Jeanie Buss deja en claro que ella es la que manda en los Lakers
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Justo cuando parecía que Jeanie Buss había hecho una limpia total, el palacio de los Lakers está siendo atacado repentinamente por dentro en lo que parece ser un intento de golpe de estado que es insidioso y triste a la misma vez.
Dos hombres despreciados están tratando de quitarle su corona en una acción que está repleta de rencor y que apesta a desesperación. El hecho de que estos dos tipos son sus propios hermanos, haría al fallecido patriarca de la familia, Jerry Buss, llorar de pena.
Hace dos semanas, Jeanie removió a Jim Buss de su puesto como el jefe de los Lakers, y parece que ahora él quiere desquitarse.
Tras un vacilante paso como dueño del equipo angelino de la liga profesional de básquetbol femenino, las Sparks, Johnny Buss se despareció de los reflectores hace años, y ahora parece que quiere dar de que hablar una vez más.
Ni Jim, ni Johnny quieren que su hermana maneje a los Lakers. Para esta semana entrante habían programado una junta de accionistas para derrocarla, sin embargo, los abogados de ella acabaron con esta amenaza en lo que fue la mejor jugada defensiva que la quinteta angelina ha hecho en toda la temporada.
Lo único que le falta a esta situación es que Shakespeare relate todas las acciones jugada a jugada.
Todo lo sucedido aparece en los documentos de la corte que fueron reportados primero por el Los Angeles Times el viernes pasado. Por el momento, los dos hermanos dieron un paso hacia atrás después de que los abogados de Jeanie buscaron una orden de restricción temporal en la Corte Superior de Los Ángeles.
Lo que intentaron restringir era el golpe de estado que estaba programado para el 7 de marzo. De acuerdo con los documentos, Jim y Johnny iban a usar la junta de accionistas para alterar la lista de directores de los Lakers con el propósito de excluir a Jeanie y quitarle todo su control sobre el equipo.
Esta medida iría en contra de los deseos, que están legalmente establecidos, del padre de ellos, Jerry Buss, quien dejó en claro que tras su muerte, la cual ocurrió en 2013, Jeanie sería la propietaria controladora de los Lakers.
Ya en la corte el viernes pasado, los mayores de los hermanos Buss, alzaron la bandera blanca y cancelaron la junta, pero un juzgado de sucesiones fue programando para mayo. Puede ser que la batalla de Jeanie para mantener el control de su equipo apenas ha comenzado.
“No hay duda que este es el principio y no el fin de los juegos legales”, dijo el abogado de Jeanie, Adam Streisand.
Por el otro lado, Robert Sacks, uno de los abogados de los dos hermanos Buss, alegó que no había “ningún problema” y que Jeanie se había “inexplicablemente apresurado en ir a la corte”.
Pero los documentos muestran que la amenaza fue real y que la misión de los dos hermanos fue truncada solo porque surgió la posibilidad de que hubiera una acción legal en su contra. Pero no hay nada que les puede impedir que lo intenten de nuevo.
Streisand fue el abogado que ingenió la compra de los Clippers por parte de Steve Ballmer. Ahora, se le está pidiendo que salve a los Lakers.
No es nada bueno que Jim regrese a administrar a una franquicia a la que casi deja en la ruina. Johnny por su cuenta, es más conocido estos días por su trabajo con JBU Photo, un estudio fotográfico, que según su portafolio en línea, produce fotografías artísticas de mujeres semidesnudas.
Ninguno de los dos parece tener la capacidad para manejar a un equipo de básquetbol, y esto hace a uno pensar que a lo mejor hay algo más de por medio que lo deportivo.
Tal vez solo lo hacen por el dinero. Tal vez están intentado de que los otros cuatro miembros de la familia Buss, que juntos son dueños del 66% del equipo, les compren sus acciones. Johnny tiene 60 años de edad y Jim 57, quizás en esta etapa de sus vidas para ellos es preferible quedarse con una inmensa tajada de dinero de una vez que esperar sus cheques de dividendos anuales, que suelen ser de 10 millones de dólares.
O tal vez todo tiene que ver con la envidia. A lo mejor debido a que ellos son los hermanos mayores, pensaban que el control de los Lakers les correspondía. No se puede olvidar que Jim hace a algunos años se reúso a retener al entrenador Phil Jackson cuándo este estaba comprometido para casarse con Jeanie.
O tal vez ambos están molestos con Jeanie debido a su decisión de reemplazar a Jim con su aliado de mucho tiempo, Magic Johnson, sin haber llevado a cabo una búsqueda completa.
Ya que la junta fue programada justo tres días después de que Johnson fue contratado, tal vez esto fue una respuesta de los dos hermanos a lo que ellos vieron como una falta de diligencia debida por parte de Jeanie.
Sea cual sea las razones de ellos, esta situación no es solo una pesadilla para Jeanie, sino que también es una para los aficionados de los Lakers. Desde que falleció Jerry, todos se han preguntado si la excéntrica familia es capaz de sobrevivir los tiempos difíciles. ¿Sin el pegamento que los unía, de qué manera se podrán mantener juntos?
Dadas las circunstancias, parece que no lo están haciendo muy bien, y desafortunadamente, esto no sorprende a muchos dentro del mundo de la NBA.
Lo que pasó el viernes en una corte del centro de Los Ángeles hace más fuerte el estereotipo de que los Lakers son disfuncionales y caóticos. Todo esto devalúa los pasos que Jeanie ha tomado en las últimas semanas con el propósito de restaurar la credibilidad como marca deportiva de la organización. Para los potenciales agentes libres, el desorden puede empañar la mejor sonrisa de Magic Johnson cuando él intente convencerlos para que se vistan de purpura y oro.
Como Streisand dijo, esto todavía no se acaba. Con cubetas de dinero, equipos de abogados y ataques de todos lados, los mayores de los hermanos Buss seguramente seguirán tratando de despojar a Jeanie de su corona. Sí hay una fisura en el testamento de su padre, la encontrarán; solo una victoria en el juzgado de sucesiones acabará con la batalla.
Sin embargo, si la intención de los dos hermanos era de mermar a su hermana con este embate inicial, pues han fracasado. Al presentar la orden de restricción, Jeanie escuchó el sonido de las espadas afuera de su puerta y actuó de inmediato para aplacarlas. Fue la segunda medida de peso en el mismo número de semanas que Jeanie ha tenido que tomar. Ha mostrado que ya no se quedará sentada silenciosamente en su asiento del Staples Center.
En un día en el que salió a la luz que su autoridad absoluta estaba en peligro, Jeanie ciertamente mostró quién es la persona que tiene todo el control. Ahora más que nunca, para que los Lakers pueden salir de esta situación de locura, ella tendrá que mantenerse en su lugar.