Convencer a latinos que Trump es la mejor opción, podría ser el trabajo más difícil
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LOS ANGELES TIMES — Será difícil encontrar un ejemplo de éxito latino como la historia de Helen Aguirre Ferre.
Su familia, de origen nicaragüense, del lado de su padre, empezó uno de los primeros periódicos en español en Miami en la década de los ‘50s, facilitando la transición de las olas de migrantes en el exilio que escaparon de Cuba, luego de que Fidel Castro tomara el control de la isla. Su suegro, quien es nacido en Puerto Rico, se convirtió en el primer alcalde latino de la ciudad en los años de los ‘70s y ‘80s, promoviendo a Miami como la capital multicultural.
Fue cuando Aguirre Ferre inició su propia historia como columnista, presentadora de televisión y radio, en dos idiomas. Como Presidenta del colegio comunitario más grande de la nación: Miami Dade, trajo respaldo político vigoroso y ayuda financiera a los inmigrantes que vivían en el país en forma ilegal, y quienes estaban buscando un poquito de la prosperidad del país.
Así que fue más que un gran salto, y nada menos que sorprendente para los que la conocen, ya que Aguirre Ferre dejó a un lado las críticas hacia Donald Trump para convertirse en su jefa de mercadotecnia a nivel nacional para atraer a los votantes latinos.
Este puesto podría ser uno de los más difíciles en la política, el director de comunicaciones para la comunidad hispana del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés), quien tiene la responsabilidad de aparecer en la televisión defendiendo al mismo hombre que una vez comparó con un ‘perro callejero’; además, tratar de ganarse a los votantes latinos que está profundamente escépticos.
“El RNC tiene suerte de tener a alguien como ella, pero no me pudieron pagar lo suficiente”, dijo Rudy Fernández, exfuncionario del RNC y del expresidente George W. Bush. Fernández ayudó a Bush a incursionar con los latinos en su reelección del 2004; además trabajó de cerca con Aguirre Ferre para construir el apoyo público en el 2013 para la reforma migratoria, una medida que Trump a tachado de amnistía.
Su predecesor en el RNC se fue en junio, según se reportó, por su desacuerdo en trabajar para elegir a Trump. Otros latinos republicanos de alto perfil, incluyendo miembros de la delegación del Congreso de Miami, el alcalde y activistas que aparecen en la nomina del Consejo de Asesores Latinos han renunciado a la campana del magnate, quien a nivel nacional tiene el apoyo de solo uno de cada cinco latinos.
En los primeros tres meses desde que Aguirre Ferre tomó el trabajo, ella ha aparecido en CNN defendiendo al hombre, quien “nos ha pateado como perritos” y ha sido confrontada por la gente, quien una vez le llamo una defensora, y ahora ha sido objeto de campañas que buscan sacarla de su puesto –voluntario- en el Colegio Miami Dade.
Aguirre Ferre – de 58 años de edad, y quien es muy querida en ambos lados del espectro político que ahora enfrenta- parece no tener la necesidad de tener que enfrentar los dolores de cabeza que podrían generarle este puesto, en este momento en su carrera.
“Es un error que hubiera esperado hacer a mis 25 años de edad”, dijo José Dante Parra, un estratega demócrata, quien encabeza la responsabilidad de atraer a la comunidad latina, del senador y líder demócrata, Harry Reid, y quien frecuentemente a debatido a Aguirre Ferre en su show de radio.
“No puedo, por mi vida, imaginar en qué acabara este juego. No puede ser efectiva cuando va con los medios hispanos”, agrega. “La mitad del tiempo, ella tiene que pasar defendiéndose por su criticismo en el pasado hacia Donald Trump”.
“Quiero tener una voz”, dijo Aguirre Ferre en una entrevista recientemente. “Quiero poder trabajar en algo que verdaderamente yo creo”.
A la pregunta de qué era lo que exactamente significaba esto, ella no inició mencionando a Trump, en lugar, ella mencionó tener un espacio en el Partido Republicano y la necesidad de llegar a las comunidades que, en su opinión, han consentido a los demócratas.
“No estoy promocionando a Donald Trump”, insiste. “Yo hablo de los valores del Partido Republicano y la visión que representamos, pero como partido”.
Más tarde, luego de presionar un poquito, finalmente aclara.
“Yo creo en Donald Trump y voy a votar por él”, afirma.
Trump, agrega repetidamente, es mejor que Hillary Clinton. Es un tiempo único y los votantes quieren una visión diferente, agrega, mencionando una lista de posiciones convencionales del Partido Republicano como las regulaciones financieras, seguridad nacional y el seguro médico.
¿Y no fue el presidente Obama el verdadero ‘Deportador en jefe’?, subraya, utilizando el término utilizado por los activistas demócratas, quienes han atacado el récord de deportaciones de Obama.
Incluso, con esos argumentos, el magnate ha puesto a Aguirre Ferre en posiciones complicadas.
¿Acaso ella está de acuerdo con Trump en que dice que México está mandando, en el mayor de los casos, a violadores y narcotraficantes?
No
¿O cuando declaró que se debería prohibir la entrada al país a todos los musulmanes?
No
¿O cuando cuestionó la imparcialidad del juez de Indiana solo por ser de ascendencia mexicana?
“Creo que el Sr. Trump…”, no puedo comentar por un momento, pero enseguida dijo brevemente con una sonrisa tranquila. “En el tema del juez, no estoy de acuerdo”.
Personas que conocen a Aguirre Ferre creen que ella vino al RNC con la esperanza de suavizar la retórica de Trump y sus políticas de migración. O por lo menso a proteger al Partido Republicano. En una declaración breve, Jeff Bush, el exgobernador de Florida, y con quien Aguirre Ferre trabajó en las primarias, alabó la amistad de Aguirre Ferre y su compromiso con el partido y los valores conservadores.
Cuando su suegro, Maurice Ferre, el ex alcalde del Partido Demócrata, le preguntó si ella estaría apenada por haber tomado el trabajo para ayudar a Trump, ella inmediatamente se refirió al partido.
“Si sacas a gente como Helen fuera del Partido Republicano, entonces lo que estás haciendo es dejar el partido en la extrema derecha”, dijo Ferre, de 81 años de edad. “[Y eso], es lo peor que puede pasar”.
Aunque el tiempo para influenciar a Trump es limitado. Dos días antes de que Trump diera su discurso sobre inmigración en Arizona, no tuvo el tiempo para hablar con él sobre el tema. Y ni siquiera sabía lo que el magnate iba a decir.
“No estaba segura cuál sería su política sobre migración”, agregó.
Ella solo había estado con Trump dos veces, y habían sido juntas de grupo, indicó.
“Es afable, y un anfitrión muy atento”, dice. “Cuando hace una pregunta, siempre está muy decidido a escuchar. Le encanta escuchar las sugerencias y conversaciones de la gente, todo se lo graba y luego formula sus propias ideas”.
Después de que Trump dijera su discurso –culpando a los migrantes ilegales en el país por ‘innumerables’ muertes y pérdida de empleo; además de exponer su plan para deportar a millones de personas y subrayando nuevos límites de la ley de migración- varios de los simpatizantes latinos que han estado en juntas con Trump y Aguirre Ferre dijeron que ya no podían apoyar a Trump, incluyendo uno que dijo que su discurso había sido muy ‘divisorio’.
Aguirre Ferre dijo que su propio apoyo no ha mermado y que a pesar de que dos miembros del consejo asesor se salieron, más apoyos serán agregados. Indica que si Obama hubiera presionado por una reforma migratoria cuando los demócratas tenían el control del Congreso, este problema se hubiera solucionado.
Para muchos en la comunidad, la transformación de Aguirre Ferre de una comentadora de radio hablando siempre, y sin pelos en la lengua, de temas políticos, a ser trabajadora de tiempo completo de un candidato poco popular ha sido demasiado.
Gaby Pacheco, una activista de migración a nivel nacional, conoció a Aguirre Ferre hace más de 12 años, cuando Pacheco era presidenta del cuerpo estudiantil en el Miami Dade College y activista que defendía a los estudiantes que viven en el país de forma ilegal y que más tarde se convertiría en el movimiento de los Dreamers.
Pacheco llegó a Estados Unidos de Ecuador con su visa de turista cuando tenía siete años de edad. En el 2006, Pacheco despertó para darse cuenta que su familia había sido detenida y puesto en un proceso de deportación. Muchos de los líderes con conexiones políticas se involucraron y pudieron ayudar a su familia, quien pensó que la redada había sido motivada por el activismo de Pacheco.
En ese tiempo, Aguirre Ferre le prometió a Pacheco que la iba ayudar en todo lo que necesitara y a través de los años, ellas han hablado regularmente, muy a menudo en los shows de televisión y radio de la, en ese tiempo locutora.
“Ella posiblemente es una de las mujeres latinas más valientes que conozco”, dijo Pacheco. “Cuando el colegio tenía estudiantes sin documentos, ella hizo todo lo que pudo para apoyarlos en su causa”.
Después de iniciarse un movimiento que pide que Aguirre Ferre renuncie a su puesto de Presidenta del colegio. Pacheco le llamó para pedirle que se mantuviera en la Junta. Sin Aguirre Ferre, el gobernador de Florida, Rick Scott, elegirá su reemplazo y miles de estudiantes sin documentos que están en el colegio en estos momentos estarían en riesgo, comentó Pacheco.
Aunque el llamado para destituirla no fue uno que le produjo felicidad. Pacheco dijo que le indicó a Aguirre Ferre que se sentía triste por ella.
“¿Cómo alguien en su mente pueden estarse disculpando por este hombre, ser su diccionario y tratar de explicar lo que dice cuando todos claramente saben lo que ha dicho y significa?”, dijo Pacheco.
“Le dije que tengo gran respeto por ella”, recuerda Pacheco. “Pero el verla hacer esto es decepcionante”.
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