Iñárritu revela a ‘The Revenant’ ante la prensa latina... pero con mucha brevedad
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Los Ángeles — Como lo han dicho ya los entendidos, la carrera por los Premios de la Academia y los galardones semejantes que se otorgan a lo más destacado del cine hecho en el 2015 va a ser particularmente reñida, debido a que, en esta ocasión, y a diferencia de los años inmediatamente anteriores, no hay una o dos películas marcadamente favoritas en lo que respecta a la apreciación de los críticos.
Pero eso no impide que una de las que está llamando más la atención sea “The Revenant”, un fastuoso y despiadado ‘western’ invernal que se estrena este viernes y que, además de contar con una impresionante interpretación del astro hollywoodense Leonardo DiCaprio en el papel de un explorador del siglo XIX que sobrevive el brutal ataque de un oso salvaje para vengarse de los ingratos compañeros que lo abandonaron en su peor momento, cuenta con la participación esencial de dos artistas de origen mexicano y de reconocimiento inmediato: el director y coguionista Alejandro González Iñárritu y el director de fotografía Emmanuel Lubezki.
Luego de que su película anterior, “Birdman”, se llevara tres Oscar (Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Fotografía), Iñárritu se ha convertido no solo en el cineasta latino más solicitado del que se tenga memoria en los tiempos modernos, sino también en uno de los más buscados dentro del universo hollywoodense, lo que tiene que ver sin duda con las dificultades que se le han presentado a la prensa hispana para hablar con él. De hecho, en esta ocasión, hubo que conformarse con una conferencia que iba a durar supuestamente 15 minutos, pero que alcanzó con las justas los 10, ya que la conversación en un hotel de Beverly Hills fue intempestivamente cortada por una publicista que se lo llevó sin disculpa alguna para una entrevista televisiva.
En ese breve lapso de tiempo, fue imposible preguntarle al cineasta por su trabajo con DiCaprio o por la impresionante escena de pelea contra un oso que figura en el filme, y que recurrió según todos los indicios a tecnología digital (“¿quién te dijo que se hizo con CGI?”, fue lo único que le pudimos arrancar mientras salía); pero sí pudo hablar de los desafíos de un rodaje que se realizó entre regiones particularmente gélidas de Canadá y Argentina y que, según los informes, resultó tan duro que varios trabajadores del equipo técnico renunciaron o fueron despedidos en medio del proceso.
“La mejor manera de describir una película de este tamaño la dio [Stanley] Kubrick cuando dijo que algo así es como tratar de escribir un poema montado en una montaña rusa; es muy fácil perderse cuando hay tantas circunstancias adversas y situaciones que enfrentar, tanto técnicas como conceptuales y financieras”, dijo Iñárritu. “Para lograrlo, tienes que subordinar todo al espíritu que buscas, y eso es justamente lo que pasó aquí, porque luchamos como gatos boca arriba para lograr lo que se necesitaba”.
El temperamental realizador mexicano se sorprendió ante una pregunta de HOY acerca del método de filmación extremadamente naturalista de esta cinta. “¿Qué tiene de raro filmar en locaciones auténticas y con luz natural? Es como si alguien se sorprendiera porque quieres comida de verdad y no genéticamente modificada”, protestó. “¿Hay acaso mejor luz que la luz del sol? De todos modos, no hay manera de iluminar todo un bosque. Fue difícil en el plano logístico, pero no me imagino a David Lean tratando de justificar que hizo ‘Lawrence of Arabia’ en el desierto”.
“Claro que [lograr lo que se logró] implicó mucho trabajo y muchos sacrificios; una película como esta te mata, y tienes que revivir varias veces”, comentó luego. “Esta ha sido por mucho la cinta más difícil de mi carrera, y no volvería a hacer [algo así], porque estoy loco, pero no soy estúpido; sin embargo, no le cambiaría absolutamente nada, porque la aprecio con mucha pasión”.
Cuando otro reportero le habló de la competencia que tienen ahora las producciones cinematográficas ante la abundancia de contenidos elaborados en la televisión, Iñárritu afirmó que eso lo llevó a filmar “The Revenant” del modo en que lo hizo. “Ahora es más necesario que nunca que las películas proyecten algo, que te hagan sentir de un modo que tenga únicamente sentido en una sala de cine”, precisó. “Nuestro deber como cineastas es retomar esas emociones físicas e intelectuales que solo se pueden experimentar en una gran pantalla, como ocurre en este caso, con una historia de aventuras y de supervivencia en la que se sienten el frío, la brisa, el miedo y la transformación de los héroes”.
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