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California sigue adelante con un plan de informe escolar codificado por colores, a pesar de las críticas de DeVos

Cuando Betsy DeVos habló con un grupo de líderes de la educación en Washington, la semana pasada, sobre su insatisfacción con los esfuerzos de los estados para cumplir una importante norma educativa, le dio a California una sutil llamada de atención.

Un estado, consideró la secretaria de Educación, “tomó un concepto sencillo, como un tablero con códigos de colores, y logró hacerlo casi indescifrable”.

Se refirió así al Tablero Escolar de California (California School Dashboard), la herramienta de clasificación escolar codificada por colores que es el centro del plan estatao para cumplir con la ley Every Student Succeeds. California y el Departamento de Educación de DeVos han debatido por meses sobre cómo cumplir con esa norma.

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Every Student Succeeds Act, norma conocida como ESSA (por sus siglas en inglés), es el reemplazo que la administración Obama creó en 2015 para la norma No Child Left Behind Act, y responsabiliza a los estados por la correcta educación de todos los grupos de estudiantes. Mientras que la ley No Child Left Behind Act adoptaba un enfoque prescriptivo, basado en puntajes de prueba para evaluar la calidad de las escuelas, ESSA da a los estados más libertad para diseñar sus propios sistemas.

La respuesta de California fue el tablero, cuyo objetivo fue cambiar el enfoque de las calificaciones escolares de los puntajes de los exámenes a una mayor variedad de medidas, que incluyen las tasas de graduación, las suspensiones y la preparación para la universidad y las carreras.

Los funcionarios estatales insistieron en seguir su propio curso, al que llaman “the California Way”. Pero se están dando cuenta de que DeVos, a pesar de su apoyo abierto para el control local de las escuelas -por el que recientemente elogió al gobernador Jerry Brown- le da a California menos libertad de acción de lo esperado.

Los funcionarios estatales sostienen que seguir el modelo “the California Way” significa encontrar la mejor manera de ayudar al grupo de alumnos excepcionalmente diverso del estado. Es por eso que se enfocaron en alinear el plan para satisfacer la norma ESSA con una ley estatal, la Fórmula de Financiamiento de Control Local. Pero mientras que la fórmula de financiamiento requiere que el estado identifique y ayude a todos los distritos escolares de bajo rendimiento, ESSA exige que los estados intervengan y ayuden a las escuelas con pobre rendimiento, en forma individual.

En diciembre pasado, los funcionarios de educación federal informaron a los funcionarios estatales que su plan para cumplir con ESSA tenía fallas significativas. En enero de 2018, la Junta de Educación de California votó para enviar un plan revisado a Washington, a pesar de que todavía faltaba un componente clave.

Los funcionarios del estado volaron a D.C. en febrero pasado y se reunieron con el secretario auxiliar de DeVos, Jason Botel, para encontrar un camino a seguir. Botel les indicó que debían revisar el tablero sobre algunos temas.

La junta estatal había planeado votar para presentar otro borrador del plan en la reunión de esta semana. Pero a última hora del martes, menos de 24 horas antes del comienzo de la reunión, el personal de la junta recomendó esperar hasta abril para expedirse sobre algunos de los mayores cambios. Aun así, la fecha límite de otoño de ESSA para que los estados comiencen a identificar las escuelas en problemas se acerca.

Las nuevas propuestas del estado incluyen el diseño de métricas más claras para calificar el rendimiento anual de grupos de estudiantes específicos y dar mayor peso a los puntajes de los exámenes en onceavo grado.

En cuanto al tablero, el plan es usar las métricas de dos maneras: para satisfacer los requisitos estatales y federales. “Mantendremos el enfoque que tenemos para el tablero, pero lo describiremos de manera diferente en el plan federal”, afirmó David Sapp, asesor adjunto de la junta estatal y director adjunto de políticas, en una llamada con líderes educativos, la semana pasada. El rendimiento y el aumento en los puntajes de las pruebas, por ejemplo, se combinan en el tablero; pero para los fines federales, el estado informará por separado.

“Me parece que intentan hacer cambios en el plan sin modificar el sistema”, aseguró Carrie Hahnel, directora adjunta de investigación y políticas en Education Trust-West, un grupo de defensa con sede en Oakland, enfocado en la equidad educativa. “Lo que eso me comunica es que están construyendo un sistema bifurcado nuevamente, que es exactamente lo que [la Junta Estatal de Educación] afirmó que no quería hacer”.

El estado no les ha dicho aún a los funcionarios federales cómo identificará al 5% de las escuelas de California con peor rendimiento, antes de intervenir para ayudarlas. Los funcionarios del estado esperaban comenzar por estudiar los distritos de baja performance, pero Botel rechazó la idea, explicó Sapp.

hace unos dias, los funcionarios estatales finalmente publicaron una nueva propuesta para abordar el problema -demasiado tardía para ser considerada en una votación esta semana-, que utilizaría diferentes combinaciones de colores en el tablero para hallar las escuelas con peor rendimiento.

Para leer este artículo en inglés, haga clic aqui:

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