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Gasoducto saboteado en México casi listo para operar

SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

En agosto de 2017, miembros de un grupo indígena en México se subieron a una retroexcavadora y sacaron un trozo de 25 pies de una tubería de gas natural operada por IEnova, la subsidiaria mexicana de Sempra Energy, con sede en San Diego.

Desde entonces, el daño cerró una sección de una línea de 500 millas que transporta gas natural desde Arizona a la costa del Pacífico en México. Pero los funcionarios de Sempra dicen que después de 19 meses, el gasoducto en el estado occidental de Sonora podría volver a funcionar pronto.

“Si el gobierno (mexicano) puede trabajar con nosotros para trabajar con la gente local que estuvo involucrada en esto, creo que dentro de unas semanas podríamos arreglar ese gasoducto y traer gas barato a bajo costo a México, y creo que eso resolverá el problema”, dijo recientemente el jefe de operaciones de Sempra, Joe Householder, durante la llamada de ingresos del cuarto trimestre de Sempra con analistas de energía.

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Householder comentó que el gasoducto ya estaba en funcionamiento y que estaba generando ingresos antes de que se dañara por un “sabotaje”. La línea fue puesta fuera de servicio y los principales ejecutivos de IEnova acordaron trabajar conjuntamente con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en México para solucionar el problema.

Carlos Ruiz Sacristán, jefe de operaciones de infraestructura norteamericana de Sempra, dijo que durante la conferencia telefónica trimestral de IEnova este año, tuvo una “conversación cordial” con el director de la paraestatal mexicana Manuel Bartlett sobre el segmento afectado del ducto, conocido como Guaymas-El Oro, que cubre 204 millas. “Estuvimos de acuerdo con la CFE en que nuestra prioridad es trabajar juntos para volver la puesta en servicio del gasoducto”, mencionó Ruiz Sacristán, y “permanecerá en estrecho contacto para encontrar soluciones”.

En el 2017, la Secretaría de Energía de México dijo que siete grupos que representan a la tribu yaqui firmaron la ruta del oleoducto, pero un grupo disidente en la aldea de Loma de Bácum dijo que un tramo de 9 millas de la línea que atraviesa sus tierras de cultivo no recibió su aprobación. Poco tiempo después, algunos miembros del grupo dañaron la línea.

El proyecto estancado se produce cuando las medidas de reforma energética de México reciben una nueva revisión del nuevo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador. El populista de izquierda ha sido un crítico de la reforma energética, puesta en marcha en 2013 y 2014, que abrió la competencia a inversionistas extranjeros. El mes pasado, López Obrador pidió una renegociación de varios contratos de gasoducto de gas natural de la CFE.

El vicepresidente ejecutivo de Sempra, Dennis Arriola, dijo en la conferencia telefónica que el proyecto del gasoducto, que se dice tener un valor de 400 millones de dólares, se completó a través de un proceso competitivo en el que los términos y condiciones fueron dictados por la CFE. “Este fue básicamente un proceso muy transparente y justo”, comentó.

S&P Global Ratings redujo su perspectiva para la deuda soberana de México de estable a negativa en días pasados, y dijo que el cambio de la nación en limitar inversiones en energía del sector privado podría reducir las perspectivas de crecimiento económico.

Sempra e IEnova también están involucrados en otro proyecto de ducto en México que se ha retrasado. Su nombre es oleoducto Sur de Texas-Tuxpan, una línea marítima que va desde el sur de Texas hasta la ciudad portuaria mexicana de Tuxpan. IEnova se asoció con TransCanada en el proyecto de 2.1 mil millones de dólares que se ejecuta bajo el mar.

Aparentemente se resolvieron las acciones legales de una cooperativa pesquera y un grupo indígena, y Householder dijo que los trabajadores están uniendo una tubería costa afuera a una línea en tierra. Una fecha de inicio a finales del 2018 o principios del primer trimestre del 2019 se ha retrasado hasta abril debido al mal tiempo. “Ese está listo para estar en servicio pronto”, agregó Householder.

El director general de Sempra Jeff Martin se mostró optimista sobre las inversiones de la compañía en México, donde sólo el siete por ciento de los hogares tiene acceso a gas natural. “Creemos que la oportunidad de infraestructura sigue siendo bastante grande”, dijo Martin durante la llamada. “Y a medida que el gobierno continúe enfocándose en expandir los servicios a todas las personas de México, su confianza en la inversión extranjera directa aumentará, no disminuirá”.

IEnova y Sempra también tienen planes ambiciosos para expandir una instalación de gas natural licuado, o GNL, cerca de Ensenada, México. El proyecto es conocido como Energía Costa Azul ya puede importar GNL de otros países, pero los ejecutivos buscan construir un componente de licuefacción e importación a la planta.

Una instalación de exportación en la costa oeste se considera atractiva porque los envíos de GNL no tendrían que pasar por el Canal de Panamá para llegar a los mercados asiáticos en crecimiento, hambrientos de gas natural, por lo tanto, se brincan los peajes y reducen el tiempo de entrega a la mitad.

En noviembre pasado, IEnova firmó acuerdos con Tokyo Gas, Mitsui y el gigante energético francés Total para llevar la capacidad total de exportación de la primera fase de exportaciones, en caso de que el proyecto continúe. Durante su conferencia telefónica, los ejecutivos de IEnova dijeron que se espera una decisión final de inversión para expandir Energía Costa Azul para finales de año.

Nikolewski escribe para el U-T.

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