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Una noche maravillosa, especial y mágica con Alejandro Fernández

Mucha expectativa se estuvo generando con el regreso de Alejandro Fernández a los escenarios luego de ser victima de un accidente en el que salió lastimado.

Según se pudo conocer, los hechos ocurrieron hace unos días cerca de su rancho en Guadalajara, alrededor de las 4AM. Las fuertes lluvias presuntamente provocaron que la camioneta en la que viajaba con su chofer, se volcara. Detrás de ese vehículo venía otro carro con algunas personas cercanas al cantante, quienes de inmediato lo auxiliaron y lo trasladaron a una clínica.

Tras el accidente ‘Alex’ se lastimó un brazo y una pierna, la misma pierna de hace un año mientras estaba esquiando en Vail, Colorado.

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Por eso no sorprende que en su reaparición lo hiciera con un bastón para apoyarse y no mantenerse de pie por mucho tiempo.

“Que lindo estar compartiendo con todos ustedes. Como ustedes saben, hace unos días me llevé un gran susto con un accidente. Y quiero agradecer a Dios porque me regala la vida y por mi música. Sé que hoy hay otros conciertos aquí [en Las Vegas] y agradezco que hayan decidido venir aquí a acompañarme. Porque es mi primer concierto después del accidente que tuve. Mi concierto es su concierto”, dijo ante el aplauso de la audiencia que lo recibió con ovaciones en la arena del Mandalay Bay la noche del martes en el marco de las celebraciones de las Fiestas Patrias mexicanas.

A pesar del accidente, El Potrillo cumplió con su audiencia que fue a dar “El Grito” junto a su artista, quien por octavo año consecutivo se presenta en la “Ciudad del Pecado” para encabezar esta celebración patriota.

Sosteniéndose de su bastón, Alejandro apareció en el famoso recinto donde días antes lo había llenado Luis Miguel, Juan Gabriel, Marc Anthony y Carlos Vives, durante presentaciones magistrales y que también tuvimos el privilegio de asistir para contarle los detalles.

Pero la noche del 15 de septiembre, mientras en la misma ciudad se presentaba Ricky Martin y también Plácido Domingo, El Potrillo inició su show a mero ritmo del ídolo brasilero Roberto Carlos, interpretando el éxito “Concavo y convexo” que desde el primer acorde puso al público de pie y rindiéndole tributo desde sus asientos.

Le siguieron “Se me va la voz” y “Mejor ya no digo tu nombre”, antes de hacerle una solicitud a sus fieles seguidores. “Quiero que se pongan de pie para ofrecerle un fuerte aplauso a alguien que se nos adelanto”, dijo el cantante antes de interpretar “Estuve”, el tema que le compuso al desaparecido cantautor mexicano, Joan Sebastian.

Fue un tributo a quien en vida, se convirtiera en un gran amigo y confidente de El Potrillo, quien interpretó con sentimiento este sencillo incluido en su álbum “Dos mundos”.

Los primeros gritos y los coros se hicieron presentes con su interpretación de “Que voy a hacer sin tu amor”, pues es una de las grandes favoritos del público.

Junto a sus tres coristas y sus nueve músicos, Alejandro mantuvo cautiva a su audiencia que lo observaba con detenimiento y con unas libras de menos y con el cabello de color plateado, luciéndo entonces como su padre, el popular Don Vicente Fernández.

“Y ahora una del maestro Roberto Carlos para todos ustedes”, dijo antes de darle voz a “Desahogo”.

Luego llegó su interpretación de “Hoy tengo ganas de ti”, el tema que el año pasado Alejanadro cantó acompañado de su hija, pero que en esta oportunidad la joven cantante no estuvo con él, aunque su ausencia fue cubierta magistralmente por la audiencia que lo acompañó en los coros.

“Este tema lo grabé en Españá”, dijo y agregó con palabras de agradecimiento “del maestro Miguel Bosé, ‘Te amaré’”, un tema que en el pasado también ha grabado la italiana Laura Pausini.

Sentado en una silla blanca giraroria al centro del escenario; y para no hacer un esfuerzo innecesario, Alejandro entonó el romántico “Te voy a perder”, de su álbum “Viento a favor”.

“Venga, arriba corazones”, le dijo a sus seguidores para que lo acompañara a entonar “Canta Corazón”, mientras sus fanáticas lo secundaban en los coros.

“Espero que entiendan que no puedo estar mucho tiempo parado y ahora que ya entramos en color vamos a desnudarnos como lo hacemos nosotros los mexicanos”, dijo y se sentó en el centro del escenario con sus músicos para improvisar una bohemia cual reunión de amigos. De esta manera aterrizaron éxitos como “Me dediqué a perderte”, que lo interpretó a manera acústica, mientras una fanática le gritaba cuánto lo amaba desde la sección 214, la más alejada del recinto.

El turno acústico fue para “Yo no se olvidar”, una tonada bailable interpretada con cajón peruano.

“Y ahora una de las canciones más importantes de mi carrera”, dijo antes de entonar “Si tu supieras” al tiempo que una bailarina se contoneaba en un rincón del escenario.

Mejor de mariachi

Mientra sonaban acordes bailables del repertorio de El Potrillo, poco a poco el mariachi fue entrando al escenario mientras la audiencia se emocionaba y aplaudía sin cesar.

Seis violines, dos trompetas, un guitarrón y dos guitarras le dieron sonido a la música vernácula, mientras aparentemente Alejandro se vestía tras el escenario.

Luciéndo su traje de Charro, las ovaciones no se hicieron esperar. “Que viva México señores”, dijo para luego darle espacio a su sencillo “Guadalajara” con bandera mexicana en el hombro izquierdo.

El sentimiento patriotas se manifestó con la letra de “Mexico lindo y querido”, momento en el que aprovechó para hablar con la audiencia.

“Somos mexicanos, somos uno y los que nos quieran que vayan a ‘chingar a su mad...’ y sobre todo ese güero [Donald Trump]”, dijo ante el aplauso de las miles de almas presentes.

Antes de dar “El Grito” y poner a sonar las campanadas de la independencia, Alejandro le pidió a la audiencia que se pusieran las playeras que tenían en sus asientos.

Al ponérselas, se formó de pronto una bandera humana los colores de la bandera mexicana.

Le siguieron en el repertorio “Màtalas”, en la continuación de las rancheras y luego el romanticismo se hizo presente con “Qué lástima”.

Con “cascos ligeros”, continuó la fiesta, aunque luego se mantuvo sentado nuevamente al pie del piano de cola para entonar “Si tú te vas”.

“¿Y las mujeres?”, preguntó ante la respuesta de las féminas que lo ovacionaron.

“Antes de despedirnos, quiero agradecer nuevamente a Dios por esta nueva opotunidad de vida, de una nueva vida y a ustedes que se preocuparon y que pidieron por mi recuperación”, reiteró Alejandro.

El detalle llegó cuando sonaron los acorde del sencillo “Loco” y al parecer el telepronter comenzó a mostrarle otra letra. En ese momento Alejandro se detuvo y dijo a la producción que se equivocaron de canción.

El cierre se dio con las interpretaciones de “Nube Viajera”, “Sin tantita pena” y “Como quién pierde una estrella”, el clásico con el que culmina todas sus presentaciones. Y esta no fue la excepción, porque a pesar de su convalecencia, la velada del martes por la noche fue, como él mismo lo dijo “una noche maravillosa, especial y mágica” con Alejandro Fernández.

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