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David Beckham, Ricky Martin, Luke Evans y Ari Borovoy ahora son pelones gracias al coronavirus

Son famosos que han optadp por raparse la cabeza a falta de peluqueros disponibles por la cuarentena

Desde tiempos ancestrales y en muchas culturas alrededor del mundo, el cabello largo ha sido un símbolo de belleza, fuerza y hasta rebeldía.

En el mundo del espectáculo, tradicionalmente ha estado asociado con sensualidad y seducción, lo mismo en mujeres que en hombres.

Pero hasta eso ha sido afectado por la pandemia de Covid-19, pues famosos como David Beckham, Ricky Martin, Luky Ari Borovoy, todos ellos alguna vez de larga melena, hoy han decidido ¡raparse!

Recientemente, Luke cumplió 41 años y lo celebró con un pastel, confinado en una casa de playa junto a su pareja, el director creativo Rafael Olarra... Todo normal, hasta que, unos días después, reapareció pelón.

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Pero, ¿qué lo motivó a tomar la maquinita y el destino de su cabello en sus propias manos?

“En diferentes momentos y épocas, la gente se ha rasurado parte o toda la cabeza por diversa razones, incluyendo practicidad, conveniencia, desaliño, estilo, religión, castigo, cultura y estética”, escribió el actor galés junto a una imagen en Instagram.

Taron Egerton, Anthony Rapp, Riz Amhed, Cristiano Ronaldo, Iker Casillas, Carey Hart (esposo de Pink) y, conforme pasan los días, la lista de famosos que deciden raparse va en aumento.

Aunque casi todos ellos dicen que buscan cambiar de look o que su decisión es consecuencia del ocio y aburrimiento derivados de la cuarentena, los expertos ven en esta acción algo mucho más profundo, que a menudo involucra un duelo ante el encierro obligado.

“Es un símbolo de apropiación, de re-apropiarnos de nuestro cuerpo dentro de un contexto donde pareciera que el Gobierno restringe la libertad de movimiento. Más que una conducta de ocio, es un cambio, representa la fuerza y la liberación.

“Generalmente, asociamos los cambios con duelos. Así, raparse representaría el corte un duelo, pero en esta ocasión es uno que podemos elegir. Es como mantenerlo un poco controlado, como decir: ‘Esto que viene me va a doler, va a ser un proceso que me puede pesar o costar, pero me voy a hacer cargo de él’”, señala la psicóloga y terapeuta Mariel Calvo.

Bajo esa hipótesis, efectivamente, cada famoso ha escogido el día, la hora, los medios y la razón aparente del radical corte.

“Siempre quise saber cómo me vería totalmente rapado. Bueno, ¿qué mejor momento para descubrirlo que ahora que estoy en casa?

“Gracias a mi prometido @teerakeni (Ken I) por ayudarme a hacerlo, con su típico cuidado y atención al detalle. Recuerda: #StayHomeSaveLives”, escribió el actor Anthony Rapp (Star Trek) cuando se mostró pelón en Instagram.

Algunos, como Taron Egerton, lo han visto como una acción altruista, pues se unió al #CovheadChallenge, iniciativa que promueve la recaudación de fondos en apoyo a los trabajadores del Servicio Nacional de Salud en el Reino Unido.

“Y también porque no voy a poder ver a mi barbero por un buen tiempo”, comentó en tono de broma a Wales Online.

Sin embargo, en opinión de la experta, por lo general las personas no son conscientes de que deshacerse de su cabellera es parte de un proceso de cambio y duelo.

“Las sociedades nos movemos alrededor de símbolos y sobre ellos construimos nuestras verdades. A veces ni siquiera es necesario una racionalización o lógica para poder entender lo que estamos haciendo, mientras que el símbolo sea suficientemente poderoso para la persona. Eso da un mensaje claro de verdad”, señala Calvo.

A raíz del aislamiento obligado, muchos hombres han caído en la tentación de afeitarse la cabeza y comparten fotos de su hazaña en redes sociales, donde comentan que su nuevo look es producto de un momento de ansiedad y aburrimiento, aunque uno que otro sí acepta que se trató de un colapso emocional.

“El aislamiento me forzó a hacerlo”, escribió el presentador inglés Mark Wright en Instagram.

Pero no se trata de un arrebato similar al que llevó a Britney Spears a raparse en 2007, ¿o sí?

“El grado de expectativa y sobreexigencia para los hombres en la vida social es muy alta. Tienen un nivel en el que no pueden demostrar emociones, reacciones que no estén permitidas más que el enojo.

“El corte es una forma de expresión de todas esas emociones, y es una manera en la que el hombre puede controlarlas y no pierde su masculinidad”, explica la especialista.

Así, raparse, considera Calvo, es en última instancia un acto de vulnerabilidad disfrazado de valentía.

“Hemos dañado mucho nuestro concepto de masculinidad como sociedad, manteniendo que (los hombres) no pueden expresar sus emociones. A los hombres, la expresión corporal de las emociones se les tiene muy limitada al enojo; entonces, cortarse el cabello parecería una nueva forma de expresar tristeza o miedo, inclusive.

“Es un duelo muy permisivo, en distintas etapas de la vida tienen permitido raparse (servicio militar, por ejemplo)”.

Y, sin embargo, duele ver su vulnerabilidad “pelona”.

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