Comentario: Trump cierra la Convención Republicana con un potencial acto de ‘súper difusión’… de COVID-19, racismo y miedo

La última noche de la Convención Nacional Republicana (RNC, por sus siglas en inglés) contó con el presidente Trump pronunciando su largo discurso de aceptación de la nominación del partido desde el Jardín Sur de la Casa Blanca, dirigiéndose a una audiencia presencial de 1.500 partidarios en gran parte sin mascarillas, la mayoría de los cuales se sentaron a centímetros en lugar de pies de distancia y sudaban profusamente en el calor de agosto mientras aplaudían, silbaban y gritaban: “¡Cuatro años más!”.

El fervor fue contagioso en este posible evento de súper propagación, donde los partidarios burlaron las recomendaciones de los CDC para escuchar a Trump recitar la lista de éxitos de sus sueños, uno de los cuales fue lo maravillosamente que ha combatido la pandemia.

La apertura del evento de 2 horas y media fue un video con una voz en off del actor Jon Voight, criticando a los demócratas por “decirles qué ponerse” frente a las imágenes del oponente demócrata de Trump, el ex vicepresidente Joe Biden y su compañera de fórmula, la senadora de California Kamala Harris, usando mascarillas faciales.

Orador tras orador advirtieron sobre la terrible amenaza de una presidencia de Biden, el movimiento de Black Lives, China, la violencia de las ciudades controladas por los demócratas y la NBA, todo mientras se daba rienda suelta al COVID-19.

El portavoz Rudy Giuliani sudaba profusamente en su silla plegable mientras esperaba su turno en el micrófono común. Las cámaras captaron al ex alcalde de la ciudad de Nueva York secándose la frente sudorosa antes de inclinarse para hablar con una mujer a su lado, tocando su brazo con la misma mano que se limpiaba, mientras se le acercaba más.

Fue notable que el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, grabara sus comentarios a cientos de millas de distancia, en su estado natal de Kentucky, socialmente distanciado en un campo abierto. Atacó a los demócratas por decirles a los estadounidenses qué hacer, incluso cuándo pueden y no pueden ir a la escuela. Los republicanos “continuarán apoyando a las familias estadounidenses mientras derrotamos el coronavirus y recuperamos nuestra economía para ser la envidia del mundo”, dijo McConnell, con la alta hierba circundante como testigo.

La narrativa del Partido Republicano sobre los peligros de los “demócratas radicales” y lo maravillosas que han sido las cosas bajo el mandato de Trump, fue consistente en los comentarios del senador Tom Cotton (republicano por Arkansas), el líder de la minoría de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy (republicano por California) y, por supuesto, su propia hija, Ivanka Trump, quien también se desempeña como asesora de la Casa Blanca.

La pregunta era cómo el partido abordaría el tiroteo policial de esta semana contra un hombre negro desarmado, el posterior asesinato de dos manifestantes contra la brutalidad policial por un adolescente considerado un justiciero blanco, o los disturbios en curso en Kenosha, Wisconsin, y el resto del país, mientras continúa la acción iniciada tras la muerte de George Floyd esta primavera. Bajo Trump, el Partido Republicano ha complacido cada vez más a la derecha radical, aprovechando la xenofobia y el racismo para obtener votos y luego invitado a sus filas a los supreamacistas blancos.

A mitad de su discurso del jueves, Trump mencionó a Kenosha, pero no a Jacob Blake, a quien la policía le disparó siete veces en la espalda. Sus comentarios estaban principalmente al servicio de advertir a los estadounidenses sobre la violencia en las calles y cómo continuaría manteniéndolos a salvo si fuera reelegido. No importaba que ya hubiera jurado proteger a todos los estadounidenses, incluidos los asesinados a tiros en los últimos días, cuando prestó juramento.

La RNC se ha esforzado mucho durante la transmisión de la semana para destacar a los partidarios negros del presidente: es el preferido por el 8% de los votantes negros registrados frente al 89% de Biden, según el Centro de Investigación Pew. Pero, curiosamente, no se mencionó al fallecido Herman Cain, el ex candidato presidencial republicano y promotor de Black Votes for Trump que contrajo COVID-19 después de asistir a la última reunión masiva del presidente, en Tulsa, Oklahoma, y murió un mes después.

Durante una sesión informativa anterior el jueves dedicada al huracán Laura, Trump respondió al menos una pregunta sobre las protestas a nivel nacional por la justicia social. Tuvo que ver con la huelga de la NBA que comenzó el miércoles.

“Sé que la audiencia [de la NBA] es muy mala porque creo que la gente está un poco cansada de la NBA, francamente”, dijo Trump. “Sé que sus audiencias han sido muy malas y eso es lamentable. Se han convertido en una organización política. Y eso no es bueno. No creo que eso sea bueno para los deportes o para el país”.

Dado que se refería a los ratings de televisión, uno de sus temas favoritos y algo a lo que pocos de nosotros prestamos atención durante la avalancha de noticias de esta semana, aquí hay una introducción: el primer juego de playoffs de la NBA de ABC de esta temporada cayó un 21% en audiencia en comparación con el año anterior.

Sin embargo, la NBA todavía está teniendo un mejor desempeño que la RNC.

La convención del miércoles tuvo un promedio de 17.3 millones de espectadores en seis redes: ABC, NBC, CBS, CNN, Fox News y MSNBC. Eso es una caída del 31% con respecto a la misma noche en la RNC hace cuatro años, cuando los mismos seis medios atrajeron a 24.4 millones de espectadores. También es más bajo en la Convención Nacional Demócrata de la semana pasada, que atrajo a 22.8 millones de espectadores en su tercera noche.

Trump, igualmente, se está hundiendo en las encuestas nacionales, donde está detrás de Biden entre 7 y 14 puntos. Su mal manejo de la pandemia está a la vanguardia y es dudoso que la gran final de la RNC haya contribuido mucho a reforzar la confianza fuera de su base. Como siempre, con este hombre de negocios cuestionable convertido en presidente de reality shows, es importante leer la letra pequeña: el mensaje era “Vote por Trump y él lo mantendrá a salvo”. *

* COVID-19 excluido.

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