agresión sexual a la exempleada del departamento de atletismo de Temple University, Andrea Constand, en su casa, del área de Filadelfia, en 2004.

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El miércoles pasado, la Corte Suprema de Pensilvania anuló la condena porque, según dictaminaron los jueces, se había violado su derecho de la Quinta Enmienda a no incriminarse a sí mismo.

Es importante recordar que el tribunal no anuló su condena después del descubrimiento de nuevas pruebas exculpatorias, ni consideró su culpabilidad.

Las afirmaciones de reivindicación de Cosby son ridículas.

Sin embargo, muchos comentaristas legales han explicado por qué el tribunal tomó la decisión correcta. Como escribió el decano de la Facultad de Derecho de UC Berkeley, Erwin Chemerinsky, la semana pasada en estas páginas: “Incluso aquellos que cometen delitos despreciables están protegidos por la Constitución”.

¿Quién puede estar en desacuerdo? Pero también tomemos un momento para recordar lo que decenas de mujeres han dicho sobre el comediante, actor y autor. Sus relatos fueron notablemente similares, describiendo cómo colocaba sedantes en sus bebidas -tal como él mismo admitió bajo juramento en una declaración para la demanda civil de Constand- o les daba lo que fingía eran pastillas para el resfriado.

Un total de 60 mujeres acusaron al hombre alguna vez conocido como “el clásico papá estadounidense” de conducta sexual inapropiada, incluida, en muchos casos, la violación. El número es asombroso. Había tantas “similitudes escalofriantes” en los relatos de sus acusadoras, dijeron los fiscales en su juicio de 2018, que su comportamiento equivalía a “distintivo”.

Las mujeres que afirman haber sido atacadas por Cosby tienen cierto consuelo al saber que pasó tres años en una prisión de máxima seguridad, de una sentencia de tres a diez. Y, por supuesto, su reputación está hecha jirones.

El jueves, Variety informó que es poco probable que Hollywood lo acepte con brazos abiertos. “Nadie va a trabajar con él”, afirmó un agente de talentos, a ese medio. “Ningún estudio. Ningún actor o cineasta de primera categoría, porque acabaría con su reputación. Sin mencionar que necesita justificarse ante sus amigos y familiares… Es tóxico”.

Y aunque muchas de las acusaciones contra Cosby prescribieron, ha habido algunas pequeñas victorias para sus acusadoras en el camino.

En 2006, Constand resolvió su demanda civil contra el actor por más de $3 millones.

En 2019, la ex modelo Chloe Goins resolvió una demanda civil por ataque sexual por una suma no revelada después de afirmar que Cosby la drogó y abusó sexualmente de ella en la Mansión Playboy, en 2008.

Siete acusadoras lo demandaron por difamación en Massachusetts, luego de que el actor, su abogado y publicista las describieran como mentirosas. Ese caso nunca fue a juicio; la compañía de seguros de Cosby, AIG, llegó a un acuerdo con las mujeres en 2018 por montos no revelados. Aunque el cómico había respondido judicialmente, abandonó el asunto después de que las mujeres accedieron al acuerdo, alegando que tenía otras cosas en las que concentrarse.

En 2019, la modelo y estrella de realities Janice Dickinson, quien alegó que Cosby la drogó y violó después de invitarla a Lake Tahoe en 1982, describió su acuerdo por difamación como “épico”. “A decir verdad, un acuerdo es una victoria y una medida de justicia”, afirmó.

Después de que la Corte Suprema de Pensilvania liberó a Cosby de la prisión, el miércoles pasado, la abogada Gloria Allred señaló que espera poder demandarlo por segunda vez en una querella civil que presentó en la Corte Superior del condado de Los Ángeles. La legista espera que, debido al fallo de Pensilvania, Cosby no pueda invocar su derecho a no autoinculparse y se vea así obligado a responder a todas sus preguntas.

Su cliente, Judith Huth, alega que el actor la atacó en la Mansión Playboy en 1974, cuando ella tenía 15 años. En California, el plazo para presentar demandas por abuso sexual infantil se ha extendido y, como señaló Allred, permite hacer denuncias por daños psicológicos reprimidos y descubiertos recientemente. En su demanda de 2014, Huth afirmó haber sufrido “daños sustanciales y continuos”.

El caso se suspendió en espera de la resolución de la apelación penal de Cosby, y ahora puede reanudarse.

“El señor Cosby”, dijo Allred, quien ha representado a 33 de sus acusadoras, “no está libre en su casa”.

Y tampoco debería estarlo.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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