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Nueva York da a conocer plan para cerrar la cárcel municipal de Rikers Island

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dio a conocer hoy el plan que pondrá en marcha con miras al cierre de Rikers Island, el mayor complejo carcelario de la ciudad y uno de los más grandes del país.

El plan contempla reducir la población de la prisión de unas 9.400 personas en este momento -un 50 % menos que en la década de 1980- a 5.000 dentro de los próximos cinco años, para facilitar entonces el cierre de la instalación.

En Rikers Island están ingresados hombres, mujeres y también menores de edad, un grupo este último que debe ser reubicado para el próximo septiembre.

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El pasado abril De Blasio sorprendió con el esperado anuncio del cierre de esta institución penal de 85 años, durante los que se convirtió en la peor pesadilla para muchos, y que será sustituida por cárceles más pequeñas a través de la ciudad.

Para lograr reducir su población son necesarios cambios en el sistema de justicia penal, por lo que el alcalde anunció una inversión de 30 millones de dólares para los próximos tres años en programas alternativos al encarcelamiento mientras la persona espera por su proceso judicial, señaló en un comunicado.

También se iniciará el proceso para renovar tres instalaciones existentes en la ciudad y construir otras para acoger a la población de Rikers, así como corregir problemas dentro de esta cárcel de cara al cierre total.

De Blasio recordó que las instalaciones existentes en la ciudad sólo pueden albergar a 2.300 del promedio de 9.400 personas que hay por día en la prisión.

Uno de los programas alternativos comenzará a funcionar el próximo julio en El Bronx, Brooklyn y Manhattan para aquellas personas que han sido sentenciadas a menos de treinta días de cárcel, y que dará al juez diversas opciones, entre ellas asignarlos a servicio comunitario o empleo temporero.

Otro programa, que también comenzará en julio, busca reducir la cifra de 510 mujeres sin hogar que en promedio entran a la cárcel de Rikers cada año enviándolas a vivir a hogares de transición para que puedan participar de las alternativas a la cárcel.

Muchos de esos programas requieren que la persona tenga un hogar permanente para cualificar para los servicios.

Igualmente, el plan propone ampliar programas para facilitar el pago de fianzas de poca cantidad de dinero.

El alcalde destacó que desde que se puso en marcha la iniciativa se ha reducido en un 36 % el número de personas en la cárcel con una fianza de menos de 2.000 dólares.

“Nueva York lidera el poner fin a la encarcelamiento masivo y reducción del crimen. Tenemos la tasa más baja de encarcelamiento para una gran ciudad y el crimen continúa bajando”, dijo De Blasio, quien reconoce que “no será fácil” lograr el cierre, que muchos exigen se acelere para poner fin a la violencia que caracteriza esa institución.

Las personas detenidas en Rikers carecen de servicios básicos y han sufrido desde humillaciones hasta brutalidad impactante, según el informe de una comisión que recomendó su clausura.

El 40 % de los reclusos sufre de problemas de salud mental.

Del total de la población, un 54,6 % son negros, el 33,7 % latinos y 7,2 % blancos.

“No estamos ofreciendo un arreglo rápido. Rikers Island no puede ser cerrada en una noche. Sería mucho más simple para nosotros decir lo que la gente quiere escuchar y que podemos alcanzar esa meta rápida y fácilmente”, señaló en la introducción del informe que detalla en 51 páginas el plan para la cárcel.

“En su lugar, seremos realistas. Requerirá del trabajo de muchos”, afirmó el alcalde, quien dijo que la meta es tener un sistema de cárceles “más pequeño, justo y seguro”.

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