Albergue para solicitantes de asilo cierra en San Diego luego de funcionar por tres años

SAN DIEGO — Una iglesia de San Diego que albergó a miles de solicitantes de asilo que no tienen a dónde ir ya no funcionará como refugio para estancia nocturna. El reverendo Bill Jenkins, jefe de Christ Ministry Center, lo anunció el lunes por la noche después de que la iglesia se sometiera al escrutinio del jefe de bomberos de la ciudad por exceder su capacidad.

Su iglesia en Meade Avenue comenzó a albergar migrantes cuando miles de haitianos llegaron desde Brasil a la frontera de San Diego en el 2016. La mayoría de los haitianos que llegaron se trasladaron de San Diego a lugares como Miami o Nueva York, y la iglesia continuó recibiendo migrantes necesitados de todo el mundo, a veces ofreciéndoles vivienda durante meses antes de que pudieran encontrar un lugar permanente para vivir. “He tratado de darle una cama a cualquiera y a todo aquel que lo necesitara”, dijo Jenkins.

Agregó que continuará Safe Harbors Network, una organización que surgió del Christ Ministry Center cuando la cantidad de haitianos que necesitaban atención excedió lo que Jenkins sintió que su iglesia podría cubrir.

La organización ha encontrado otras iglesias y hogares por separado para ayudar a atender a los solicitantes de asilo que esperan sus citas en un tribunal y que no conocen a nadie en los Estados Unidos.

Jenkins espera que la red siga creciendo, y que sea rápidamente, porque necesita encontrar camas para todas las personas que actualmente se alojan en la iglesia en Meade Avenue antes de finales de marzo.

“Nuestro objetivo es continuar haciendo lo que podamos para ayudar”, dijo Jenkins. “No voy a darles la espalda. Estamos trabajando para encontrar un lugar para ellos para que no estén en la calle en el frío y la lluvia”.

Robert Vacchi, subjefe de operaciones de la ciudad de San Diego, dijo que la ciudad había estado trabajando con Christ Ministry Center durante aproximadamente un mes por su problema de saturación.

Le ofreció a la iglesia la posibilidad de un permiso de 60 días si hacía ciertos ajustes. Si la iglesia quisiera ser un refugio permanente, tendría que cambiar su ocupación de asamblea a residencial, lo que requeriría más cambios estructurales, dijo Vacchi. “Ellos pueden hacer eso”, agregó. “Sólo tienen que asegurarse de tomar las medidas adecuadas para cumplir con el código de construcción”.

Jenkins dijo que cuando se dio cuenta de cuánto costarían los cambios en el edificio para una solución a largo plazo, decidió que sería mejor cerrar voluntariamente. Enfatizó que no culpa al jefe de bomberos por la situación, y que la ciudad había estado tratando de trabajar con él. “Creo en el código de la ciudad. Sé por qué tenemos el código de la ciudad “, dijo Jenkins.

Sin embargo, se siente frustrado porque en un momento en que los funcionarios estatales y locales han expresado su apoyo para ayudar a los solicitantes de asilo que llegan, su refugio tiene que cerrar sus puertas.

Desde que el gobierno federal cambió sus políticas el pasado otoño para liberar a las familias que buscan asilo sin ayudarles a organizar el viaje a sus destinos finales a través de los Estados Unidos, se abrió otro refugio en San Diego para ayudar.

El refugio de San Diego Rapid Response Network (red de respuesta rápida) ha sido foco de atención desde entonces. Ha recibido apoyo de funcionarios electos a nivel estatal y local, incluido un sitio en un edificio del condado de San Diego y visitas del gobernador Gavin Newsom.

Ese refugio se mudó de un lugar a otro durante sus primeros meses de existencia. También tenía que trabajar con la ciudad para obtener permisos temporales para resolver los problemas de ocupación, según Vacchi. Jenkins apoya la Red de Respuesta Rápida y su refugio, y ve que el trabajo que está haciendo ahí es complementario a su función.

Si bien el refugio de la Red de Respuesta Rápida brinda un respiro temporal a los solicitantes de asilo después de que son liberados de la custodia federal hasta que puedan hacer planes para reunirse con familiares o amigos en todo el país, el refugio del Christ Ministry Center acoge a aquellos que necesitan un lugar para quedarse más tiempo porque no tienen a dónde ir.

“No sé a dónde los enviarán después de que cerremos”, dijo Jenkins. La mayoría de las personas que han terminado en su refugio son mujeres y niños, finalizó.

Morrissey escribe para el U-T.