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Testimonios revelan actuaciones sospechosas de acusado muerte de Kate Steinle

Varios testigos señalaron que el sospechoso del asesinato de Kate Steinle, muerta en un muelle de San Francisco de un disparo en la espalda en julio de 2015, tuvo un comportamiento extraño el día del hecho, según declararon hoy en una audiencia judicial.

Una de las testigos, Michelle Lo, aseguró que le llamó la atención que el sospechoso, el indocumentado mexicano José Inés García Zarate, se reía sentado en una silla y poco después huyó del lugar donde luego la víctima fue descubierta desangrada, el Muelle 14, un paseo turístico de esta ciudad del norte de California.

Otro protagonista de los hechos, el oficial del Departamento de Policía de San Francisco (SFPD) Andrew Bryant declaró que cuando tuvo contacto visual con García Zarate, también identificado como Juan Francisco López Sánchez, éste huyó en dirección contraria.

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Ante ello, Bryant sacó su arma y le ordenó que se detuviese, pero el sospechoso continuó caminando y fue detenido por un policía encubierto que le ordenó tirarse al piso, donde fue esposado.

El también oficial de SFPD Raymond Ortiz presentó al jurado vídeos y fotografías que mostraban la localización exacta de García Zárate en una silla giratoria en el muelle, en el lugar exacto donde Steinle fue alcanzada por la bala, junto con la ubicación de varios testigos relacionados.

Otro de los testimonios fue el de Marie Moreno, una profesora de tercer grado y que junto con Aryn Carpenter alquiló una habitación en un hotel con vista directa al Muelle 14, y manifestó que García Zárate fue la única persona que vieron huir del lugar tras oirse el disparo.

La fiscalía señaló hoy que tras un examen efectuado en las manos del indocumentado mexicano se le encontraron residuos de pólvora usualmente causados cuando se dispara un arma.

La defensa trata de demostrar la tesis de que un arma encontrada debajo de una banca del muelle por el inmigrante mexicano, de 54 años, se disparó accidentalmente, pero la Fiscalía asegura que son los testigos que vieron al indocumentado apuntar con el arma a varios transeúntes incluyendo a Steinle.

En el momento de la muerte de la joven, el indocumentado que había sido deportado del país cinco veces gozaba de libertad condicional en Texas y en su historial constaban siete delitos graves.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) había emitido una orden de retención pidiendo que fuera mantenido en custodia para que las autoridades de Inmigración lo pudieran detener.

No obstante, debido a que San Francisco se acoge a las políticas de “ciudad santuario”, las autoridades de la ciudad no cumplieron con la solicitud del ICE y lo dejaron en libertad el 15 de abril de 2015.

El hecho y los antecedentes delictivos del sospechoso motivaron que el presidente estadounidense, Donald Trump, insistiera en la necesidad de endurecer las políticas migratorias y reforzar la frontera.

La Cámara Baja aprobó después la Ley de Kate, en memoria de la joven y que pretende incrementar las penas para los inmigrantes condenados por algunos crímenes que, tras ser deportados, han vuelto a ingresar a EEUU de manera ilegal.

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