Madre deportada regresa a San Diego con su familia luego de más de 10 años
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Como activista defensora de personas deportadas, Yolanda Varona pudo ser testigo de algunas historias de veteranos y madres de familia que luego de años de lucha lograron regresar a Estados Unidos con sus familias. Este viernes fue su turno.
Varona, quién fuera deportada a México en 2011 tras vivir 18 años en Estados Unidos, volvió a abrazar a su hija luego de 12 años. El emotivo reencuentro se dio a las afueras del cruce peatonal de San Ysidro, minutos después de que Varona pudiera regresar con un permiso humanitario.
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“Fue como volver a nacer”, dijo Varona, al describir el abrazo con su hija, Paulina Villagómez.
Varona regresó gracias a una nueva iniciativa del gobierno estadounidense para asistir a miembros de la milicia y sus familiares, incluyendo aquellos que buscan regresar al país.
Varona está casada con el excombatiente Héctor Barajas, quién fundara una casa de apoyo para veteranos deportados luego de que él mismo fuera deportado.
La pareja se conoció en Tijuana, y fue justamente su activismo lo que los unió, dado que Varona también dirigía un grupo de apoyo, pero para madres de familia deportadas.
En 2018, Barajas, quién fue dado de baja con honores del ejército en 2001 y posteriormente deportado, regresó a Estados Unidos como ciudadano estadounidense.
Así como en aquella ocasión, Varona lo acompañó lo más que pudo hasta la línea que divide los dos países, este viernes, fue Barajas quién hizo lo propio por su ahora esposa. Pero esta vez, ambos pudieron cruzar esa línea juntos.
“Estoy muy entusiasmado, muy feliz. Ha sido una batalla de años”, dijo Barajas, quién no pudo contener el llanto al ver a su esposa pisando suelo estadounidense.
Varona fue deportada en enero de 2011 cuando intentó regresar a California por la garita de Tecate luego de un viaje a México. Cuando los agentes verificaron su información, se percataron de que había vivido en el país con una visa de turista, narró.
Ese día su vida cambió de forma radical, pero fue en el activismo que encontró esperanza, dijo. Con el grupo Dreamer Moms, Varona ayudó a otras madres deportadas a encontrar diversos servicios, entre ellos asistencia legal.
Resultado de ello, cuatro mujeres lograron regresar antes de que ella, y otras cuatro están en espera de que se resuelvan sus casos, dijo.
Si bien el ver estos casos de éxito la motivaban a continuar, reconoció que llegó a perder la esperanza de que algún día regresaría con su familia.
“Héctor fue el primero que cruzó de mi gente cercana, y cuando yo venía y los dejaba yo me preguntaba cuándo será mi turno”, dijo. “Me daba nostalgia, pero también mucha felicidad de saber que otra familia se reunificaba ese día”.
La tarde del jueves, Varona recibió la llamada de una abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) para darle la buena noticia. “No lo podía creer”, dijo. “Mi primera impresión fue dormirme. Quería dormirme para despertar y volver a abrir mi teléfono y leer que sí era cierto”.
Su hija Paulina de 31 años, describió el reencuentro como “surreal”. Dijo que ahora, su deseo es crear un nuevo vínculo con su mamá, ya que han pasado más de una década comunicándose únicamente por teléfono o videollamada.
“Yo tenía 19 años cuando eso pasó, así que ahora nos toca volver a conocernos”.
Varona dijo que por ahora, lo que más desea es recuperar el tiempo perdido con sus dos hijos y seis nietos.
Inicia este viernes la distribución de reembolsos de impuestos para apoyar a familias.
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