Gobernador de Florida ordena construir un embalse de agua en los Everglades
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Miami — El gobernador de Florida, Rick Scott, firmó hoy una ley que ordena la construcción de un gran embalse al sur del lago Okeechobee (sur de Florida), y evitar así el vertido de algas tóxicas y químicos en los estuarios de la costa y proteger los Everglades.
Scott firmó en Miami la ley SB 10, impulsada por el senador republicano Joe Negron, que permitirá la compra de unos 60.000 acres (24.300 hectáreas) de tierras de cultivo al sur del citado lago.
La reserva tendrá capacidad para almacenar 78.200 millones de galones de agua en un espacio de hasta seis pies de profundidad en la denominada Área Agrícola de los Everglades (EAA), al sur del lago Okeechobee, el séptimo mayor del mundo de agua dulce, de unos 1.900 kilómetros cuadrados.
La importancia de la construcción de esta reserva radica en que servirá para “maximizar la reducción” de las descargas masivas de agua del lago Okeechobee hacia los estuarios de St. Lucie y Caloosahatchee, en la denominada “Costa del Tesoro” (sureste del estado).
Dicho vertido ha generado la proliferación de algas tóxicas, que han causado daño medioambiental y económico en amplias zonas costeras.
La organización ambientalista Audubon explicó esta semana a Efe que, con la aprobación de esta ley, “se reducirán las dañinas descargas de agua procedente del lago Okeechobee a los estuarios de la costa” y servirá para canalizarla, una vez limpia, hacia el sur de los Everglades.
Asimismo, el plan supone un compromiso claro en la conservación del amenazado ecosistema del humedal de los Everglades, el mayor de Norteamérica.
Audubon advierte desde hace tiempo de la “crisis ecológica” que sufre el ecosistema del estado a raíz del vertido al mar de millones de galones de agua con residuos procedente del lago Okeechobee.
Los ambientalistas habían alertado hace mas de un año de que los análisis de las descargas de agua del lago Okeechobee en los estuarios de Saint Lucie habían dado positivo en “fósforo y nitrógeno procedentes de aguas pluviales, residuales, fertilizantes y residuos de la industria ganadera”.
Ello contribuyó a un ambiente favorable al desarrollo, como así sucedió, de algas verdes tóxicas y pestilentes que han ocasionado un grave problema ecológico y daños económicos a las zonas afectadas.