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El caso de Julión Álvarez no puede tomarse a la ligera

No es un secreto para nadie que los artistas del género regional mexicano han sido señalados en diversas ocasiones como partícipes al menos indirectos del narcotráfico, sobre todo cuando pertenecen al rubro de los que interpretan los controvertidos narcocorridos.

Es por eso que no llama realmente la atención lo sucedido el miércoles de esta semana, cuando se anunció que el popular cantante Julión Álvarez había sido sometido a sanciones por parte del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos debido a su supuestos vínculos con personas relacionadas a dicha faceta del mundo criminal.

No se trata de un asunto individual, claro, porque hay otras personalidades mencionadas en el asunto, como el astro del fútbol mexicano Rafael Márquez y 22 sujetos más; pero como esta sección se dedica al entretenimiento, decidimos centrarnos en el exintegrante de Banda MS.

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Para ser claros, el vocalista de 34 años desarrolló su carrera en Mazatlán, pero nació y creció en Chiapas, una región que no se ha identificado nunca con los corridos; y él mismo se ha hecho conocido por sus temas románticos, aunque ha incursionado ocasionalmente en el estilo ‘pesado’, como lo prueba un álbum suyo del 2009 que se titula “Corridos privados”. Hasta donde tenemos entendido, su disco más reciente, “Ni diablo, ni santo” (2016), dejaba completamente de lado las referencias al ‘narco’, aunque hablaba de fiesta y de despilfarro.

En todo caso, el único escándalo en el que se había metido Álvarez iba por otro lado, ya que se trató de una polémica generada ante unas palabras suyas que lo encontraron asegurando que las únicas mujeres “que le servían” son las que saben trapear.

Durante una conferencia de prensa desarrollada en un hotel de Beverly Hills en mayo del 2016, el artista se refirió al hecho (“estoy aprendiendo, porque ha sido una etapa que no me había tocado hasta ahora; mi carrera siempre ha sido a punta de trabajo y no de chismes”, dijo), pero se negó a dar disculpas (“nunca fue con la intención de ofender a nadie y no me siento con culpa de nada”, agregó); y está pasando algo semejante con la situación actual.

Al cierre de nuestra edición impresa, Álvarez se había negado a dar entrevistas a los medios de comunicación; pero lo que sí había hecho es usar su cuenta de Facebook para realizar una sesión de video en vivo en la que proclamó su inocencia.

“Yo me he dedicado a hacer música; gracias a Dios no tengo la necesidad de muchas de las cosas que me están acusando”, afirmó allí. “Son cuestiones de envidias, de celos; no sé si políticas también”.

Sea como sea, no le bastará con dar declaraciones para librarse del problema. Fuera de que su fan más conocido (el presidente Enrique Peña Nieto) borró ya de su cuenta de Instagram una foto tomada al lado suyo, se le ha quitado la visa de entrada a la Unión Americana, lo que perjudicará sin duda su carrera. Obviamente, esto es solo el inicio de un caso preocupante.

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