¿Será Loretta Sánchez una estrategia ganadora?

Loretta Sánchez está tratando de convencer a los votantes de que es la candidata más preparada para reemplazar a Barbara Boxer, que después de 19 años en el Congreso, es una experta en asuntos de seguridad nacional y está perfectamente posicionada para asumir las prioridades nacionales en el Senado.

Entonces ¿por qué se sigue obstaculizando a sí misma?

La carrera para reemplazar a Boxer ha sido algo aburrida, con la fiscal general Kamala Harris recaudando dinero detrás del escenario y haciendo muy poco esfuerzo en cuanto a las apariciones públicas. Sánchez, la demócrata de Orange County, ha pasado gran parte de su tiempo en Washington, desempeñando su trabajo diario.

Pero Sánchez ha irrumpido en la atención del público dos veces y no de buena forma. La primavera pasada, días después de entrar en la carrera, eclipsó su propia aparición en la convención demócrata del estado al imitar un grito de guerra para referirse a los nativos americanos. Y este mes se estuvo disculpando cuando, en medio de una reacción política después de los asesinatos terroristas de San Bernardino, dijo que hasta un 20% de los musulmanes apoyan la violencia en contra de occidente.

Ha dedicado gran parte de los siguientes días en aclarar su comentario: Había estado hablando de los musulmanes en todo el mundo, no quiso decir que todos actuarían violentamente, la estimación del porcentaje venía de los analistas, no de ella.

Incluso si todo eso fuera cierto, planteó una nueva pregunta: ¿No es lo suficientemente difícil competir contra Harris, la favorita y adinerada demócrata, sin tener que competir también contra ti misma?

Hasta el momento, el eslabón más débil en la contienda para el Senado es el elemento más básico: los candidatos. Harris ha sido golpeada por las noticias que informaron que su campaña ha realizado gastos de hoteles de lujo, vuelos caros y una serie de asesores de campaña. A partir de finales de septiembre, había gastado el 40% de los casi $6 millones de dólares que había recaudado.

Sánchez ha estado dirigiendo una operación sencilla y ha recaudado menos de $2 millones. Eso hace que sea más importante que juegue un partido sin errores.

“Loretta no lleva adornos”, dijo John Hanna, director de asuntos gubernamentales para el Consejo Regional de los Carpinteros del Suroeste, en una entrevista realizada la semana pasada después de que el sindicato que representa a 35,000 carpinteros del sur de California endosó a Sánchez. “Pero ¿sabes qué? Preferimos a alguien que tropiece mientras trabaja que a los políticos cuidadosamente presentados”.

La cautelosa campaña de Harris no era en lo que Sánchez se estaba enfocando la semana pasada. Estaba jugando la carta de experiencia, un movimiento interesante en un año en el cual el sentimiento anti establecimiento ha gobernado la política.

“Tengo 19 años de experiencia realizando el trabajo en el Congreso de Estados Unidos”, dijo en una entrevista. “Así que conozco a los jugadores, conozco a los líderes mundiales. Tengo una experiencia con la que ninguno de ellos cuenta, la cual es la seguridad nacional, la estrategia militar, lo que estamos haciendo en el mundo y nuestras relaciones, así como tantas otras áreas comprobadas.

“Sé cómo sacar votaciones difíciles cuando existe presión”, agregó.

Harris ha trabajado duro para hacer que su elección parezca inevitable, entrando a la carrera poco después de que Boxer anunció su salida y alineando un montón de endosos para persuadir a otros candidatos fuertes a salirse de la contienda. Sánchez también ha comenzado a acumular endosos competitivos, incluido el de los carpinteros.

Sánchez tiene una ventaja que no estuvo disponible para ninguno de los rivales demócratas de Boxer: las dos primeras reglas del estado indican el candidato que tenga mas votos en la eleccion de junio, sera el que reuna el apoyo del partido

Sánchez está en una posición fuerte para realizar la contienda en contra de Harris. La participación de los latinos y los residentes del sur de California se encuentra en su punto más alto en las elecciones generales presidenciales, por lo que en teoría Sánchez ganaría su apoyo de junio a noviembre.

Harris ha ganado dos contiendas sucesivas como fiscal general, pero más allá de lo legal tiene muy poca experiencia en asuntos federales. Mientras reúne fuerza, Sánchez espera convencer a los californianos de que, a pesar de sus estallidos ocasionales de publicidad negativa, puede realizar un b uen papel.

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