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Científicos sorprendidos al encontrar un pez con un pulmón

Esto es un hallazgo impresionante: Los científicos dicen que han descubierto un antiguo vestigio de pulmón en el celacanto, un pez de aletas lobuladas que está relacionado con el antiguo nadador que evolucionó en todos los tetrápodos, incluyendo a los humanos.

El hallazgo, descrito en la revista “Nature Communications”, ayuda a llenar algunos vacíos en este misterioso linaje del árbol genealógico de los peces, y nos da una idea de la posible apariencia de estos peces hace unos 410 millones años.

Los seres humanos, como todos los mamíferos, reptiles, anfibios y aves, son tetrápodos: animales vertebrados de cuatro patas que descendieron todos de un pez ancestral. Este antepasado habría sido un pez de aletas lobuladas - algo diferente de los peces con aletas radiadas, de los salmones a las sardinas que actualmente llenan los océanos. Los peces de aletas lobuladas tenían aletas redondeadas y carnosas, y también tenían pulmones al igual que branquias, lo que les permitía respirar aire.

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Algunos peces de aletas lobuladas aún sobreviven hoy en día en las aguas del mundo, incluyendo el apropiadamente denominado pez pulmonado, así como el celacanto. El celacanto se había considerado extinto, conocido solamente por el registro fósil, hasta que la especie Latimeria chalumnae fue descubierta en 1938 y aclamada como un “fósil viviente” - una especie primitiva que aparentemente había conservado las características físicas de sus antepasados desaparecidos hace mucho tiempo.

Sin embargo ese es un nombre inapropiado, dijo Paulo Brito, paleontólogo de la Universidad Estatal de Río de Janeiro en Brasil, co autor del artículo.

“En realidad, los fósiles vivientes no existen”, dijo Brito. “Si están vivos, no son fósiles.”

Después de todo, existe una diferencia de aproximadamente 70 millones de años en el registro de los celacantos fósiles más recientes y los existentes, o los que aún viven en la actualidad. Así que probablemente en este tiempo estos peces han realizado muchas adaptaciones que podrán o no ser evidentes al observar un esqueleto fósil.

Mientras que los investigadores consideran que el celacanto, al igual que su primo el pez pulmonado, debe tener un pulmón, ha resultado sorprendentemente difícil de encontrar. Algunos pensaban que un órgano graso en el cuerpo del pez que se creía que servía para controlar la flotación, podría haber sido el pulmón original.

Pero de acuerdo con el registro fósil, los antiguos pulmones de los celacantos estaban calcificados - es decir, tenían una serie de placas óseas a su alrededor que podrían haber ayudado a regular la expansión y contracción. Ya que los órganos y tejidos blandos no sobreviven en los fósiles, estas placas óseas podrían ser el regalo que los científicos estaban buscando.

Así que para este nuevo artículo, los científicos buscaron estas placas óseas en los animales aún vivientes - y las encontraron en torno a un órgano diferente, que era completamente independiente de la vejiga natatoria grasosa.

“Cuando encontramos estas placas, fue un día muy, muy feliz”, dijo Brito.

Los investigadores utilizaron tomografías de rayos X para escanear especímenes de celacanto en diferentes edades, incluyendo embriones, jóvenes y adultos. En las etapas embrionarias tempranas, los animales jóvenes parecían tener un pulmón relativamente grande y potencialmente funcional - pero a medida que el animal crecía, el crecimiento de los pulmones se hacía más lento. Para cuando el celacanto moderno llega a la edad adulta, el pulmón es meramente residual.

“El pulmón entonces no tiene ninguna función en absoluto... al igual que nuestro apéndice”, dijo Brito.

Mientras que el ancestro de estos celacantos modernos probablemente tenían un pulmón funcional (aunque primitivo), el pulmón puede haber perdido su funcionalidad a medida que el pez se trasladaba a aguas cada vez más profundas, más lejos de la superficie, lo cual hizo que a la larga fuera innecesario un órgano para respirar aire.

De hecho, es posible que la razón por la cual estos animales perdieron su función pulmonar sea la misma razón por la que todavía sobreviven actualmente. Los peces viviendo en aguas más profundas habrían estado más seguros del calor abrasador que asoló la superficie del planeta después de que el asteroide que acabó con los dinosaurios cayó en la Tierra hace unos 66 millones de años.

“Este estudio nos mostró el verdadero pulmón del celacanto existente”, escribió en un mensaje electrónico Yoshitaka Yabumoto, un ictiólogo del Museo de Historia Natural e Historia Humana de Kitakyushu en Japón, quien no participó en el artículo. “Ahora sabemos que los celacantos, incluyendo especies existentes, tienen un pulmón calcificado. Esto es único en los vertebrados y nos podrá dar una pista para conocer el origen y desarrollo de los pulmones en la evolución de los vertebrados”.

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