Cuba recibió el impacto directo del huracán Irma (y puede haber evitado que Florida sufriera peores daños)
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Nieves Martínez Burgaleta, de 87 años, fue encontrada flotando en las inundadas calles frente a su casa en La Habana. Alberto Flores García, de 77 años, fue aplastado por un poste de electricidad arrancado por los vientos huracanados.
Yolendis Castillo Martínez, de 27 años, murió cuando un balcón dañado por la tormenta se derrumbó sobre el autobús en el que se encontraba.
El huracán Irma mató al menos a 10 personas durante las 72 horas que golpeó a Cuba, dañando a casi todas las regiones de la isla y dejando parte del pintoresco distrito histórico de La Habana bajo el agua, dijeron las autoridades.
Su colisión con Cuba y otras islas caribeñas socavó parte de su energía, posiblemente salvando a la Florida de daños peores. Cuando Irma llegó a la isla Marco, en la península de Florida, sus vientos habían caído de 185 mph a 130 mph. Aunque todavía era una tormenta enorme - con cerca de 400 millas de ancho - Irma terminó causando menos del daño catastrófico que muchos habían temido.
Cuba, sin embargo, no tuvo tanta suerte.
La tormenta llegó por primera vez a las 9 p.m. del viernes, estrellandose primero contra la costa norte de la isla y convirtiéndose en el primer huracán de categoría 5 en llegar a tierra en Cuba en más de 80 años. Irma no salió del país hasta el domingo por la tarde.
Dada la enorme circunferencia de la tormenta, pocas partes de la isla se salvaron. Incluso La Habana, a cientos de kilómetros de donde ocurrió el primer huracán, sufrió graves inundaciones y daños por el viento, con olas de hasta 30 pies dejando inundado el paseo marítimo conocido como Malecón.
Partes del histórico distrito de La Habana aún estában inundadas el martes, según el periódico estatal Granma, el cual calificó a las inundaciones “las más severas” que han afectado la costa de La Habana y dijo que las partes bajas de la ciudad estaban bajo al menos 5 pies de agua. Los videos mostraban utensilios de cocina flotando por las calles que se habían convertido en ríos y residentes usando colchones como lanchas.
El huracán también inundó las zonas costeras de Baracoa, una ciudad cercana al extremo oriental de la isla, que aún se recupera del huracán Mateo del año pasado, y de Matanzas, en el oeste.
A pesar de los caminos inundados y las casas sin techo, había una sensación de que la destrucción de la tormenta podría haber sido mucho peor.
Funcionarios gubernamentales atribuyeron la evacuación anticipada de alrededor de un millón de personas para salvar vidas.
El país desarrolló un sofisticado sistema de respuesta a huracanes tras el huracán Flora, una tormenta que en 1963 mató a 1.750 personas en Cuba.
El sistema incluye planes de evacuación permanente para cada hogar y ejercicios frecuentes. Cuando una gran tormenta como Irma se acerca, las personas cuyas casas están en riesgo son evacuadas a refugios, mientras que otras se mudan con amigos o vecinos que viven en estructuras más seguras.
El Consejo Nacional de Defensa Civil dijo que cinco personas murieron cuando sus hogares se derrumbaron: dos hermanos que murieron en La Habana cuando cayó un techo y tres hombres que no siguieron las órdenes de evacuación y murieron en sus casas en las ciudades de Ciego de Ávila, Matanzas.
Ramón Pardo Guerra, jefe del Consejo Nacional de Defensa Civil, dijo al periódico estatal que el daño a las plantaciones cubanas de banano, arroz y caña de azúcar era “incalculable”, aunque otro funcionario dijo que se destruyeron 1.200 millas cuadradas de caña de azúcar.
En un discurso público publicado posteriormente en Granma, el presidente cubano, Raúl Castro, dijo que la tormenta también dañó gravemente el sistema eléctrico de la nación, así como los principales destinos turísticos, como Varadero, un balneario popular entre los extranjeros.
Castro dijo que el gobierno trabajará para asegurarse de que esas áreas sean reparadas antes de la temporada de invierno para proteger la industria del turismo, que se ha convertido en una parte importante de la economía de la isla.
“Estos han sido días difíciles para nuestra gente, que en pocas horas ha visto destruido lo que fue construido con gran esfuerzo”, dijo Castro.
“Este no es tiempo para llorar”, dijo Castro, “sino para reconstruir lo que los vientos de Irma intentaron destruir”.
Los humanos no fueron las únicas víctimas.
El sitio de noticias Diario de Cuba informó que cientos de flamencos murieron en la isla de Cayo Coco.
A seis delfines le fue mejor.
Habitualmente alojados en un acuario en la isla de Cayo Guillermo, los delfines fueron transportados en helicóptero antes del huracán hasta una piscina de agua salada en el sur del país y sobrevivieron a la tormenta.
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