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Omar Chaparro asegura que los Platino prueban la unidad iberoamericana

El actor mexicano Omar Chaparro, durante una entrevista en Ciudad de México (México).
El actor mexicano Omar Chaparro, durante una entrevista en Ciudad de México (México).
(José Méndez/EFE)

Del cine a la televisión, pasando por la radio, Omar Chaparro ha alcanzado el éxito de mil formas, pero ahora le llega un nuevo reto al mexicano: ser el maestro de ceremonias de la VII edición de los Premios Platino Xcaret del Cine Iberoamericano.

“Los latinos tenemos el poder de juntarnos y de hacer algo con mucho corazón (...). Estos premios son una muestra clara de unidad iberoamericana y me emociona mucho ser parte de ello”, aseguró.

Tras un 2019 espectacular en el que triunfó con cintas como “No manches Frida 2”, “Como caído del cielo” o “Tod@s caen”, Chaparro presentará la gran gala de los Platino el 3 de mayo en el teatro Gran Tlachco de Xcaret (México).

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¿Cómo afrontas el reto de ponerte al frente de los Premios Platino Xcaret del Cine Iberoamericano?

Lo acepto con mucho entusiasmo porque sé la importancia de estos premios. Si te soy honesto, me tomó por sorpresa. Cuando me invitaron dije: “¿Los Platino? Son nuestros Óscar”. Es un agasajo para mí. Estoy muy emocionado y entusiasmado de ser parte y vamos a hacer un gran show.

Santiago Segura y Cecilia Suárez fueron los presentadores el año pasado. ¿Cómo te sientes tomando su relevo?

Un poquito presionado, la verdad. Para mí, Santiago Segura es de los mejores actores y comediantes de Iberoamérica. Es una estafeta bastante pesada de cargar, pero me dejo llevar, fluyo. Y como dicen, “Dios nunca pone retos con los que no podamos”. Voy a tomarlo de la mejor manera, sin dejar de ser yo: tratar de divertirme y ser lo más profesional posible.

Algunos premios, como los Óscar, han decidido no tener presentador. ¿Qué debe tener un buen maestro de ceremonias?

Ay, caray (risas). Es que a lo mejor digo cosas que debe tener un presentador y que yo no tengo. “Un presentador debe ser alto, guapo...”, y yo no tengo nada de eso (sonríe). Honestamente, creo que primero de nada debe ser auténtico. Lo más difícil, no solo en los premios sino en la vida misma, es ser auténtico: descubrir exactamente quién eres, qué quieres ser y atreverte a quitarte las caretas y a ser tal cual eres.

A fin de cuentas, es cuando la gente tiene más empatía y conexión: cuando nota que alguien está siendo honesto y auténtico. Y voy a estar muy cobijado porque es un equipo muy grande de escritores, productores, directores... Estos premios se deben hacer como el cine mismo: en equipo y sin estrellas individuales.

Fuiste como invitado en 2019. ¿Qué fue lo que más te sorprendió?

Ver tantas estrellas de tantos países, tan diferentes, y que muchas veces no se conocen entre ellos. Cecilia Suárez es muy famosa en México, pero a lo mejor no la conocen tanto en Argentina. Estos premios hacen una celebración universal, homogénea, para que todo el mundo la disfrute y la entienda.

¿Cómo ayudan los Platino Xcaret a unir a la industria latina?

Nos ponen en el “spotlight” [bajo el foco]. Nos voltean a ver no solo en Iberoamérica sino que Hollywood y otros países ven que los latinos tenemos el poder de juntarnos, de unirnos, de unificar y de hacer algo con mucho corazón.

En Estados Unidos se habla a veces, sobre todo ciertos políticos, de las carencias que tienen los hispanos o latinos, específicamente los mexicanos, como dijo el presidente [por Donald Trump] de que solo eran rateros y violadores... Pero los latinos tenemos una cualidad enorme que es la creatividad. Somos medio desordenados a veces, nos gusta la fiesta, poco responsables [sonríe], pero cuando nos unimos en un objetivo común podemos ganarle al mejor. Estos premios son una muestra clara de unidad iberoamericana y me emociona mucho ser parte de ello.

¿Y cómo ves el panorama iberoamericano respecto a Hollywood?

Empezamos a aceptar y a mirar nuestras propias cualidades como latinos, a contar nuestras historias con honestidad y sin pretensión. Hace algunas décadas, tratábamos de copiar al gigante, de imitar lo que hacía Hollywood, pero con nuestros presupuestos es imposible siquiera acercarnos. Pero cuando empezamos a contar nuestras historias desde nuestro ángulo y nuestra trinchera, son ellos los que voltean a vernos. Series de “streaming” como “La casa de papel” o “La casa de las flores” me ponen muy orgulloso.

2019 fue un año muy exitoso para ti. ¿Cómo te planteas este?

Estoy llegando a una edad en la que no me gusta esperar a que hablen a la oficina para decir que hay un buen guion. Trato de salir, buscar, crear, incluso escribir o juntarme con gente que tiene muchas ganas y sueños.

Voy a empezar a producir una película criticando el problema de la inmigración en EE.UU. yendo al género dramático. Se llama “The Wingwalker” y es la ópera prima de Alonso Álvarez. También estoy escribiendo un guion con Martha Higareda aprovechando esta dupla que, bendito dios, la gente ha aceptado tan bien.

Una de las cosas que más admiran tus fans es tu versatilidad. ¿Te queda algún desafío especial por cumplir?

Ser tan hiperactivo ha sido siempre un arma de dos filos: radio, televisión, teatro... No pretendo presumir: simplemente, creo que uno nace con este niño interior que tiene una música por dentro y tiene que seguir esa música.

Me he equivocado, he cometido errores, pero siempre he seguido mi corazón. Ahorita quiero enfocar mi carrera en el cine, las series y la música, pero ya mañana no sé: si me despierto queriendo ser campeón de boxeo, a lo mejor lo voy a hacer [sonríe].

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