Millones de personas enfrentan problemas de drogadicción mientras el mundo discute qué hacer
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Mientras los líderes del mundo se reunen en Nueva York para lo que muchos han llamado la cumbre más importante sobre drogas ilegales en dos décadas, una cosa está clara: el mundo tiene un problema serio de drogadicción.
A nivel mundial, aproximadamente 246 millones de personas usan drogas ilícitas, y 1 de cada 10 de esos usuarios sufren de desórdenes relacionados con dicho problema. De los casi 12 millones de personas que se inyectan estupefacientes, al menos 1.6 millones también tienen sida (VIH), mientras ligeramente más de la mitad sufren de hepatitis C. Cada año, 200,000 personas sufren muertes relacionadas con drogas, como sobredosis.
Y, según la Oficina Antidrogas y Crimen de la ONU, EE.UU. es el principal consumidor, seguido de Australia, Canadá, España, Israel y Uruguay. El Centro Nacional de Adicción y Abuso de Sustancias reportó que 10% de estadounidenses de 12 años y mayores dijeron que habían utilizado una droga ilícita el mes pasado.
Los norteamericanos también son los mayores consumidores cuando se trata de opioides prescritos y marihuana, que se mantiene como la droga más usada en el mundo, según la agencia antidrogas de Naciones Unidas.
En el mundo entero había aproximadamente 182 millones de usuarios de cannabis en 2013, más que todas las otras drogas combinadas.
Alrededor del 8.5% de estadounidenses mayores de 12 años reportaron haber consumido marihuana en el 2014, según estadísticas del Centro Nacional de Adicción y Abuso de Sustancias. Ha habido un incremento leve del uso de marihuana, debido en gran parte al aumento de aceptabilidad de la droga, su legalidad en algunos estados, y la percepción de que causa menos daño que otras drogas, según Linda Richter, directora de investigación de políticas y análisis de la organización.
Mientras la hierba se mantiene como la droga más utilizada, todavía se queda atrás de los opiáceos, cocaína, anfetaminas y el éxtasis en términos de sustancias que presentan el riesgo más alto de daño, según la agencia. Afganistán vio el empleo desenfrenado de opiáceos en 2009, el último año del que se tienen datos disponibles. El empleo de anfetaminas era el más frecuente en Filipinas en 2008, mientras la cocaína era la más utilizada en España en 2011, y el éxtasis dominó en Nueva Zelanda en 2007.
Yury Fedotov, director ejecutivo del departamento antidrogas de la ONU, dijo que su agencia ha notado ciertas tendencias en términos del empleo global de drogas ilegales. Por ejemplo, mientras el uso de cocaína está disminuyendo o se estabiliza en Europa y Norteamérica, ha aumentado en algunas partes de Sudamérica, y en el Oeste y Este de África, mientras los criminales buscan expandir sus mercados en las áreas que antes eran vistas sólo como rutas de tránsito, dijo Fedotov en comentarios escritos al L.A. Times. La heroína también está siendo confiscada en esas regiones, y laboratorios de metanfetamina han sido encontrados en países de África occidental, añadió.
Mientras tanto, el empleo de estimulantes tipo anfetamina, sobre todo la metanfetamina, está aumentando en el Este y Sureste de Asia y el uso de opiáceos creció en algunos países donde había disminuído o se había estabilizado, como EE.UU., donde hubo un aumento del suministro de heroína barata y un incremento de muertes relacionadas con esa droga, dijo Fedotov.
También hubo una alza en el uso del analgésico fentanilo, que los funcionarios de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) dicen que los distribuidores usan para darle una mayor potencia a la heroína, a un costo más bajo.
Según la DEA, aproximadamente 700 personas murieron a consecuencia del fentanilo y sus análogos a nivel nacional entre finales de 2013 y finales de 2014, los últimos años de los que hay estadísticas disponibles.
En India, el uso del opio —que es utilizado para producir la heroína— está fuera de control en el norteño estado de Punjab, en gran parte debido al tráfico a lo largo de la frontera con Paquistán, según especialistas de salud locales. Pero el cannabis también se ha vuelto popular, sobre todo en áreas urbanas, dijo Anand Nadkarni, director del Instituto para la Salud Psicológica en Maharashtra y fundador de un centro de rehabilitación en la ciudad occidental de Pune.
Nadkarni dijo que el aumento del uso de marihuana era en parte debido a “un mito perpetuado por aquellos en el comercio que dicen que el cannabis es una droga suave y es legal en EE.UU.”.
Hamid, de 34 años y residente de Mumbai, en la India, dijo que se está recuperando de una adicción que comenzó cuando usó el hachís.
“El hachís fue la entrada a este mundo y poco después experimenté con otras drogas”, dijo Hamid, que no quiso dar su apellido debido a la sensible naturaleza de sus circunstancias. “Mi educación universitaria se derrumbó y mi familia se alejó”.
Él dijo que comenzó a robar para costear su adicción y terminó en la cárcel durante tres años, antes de darle un giro a su vida.
El padre Joe Pereira, que encabeza la Fundación Kripa contra las adicciones en Mumbai, dijo que en sus 35 años de trabajar con drogadictos ha notado que la edad promedio de los consumidores cayó de entre 45 y 55 años a principios de los años 80 a entre 14 y 24 años en la actualidad.
“Hoy los jóvenes consiguen empleos y comienzan a ganar buen dinero temprano en la vida”, dijo Pereira. “Lugares de trabajo como centros telefónicos, donde trabajan principalmente jóvenes, han sido penetrados por el consumo de las drogas”.
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