La acumulación de nieve en la Sierra Nevada está en su nivel más bajo en 500 años
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Cuando el gobernador de California Jerry Brown estuvo parado el 1ro de abril en una pradera sin nieve de la Sierra Nevada y ordenó restricciones al uso del agua sin precedentes debido a la sequía, fue la primera primavera en 75 años de observación que la zona carecía de nieve.
Ahora, seis meses después, los investigadores dicen que el bajo nivel de la capa de nieve de este año podría ser mucho más histórico – e inquietante – de lo que previamente se creía.
En un artículo publicado el lunes en la revista Nature Climate Change, los científicos estiman que la reciente capa de nieve de la Sierra Nevada fue la más baja que se ha tenido en más de 500 años.
“Estábamos esperando que el 2015 fuera extremo, pero no como esto” dijo el autor principal del estudio Valerie Trouet, una paleoclimatologista de la Universidad de Arizona.
El documento es el último en una serie de estudios que han intentado caracterizar la profundidad de la sequía de cuatro años de California y colocarla en un contexto más amplio.
Mientras que esos estudios han utilizado los registros de los anillos de los árboles y otros representantes para calcular la temperatura, la precipitación y la sequedad, este es el primer estudio en examinar específicamente las nevadas de la Sierra Nevada.
La capa de nieve es un factor clave en el suministro de agua de California: El derretimiento de la nieve de la Sierra Nevada ayuda a reponer y mantener las presas del estado y proporciona al estado con aproximadamente un tercio de su agua. Debido a esto, los investigadores y los funcionarios del estado comenzaron a monitorear la capa de nieve en la década de 1930 y han establecido 108 estaciones de medición a lo largo de la Sierra Nevada.
Esta primavera, los investigadores encontraron que el equivalente de agua de nieve del 1ro de abril fue tan sólo el 5% del promedio desde que se comenzó el monitoreo. En el caso de la pradera en Phillips – en donde Brown ordenó las restricciones al uso del agua – la capa de nieve de la primavera generalmente alcanzaba una altura de 5 1/2 pies durante esa época del año.
Para reconstruir las pasadas condiciones de nieve, Trouet y sus colegas compararon los datos de las estaciones de informes, así como dos estudios previos de anillos de los árboles. El primer estudio involucró datos de 1,500 árboles de roble azul del año 1400 y fue utilizado para calcular la precipitación. El segundo estudio utilizó los datos de los anillos de diferentes árboles para hacer un modelo climático de las temperaturas del pasado.
“Lo que sabemos sobre la nieve y la forma en cómo varía de año en año, es que hay dos factores climáticos importantes que juegan un papel”, dijo Trouet. “Uno de ellos es la cantidad de precipitación que cae y la otra es la temperatura que existe en el momento de la caída de esa precipitación. Con temperaturas más altas, la precipitación va a caer como lluvia”.
Cuando los investigadores colocaron todos los datos en una cronología, vieron qué tan excepcional fue la nevada del 2015: La posibilidad de que tal “sequía de nieve” afectara a toda la Sierra Nevada más de una vez en cada 500 años era menos del 5%, concluyeron los investigadores.
Para las elevaciones más bajas de la montaña, en donde las temperaturas son más cálidas, el periodo de retorno se calculó en 1,000 años. En las elevaciones más altas, en donde las temperaturas son mucho más probables de alcanzar el congelamiento y causar que cualquier precipitación caiga como nieve, el periodo de retorno fue tan solo de 95 años.
Los investigadores señalaron que mientras que la precipitación total de California se disminuyó en el 2015 dentro de los límites de la variabilidad natural, las temperaturas de invierno estaban entre las más altas que se hayan registrado. El calentamiento global amenazó con acortar el periodo entre los eventos de repetición, de acuerdo a los autores.
“Con el calentamiento antropogénico, esas temperaturas altas van a ir en aumento”, dijo Trouet. “Podemos suponer que el intervalo de retorno se va a reducir”.
Los científicos dijeron que la investigación ayudó a poner en perspectiva a la actual sequía de California.
El trabajo ofrece “otra pieza del rompecabezas en una imagen cada vez más convergente de una sequía de California realmente excepcional”, dijo Benjamin Cook, un científico del clima del Instituto Goddard para Estudios del Espacio de la NASA, quien no estuvo involucrado en la investigación.
Y aunque los pronosticadores dijeron que cada vez era más probable que un potente El Niño diera como resultado un otoño e invierno más húmedo de lo normal, podría no contribuir a una gran capa de nieve.
“Este invierno las temperaturas podrían ser más cálidas de lo habitual, a pesar de una mayor probabilidad de presentar condiciones húmedas”, escribió Daniel Swain, un estudiante de doctorado en ciencias del sistema terrestre y ambiental de la Universidad de Stanford y el autor del California Weather Blog
“En ese sentido, el presente documento es muy relevante”, escribió Swain, quien no estuvo involucrado en la investigación. “Incluso con una mayor precipitación, la nieve en las elevaciones más bajas podría estar por debajo del promedio si las temperaturas son cálidas”.
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