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México pedirá a Trump que realice deportaciones directas de migrantes a sus países de origen

Migrantes caminan por Tapachula, estado de Chiapas, México, el miércoles 20 de noviembre de 2024
Migrantes caminan por Tapachula, estado de Chiapas, México, el miércoles 20 de noviembre de 2024, con la esperanza de llegar a la frontera con Estados Unidos.
(Edgar H. Clemente / Associated Press)

La mandataria mexicana Claudia Sheinbaum dijo el jueves que espera llegar a un acuerdo con el presidente electo Donald Trump para que Estados Unidos realice las deportaciones directas de los migrantes a sus países de origen sin pasar por México.

Ante la posibilidad de que Trump concrete su amenaza de deportaciones masivas, Sheinbaum afirmó en su conferencia matutina que la prioridad de su gobierno se centrará en recibir a los mexicanos que sean deportados.

La mandataria adelantó que espera llegar a un acuerdo con la administración de Trump para que “ellos también envíen a sus países de origen las personas que vienen de otros países”.

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Sheinbaum recordó el acuerdo al que llegó México con el presidente saliente Joe Biden para el envío de migrantes deportados a sus países de origen.

Como parte de unos compromisos a los que se llegaron en 2023, el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) aceptó recibir hasta unos 30.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos repatriados por mes luego de que Biden puso en vigor una normativa que endureció los requisitos para obtener asilo.

El número de estadounidenses que solicitaron prestaciones por desempleo aumentó la semana pasada, pero se mantiene en niveles históricamente saludables.

La administración de Biden suscribió en octubre de 2023 un acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro para la repatriación de venezolanos que Caracas suspendió este año luego de que Washington decidió mantener algunas sanciones económicas contra Venezuela.

Por su parte, México llegó a acuerdos con el gobierno de Maduro para la repatriación de cientos de venezolanos e incluso les ofreció 110 dólares al mes por seis meses y empleo para animarlos a volver a su país. No se sabe si el pago de los incentivos se concretó. El gobierno mexicano también ha realizado deportaciones de cubanos a La Habana.

A inicios de semana la presidenta mexicana anunció que su gobierno está preparando una estrategia humanitaria para atender a los migrantes antes de llegar a la frontera norte en el caso de darse las deportaciones masivas.

El canciller Juan Ramón de la Fuente informó el jueves, durante una visita a Dallas, que México está fortaleciendo sus servicios consulares y conversando con abogados para que apoyen a los consulados en todo el proceso pero sostuvo que la “inmensa mayoría” de los mexicanos “tienen razones jurídicas” para mantenerse en Estados Unidos.

De la Fuente dijo que alterno a la estrategia jurídica, el gobierno mexicano iniciará a partir de la próxima semana la digitalización de algunos servicios, como la emisión de actas de nacimiento, matrimonio, y defunción, para agilizar esos trámites.

Desde mediados de noviembre los albergues de migrantes en el norte de México también anunciaron sus preparativos para recibir a los potenciales deportados, facilitar su reintegración laboral y registrar abusos contra migrantes que se puedan cometer a ambos lados de la frontera.

El fundador de Amazon, Jeff Bezos, dijo el miércoles que es “optimista” acerca del segundo mandato del presidente electo Donald Trump y expresó cierto entusiasmo por los posibles recortes regulatorios en los próximos años.

Unos 11 millones de mexicanos viven actualmente en Estados Unidos y unos cuatro millones no tienen su situación migratoria legalizada.

La migración ha sido durante mucho tiempo un tema sensible entre Estados Unidos y México, y se ha vuelto aún más urgente tras la amenaza de Trump de imponer aranceles de 25% a los productos mexicanos a menos de que el país haga más para detener el flujo de migrantes y drogas.

En noviembre, Trump afirmó que Sheinbaum había “acordado detener la migración a través de México” tras una llamada telefónica entre ambos líderes. Sheinbaum, por su parte, sugirió que México ya estaba haciendo su parte y no tenía interés en cerrar sus fronteras.

“Reiteramos que la postura de México no es cerrar fronteras sino tender puentes entre gobiernos y entre pueblos”, sostuvo la mandataria mexicana.

Pese a las tensiones que han surgido en los últimos días, de la Fuente ratificó la disposición de México a seguir dialogando con las autoridades estadounidenses y defendió las acciones que se han tomado para atender el flujo migratorio y el tráfico de drogas. “México tiene, evidentemente, modelos que están funcionando para tratar de contrarrestar estos problemas y queremos que eso se tome muy en consideración”, agregó.

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