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OPINIÓN: ¿Un complot internacional?

La estrategia de crear "complots", le ha generado a AMLO grandes apoyos
La estrategia de crear “complots”, le ha generado a AMLO grandes apoyos de sectores de la población que tiene resentimientos ancestrales hacia esos “enemigos”.
(Archivo.)

AMLO, el presidente mexicano, como muchos otros políticos, particularmente los líderes populistas, ha recurrido con frecuencia a la construcción de enemigos que se asocian y conspiran para destruirlo. La historia ha demostrado que, en el corto plazo, esa estrategia es políticamente rentable y genera cohesión en torno a ese tipo de liderazgo. En el largo plazo sus bondades son mas discutibles, sin embargo, ese largo plazo tarda años en llegar y mucho del daño es casi irreversible o por lo menos de muy difícil y lenta recuperación.

Combinado con sus cualidades comunicacionales y el acento del sureste, acuñó el término de “compló” que aparece sistemática y frecuentemente, en sus discursos desde por lo menos 2006 cada que algo no está saliendo bien. Basta poner las palabras “AMLO complot” en cualquier buscador y se encontrarán centenas de citas que asocian las dos palabras (AMLO es ya casi una palabra).

Hasta ahora, ese “compló” había venido desde la oposición, la derecha, los conservadores, los neoliberales, los fifi, los medios o los intelectuales y analistas pagados por sus enemigos. Incluso se les ha llamado golpistas, lo cual sin duda es un exceso. La estrategia le ha generado apoyos de sectores amplios de la población que tiene resentimientos ancestrales hacia esos “enemigos” y de algunos analistas.

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Por supuesto que esos enemigos existen, pero no es eso lo relevante sino cómo se recurre a la estrategia del “compló” para evadir los temas y distraer. Es como cuando se descubre una infidelidad en los correos electrónicos de la pareja y al reclamarle, él o ella sólo discute con vehemencia e indignación que, al consultar sus mensajes sin autorización, se violó su intimidad y la confianza entre ellos. Y algunos de los ofendidos caen en el juego sin tener la habilidad para establecer que en realidad se trata de dos problemas y no de uno.

Todo esto viene a cuenta porque ahora se está construyendo un “compló” internacional. Efectivamente, a raíz del descubrimiento de los lujos con los que su hijo vive en Houston y la gran cantidad de preguntas sin respuesta que han surgido en torno a ese tema y que apuntan a actos de corrupción y conflicto de interés, muchos de ellos introducidos al tratar de aclarar el asunto, como no alcanza ni convence a nadie el “no somos iguales” o “mis hijos no tienen nada que ver con el gobierno”, se ha recurrido al “compló” internacional en el que intervienen otros países.

Primero se trató de posicionar el tema del resentimiento con España que solo es relevante para AMLO y su círculo más intimo. Los mexicanos no somos anti-españoles. El intento no funcionó y la generalización de unas cuantas empresas al gobierno y pueblo españoles fue un exceso.

Se recurrió entonces al anti-yanquismo. Partiendo de que la organización que descubrió la llamada casa gris en la que su hijo vivió en Houston recibe financiamiento de una agencia estadounidense se está construyendo un “compló” engendrado y dirigido desde Estados Unidos. Un despropósito que puede implicar efectos negativos para México en muchos terrenos. Sobretodo porque no tiene sustento.

Ciertamente, detrás de la organización MCCI (por sus siglas en español) que hizo la investigación de los lujos del hijo de AMLO, hay figuras turbias que tienen una agenda de poder contraria a AMLO, pero ellos no inventaron los lujos del hijo ni la serie de contradicciones en las que él mismo cayó en sus explicaciones.

USAID, la agencia a la que se refiere AMLO al afirmar que el gobierno de Estados Unidos financia organizaciones para atacarlo, fue fundada por John F Kennedy para contribuir al desarrollo, sostenibilidad democrática y la reducción de la pobreza mas allá de estrategias asistenciales. Sin duda tiene un tufo intervencionista pero opera en México desde finales de los años 70, no financia a MCCI para oponerse a AMLO sino para investigaciones en contra de la corrupción y es la agencia que administrará los recursos que Estados Unidos aportará a la expansión de los programas de AMLO en Centroamérica y que han sido festejados como un logro mexicano. Un poco de congruencia no estaría mal.

En el camino, desde Estados Unidos han surgido cuestionamientos hacia México acerca de temas diversos, como por ejemplo los periodistas asesinados, el mas reciente en boca del senador republicano Ted Cruz que ciertamente, de manera oportunista, aprovecha las circunstancias para criticar al gobierno de Biden, pero el problema es real, en México el periodismo es una profesión de altísimo riesgo.

En la ausencia de colaboradores que le hagan ver lo equivocado de esta estrategia y los riesgos de que el inventado “compló internacional” se haga realidad, es muy probable que AMLO siga por este camino. Se extraña un verdadero secretario de Relaciones Exteriores hoy transformado en precandidato aparentemente más preocupado por halagar a su jefe que por conducir la política exterior mexicana.

* Jorge Santibáñez es presidente de Mexa Institute

TW: @mexainstitute

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