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Trump trata de pasar página a la crisis del FBI días antes de gira extranjera

El presidente, Donald Trump, trató hoy de pasar página a la crisis generada por el despido del director del FBI, James Comey, con un acto de homenaje a la Policía y una reunión con su homólogo emiratí, Mohamed bin Zayed al Nahyan, que sirvió como aperitivo para su primera gira internacional.

La cuenta de Twitter de Trump, un reflejo claro de su estado de ánimo, permaneció inactiva toda la mañana, y el mandatario tampoco quiso aprovechar las preguntas de los periodistas para alimentar la polémica que abrió el abrupto despido de Comey hace casi una semana.

“Está avanzando rápido”, se limitó a responder Trump a la pregunta de cómo va su búsqueda de un nuevo director del Buró Federal de Investigaciones (FBI).

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El fiscal general, Jeff Sessions, y su “número dos”, Rod Rosenstein, se reunieron este fin de semana con ocho candidatos y, de momento, no tienen previsto realizar más entrevistas, dijo hoy a Efe una fuente gubernamental.

Según confirmó esa fuente, entre los nombres que suenan para reemplazar a Comey, están el actual director interino del FBI, Andrew McCabe; el senador republicano John Cornyn; el juez Michael Garcia, de la corte de apelaciones de Nueva York; y Alice Fisher, exjefa de la división criminal del Departamento de Justicia.

También están entre los candidatos Adam Lee, responsable de la oficina del FBI en Richmond (Virginia); Frances Townsend, exasesora de seguridad nacional y contra el terrorismo del expresidente George W. Bush; y el excongresista y exagente del FBI Mike Rogers, quien tiene el apoyo de la asociación de agentes del FBI.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, trató también de sortear las preguntas sobre el FBI durante su conferencia de prensa diaria, aunque defendió la gestión del mandatario ante quienes le han criticado por despedir a alguien que estaba investigando los posibles lazos con Rusia de la campaña de Trump.

“Él (Trump) sabía que las acciones que tomó podían ir en su propio detrimento, pero nada de eso le importó porque el presidente tenía que hacer lo correcto pensando en el pueblo estadounidense, porque cree que Jim Comey era el hombre incorrecto para ese cargo”, aseguró Spicer en su conferencia de prensa diaria.

Después de un fin de semana lleno de rumores sobre una próxima reorganización de su equipo de asesores más cercanos, con el posible despido de Spicer y otros funcionarios, Trump quiso rebajar el tono y mostrar su lado más solemne, en un acto de homenaje a los policías fallecidos cuando estaban de servicio.

“Será una prioridad personal de mi Gobierno el asegurar que a nuestros policías se les trata finalmente de forma justa”, dijo Trump durante una ceremonia frente al Capitolio.

“Vivimos en una era en la que a nuestra Policía se la somete a una injusta denigración y difamación, o todavía peor, a hostilidad y violencia”, añadió el mandatario.

Trump volvía de esa manera al discurso de “ley y orden” que tanto convence a su base, con un llamado a acabar con las “irresponsables palabras de incitación” contra los policías.

El mandatario hacía así una aparente referencia al movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”), que denuncia un aumento de la violencia policial contra los afroamericanos y ha espoleado protestas en varias ciudades del país en los últimos años.

La Casa Blanca quiere también atraer atención a la gira que el mandatario emprenderá este viernes, su primer viaje al extranjero, en el que visitará Arabia Saudí e Israel, así como Sicilia (Italia) y Bruselas para participar en las cumbres del G7 y de la OTAN, y el Vaticano para reunirse con el papa Francisco.

Trump recibió en la Casa Blanca al príncipe heredero de Abu Dabi, jeque Mohamed bin Zayed al Nahyan, con quien habló de los mismos temas de seguridad y lucha antiterrorista que quiere destacar en su parada en Arabia Saudí.

“Es un gran honor tener con nosotros al jeque Mohamed, un hombre al que ya conocía, una persona muy especial”, dijo Trump al recibir a su homólogo emiratí en el Despacho Oval.

Según la Casa Blanca, con su visita a Arabia Saudí, Trump quiere alentar a sus socios en el Golfo Pérsico y otros países árabes “a dar pasos nuevos y audaces para promover la paz” en la región, ante amenazas como “el Estado Islámico (EI), Al Qaeda, Irán y el régimen (del presidente sirio, Bachar) al Asad”.

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