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México presenta modelo sanitario para prevenir enfermedades crónicas

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presentó hoy un modelo de atención sanitaria con el que el país transitará progresivamente de un modelo centrado en la “curación” a otro volcado en la “prevención” de enfermedades crónicas, para que los ciudadanos ganen años de vida saludable.

Este nuevo modelo, que por el momento se está aplicando a manera de prueba en el norteño estado de Nuevo León, está ideado para que los ciudadanos puedan prevenir cuatro males: diabetes, las enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama y de páncreas.

Hasta ahora, “el modelo mexicano se ha caracterizado por ser muy resolutivo” en tratamientos que se aplican cuando el paciente ya llega a las instituciones de salud con enfermedades crónicas, dijo a Efe el director del IMSS, Mikel Arriola.

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En contraposición, este esquema confía en la tecnología para hacer que el tratamiento se haga en la atención primaria (la unidad familiar) y no en el hospital.

La primera herramienta en este seguimiento preventivo es una calculadora en línea en la que el ciudadano introduce ciertos datos -talla, peso, antecedentes familiares, hábitos de nutrición y ejercicio- que le indicarán si se encuentra en una situación de riesgo de sufrir alguna enfermedad crónica en el futuro.

A partir de esta identificación, la idea es que se haga un seguimiento personalizado -con la ayuda de una nueva Unidad de Inteligencia Preventiva- y que el paciente lo acompañe de un estilo de vida saludable.

Las enfermedades que se planea atender con este modelo son algunas de la que golpean más duramente a la salud de los mexicanos.

El pasado año, México declaró una alerta epidemiológica por diabetes, la cual es la segunda causa de muerte entre los afiliados al IMSS.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa y generan 138 muertes al día, mientras que el cáncer de mama y el de próstata, en sexto y octavo lugar, respectivamente, provocan 7 fallecimientos al día.

No obstante, tanto la diabetes como las enfermedades cardiovasculares son prevenibles, mientras que estos dos tipos de cáncer, si se identifican en sus primeras etapas, tienen una tasa de supervivencia superior al 90 %.

Para el 2050, se planea ganar, gracias a este esquema, “un millón de años de vida saludable”, por lo que “la población del IMSS escalaría de manera muy importante en su esperanza de vida”, que actualmente es de 75 años, apuntó el director.

De acuerdo con Arriola, estas cuatro enfermedades crónicas cuestan al IMSS aproximadamente 85.000 millones de pesos (4.464 millones de dólares), y en 2050, si no se emprenden acciones, esta cifra podría aumentar a cerca de 350.000 millones (18.381 millones de dólares).

“El seguro social se volvería claramente no financiable; ni siquiera duplicando las cuotas podríamos llegar a financiar este tipo de enfermedades”, señaló.

Si un ciudadano llega “20 años antes” de que padezcan las causas de estas enfermedades crónicas, “el tratamiento es en la unidad y no es costoso”.

Por ejemplo, agregó el director, una atención en la unidad familiar cuesta unos 20 pesos (1,05 dólares), pero una cama en especialidades de un hospital alcanza los 14.000 pesos (735,1 dólares).

Asimismo, el modelo pretende reducir un 13 % el gasto de pensiones por invalidez y fallecimiento, así como un 7 % el gasto por subsidios de enfermedad.

De los 74 millones de afiliados al IMSS, únicamente el 50 % acuden a las unidades familiares. Las personas que no van a recibir esta atención es porque “están trabajando”, señaló Arriola.

Por este motivo, se tiene pensado contar, mediante convenios, con la colaboración de las empresas, para que estos inviten a sus empleados a utilizar la calculadora en línea y les den horas libres para que puedan realizarse los chequeos.

Dentro de seis meses, el Instituto contará con la información suficiente para saber si el modelo pasará a aplicarse en otro estado del país.

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