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China lanza misión a Marte en busca de signos de agua y evidencia de una posible vida antigua

Tianwen-1 Mars probe lifts off from southern China
Un cohete que lleva la sonda Tianwen-1 Mars despega el 23 de julio desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang en la provincia meridional china de Hainan.
(Cai Yang / Xinhua)

China lanzó el jueves su más ambiciosa misión, hasta ahora, a Marte, en un osado intento de igualar a Estados Unidos como país que ha posado una nave sobre la superficie del planeta rojo.

El cohete Long March-5 despegó bajo cielos despejados de la Isla Hainan, al sur del territorio continental chino, ante la mirada entusiasta de una multitud de espectadores al otro lado de la bahía.

“Esta es una especie de esperanza y de fuerza”, manifestó Li Dapeng, cofundador de Mars Society, un grupo de activismo a favor de la exploración espacial. Estuvo en el lugar vistiendo una camiseta de la organización y viendo el lanzamiento junto con su esposa, su hijo de 11 años y otros 2.000 espectadores.

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El comandante del lanzamiento, Zhang Xueyu, anunció en la sala de control que el cohete volaba normalmente unos 45 minutos después. “La sonda ha ingresado con precisión a la órbita programada”, dijo en breves comentarios que se muestran en vivo en la cadena estatal de televisión CCTV.

La agencia espacial china explicó que el cohete transportó la sonda por 36 minutos antes de colocarla exitosamente en el rumbo zigzagueante que la sacará de la órbita terrestre y la llevará a la de Marte y posiblemente más allá alrededor del sol.

Es la segunda misión a Marte lanzada esta semana, luego del lanzamiento de un cohete por parte de los Emiratos Árabes Unidos efectuado en Japón el lunes. Estados Unidos se dispone a lanzar Perseverance, su explorador más avanzado hasta ahora, hacia Marte desde Cabo Cañaveral en Florida la semana entrante.

“Es asombroso que otra nación esté deseosa de explorar Marte”, indicó Katarina Miljkovic, científica de planetas en la Universidad Curtin en Australia. “Es como un maratón espacial en el que todos los países desean participar”.

La nave espacial china tardará siete meses en llegar al planeta rojo, como los demás. Si todo va bien, Tianwen-1, o “Búsqueda de la verdad celestial”, buscará la existencia de agua subterránea, además de evidencia de una posible vida antigua.

Este no es el primer intento de China de llegar a Marte. En 2011, un orbitador chino que acompañaba a una misión rusa se perdió cuando la nave espacial no pudo salir de la órbita de la Tierra después de su lanzamiento desde Kazajstán y finalmente se quemó en la atmósfera.

Esta vez, China lo está haciendo solo. También es de seguimiento rápido, lanzando un orbitador y un rover en la misma misión en lugar de por separado.

El programa espacial secreto de China se ha desarrollado rápidamente en las últimas décadas. Yang Liwei se convirtió en el primer “taikonauta” chino en 2003 y el año pasado, Chang’e-4, se convirtió en la primera nave espacial de cualquier país en aterrizar en el otro lado de la luna.

Conquistar Marte pondría a China en un club de élite.

“Hay mucho prestigio en esto”, manifestó Dean Cheng, experto en programas aeroespaciales chinos en la Fundación Heritage en Washington.

El lanzamiento fue valiente, comentó el Dr. Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica. El próximo desafío es que la sonda “siga funcionando cuando llegue a Marte y sobreviva la entrada y el aterrizaje”.

Aterrizar en Marte es notoriamente difícil. Solo EE.UU ha aterrizado con éxito una nave espacial en suelo marciano, haciéndolo ocho veces desde 1976. Los rovers InSight y Curiosity de la NASA todavía funcionan hoy. Otras seis naves espaciales están explorando Marte desde la órbita: tres estadounidenses, dos europeas y uno de la India.

A diferencia de las otras dos misiones de Marte que se lanzarán este mes, China ha controlado estrictamente la información sobre el programa, incluso reteniendo cualquier nombre para su ‘rover’. Las preocupaciones de seguridad nacional llevaron a Estados Unidos a frenar la cooperación entre la NASA y el programa espacial de China.

En un artículo publicado a principios de este mes en Nature Astronomy, el ingeniero jefe de la misión Wan Weixing dijo que Tianwen-1 entraría en órbita alrededor de Marte en febrero y buscaría un lugar de aterrizaje en Utopia Planitia, una llanura donde la NASA ha detectado posibles evidencias de hielo subterráneo. Wan murió en mayo de cáncer.

El aterrizaje se intentaría en abril o mayo, según el artículo. Si todo va bien, se espera que el rover de 530 libras, del tamaño de un carrito de golf, alimentado por energía solar funcione durante unos tres meses, y el orbitador durante dos años.

La nave espacial de los EAU, Amal, o Hope, que orbitará Marte pero no aterrizará, es la primera misión interplanetaria del mundo árabe. El rover Perseverance de la NASA es el siguiente.

“En ningún otro momento de nuestra historia hemos visto algo parecido a lo que se está desarrollando con estas tres misiones únicas a Marte. Cada uno de ellos es una maravilla de la ciencia y la ingeniería”, dijo el director ejecutivo de la Fundación Espacial, Thomas Zelibor, en un panel de discusión en línea a principios de esta semana.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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