Los regentes de la UC se enfrentan a una disputa con el gobernador Brown por el aumento propuesto en la matrícula y las cuotas
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Los regentes de la Universidad de California enfrentan una confrontación con el gobernador Jerry Brown mientras se preparan para votar, este miércoles, sobre un plan para aumentar la matrícula y las cuotas de servicios estudiantiles para el próximo año académico.
El incremento propuesto ascendería al 2.7% -o $342- para los estudiantes del estado.
Brown se opone a cualquier aumento, aunque su propuesta de presupuesto 2018-2019 le daría al sistema de universidades públicas de investigación, comprendido por 10 campus, $34 millones menos de lo que la entidad esperaba. En los últimos años, el líder del estado había incrementado el presupuesto base de la UC en un 4%. Para este año, sugirió conceder el 3%.
Más aún, recientemente el gobernador declaró que los funcionarios de la UC deben vivir dentro de sus posibilidades, reducir los costos e “involucrarse más creativamente en el proceso de volver la educación más asequible”.
George Kieffer, presidente de la Junta de Regentes de la UC, remarcó que los fondos propuestos por el gobernador ni siquiera estarían al ritmo de la inflación. En una entrevista, aseveró que la UC tendrá que recaudar más dinero para proteger la célebre calidad de la universidad mientras encuentra formas de reducir costos. “El gobernador tiene razón en que toda la educación superior pública necesita ajustarse a las nuevas realidades de financiación y la educación superior pública lo está haciendo”, aseguró. “Tenemos el deber fiduciario de proteger la universidad y a los estudiantes... [y] expresar lo que, según creemos, son las necesidades de la joya de la corona de este estado”.
Si los regentes votan para aumentar la matrícula a pesar de la oposición de Brown, el gobernador podría reducir el financiamiento estatal de la UC cuando revise su plan presupuestario, en mayo.
H.D. Palmer, portavoz del Departamento de Finanzas de Brown, no confirmó si el gobernador tomaría esa medida. Sin embargo, relató que Brown le dijo a la UC en mayo pasado que planeaba reducir su incremento anual al 3% para el próximo año, y les advirtió que cualquier aumento en la matrícula podría provocar “ajustes adicionales a la baja en el apoyo estatal” para cubrir los incrementos en becas Cal Grants para alumnos necesitados, que se activan automáticamente por los aumentos de matrícula.
El incremento propuesto por la UC incrementaría la matrícula y las cuotas de los estudiantes de California a $12,972 para 2018-2019. Los no residentes pagarían un adicional de $978 en matrícula suplementaria, y su total quedaría así en $28,992.
El aumento, de ser aprobado, sería el segundo consecutivo. El alza del año pasado siguió a seis años con la matrícula al mismo costo. Pero los funcionarios de la UC argumentan que el incremento de la ayuda financiera cubriría los costos más altos para más de la mitad de los 180,000 estudiantes universitarios residentes en California que actualmente no pagan matrícula. Estos también recibirían aproximadamente $100 más cada uno para otros gastos, como vivienda, comida y libros.
Los funcionarios sostienen que los aproximadamente $137 millones que se recaudarían mediante el incremento pagarían por más ayuda financiera, el crecimiento de la inscripción, más profesores, cursos, becas para estudiantes graduados, servicios de salud mental, orientación y asesoramiento académico, actualizaciones tecnológicas, apoyo de bibliotecas y mantenimiento de edificios. La propuesta para ascender la matrícula y las cuotas aplaza un plan para incrementar las contribuciones al fondo de jubilación de los empleados.
Los estudiantes planean protestar por el aumento propuesto en la reunión de regentes, que se realizará en UC San Francisco. Algunos presionaron para lograr un voto retrasado, que les daría más tiempo para cabildear a Sacramento en busca de apoyo adicional.
Según Kieffer, el aumento propuesto de Brown del 3% representaría solo 1.3% más para el presupuesto educativo básico de la UC. El financiamiento estatal cubre únicamente el 45% de ese presupuesto, dijo, y la inflación creció un 2.5% el año pasado.
Según Palmer, el estado aumentó los fondos de la UC en $1,200 millones desde 2012. Pero los funcionarios universitarios sostienen que el dinero disponible por alumno de las contribuciones estatales, matrículas y cuotas, y los fondos universitarios generales ha disminuido cerca de $11,000 -o un 31.2%- en dólares constantes desde el año 2000. Durante ese tiempo, la UC sufrió el aumento de los costos de la ayuda financiera, las pensiones y también tuvo un crecimiento récord de inscripción, de 90,000 estudiantes.
“Estamos perdiendo la batalla”, remarcó Kieffer. “Apoyo [un aumento de matrícula] porque los rectores lo han solicitado y están haciendo recortes con todo tipo de esfuerzos para reducir los gastos”.
El año pasado, agregó, los campus de la UC colectivamente ahorraron $300 millones al ordenar bienes y servicios como un sistema. Las autoridades también están ahorrando al reducir los beneficios de pensión para los nuevos empleados y trabajando para ayudar a los alumnos a graduarse más rápidamente, indicó.
Durante su reunión, también se espera que los regentes voten sobre las reformas para evitar que los empleados de la UC interfieran en las auditorías estatales de la Oficina del Presidente, tal como se descubrió que dos de los principales ayudantes hicieron el año pasado. También considerarán nuevas políticas para evitar que los campus rescindan indebidamente las ofertas de admisión, como ocurrió en UC Irvine el verano pasado.
Traducción: Diana Cervantes
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