Padres centroamericanos intentan reunirse con hijos separados, 29 regresan por Mexicali

Las heridas de la política de “tolerancia cero” de la Administración Trump siguen abiertas.

Al menos 29 padres originarios de Centroamérica que fueron separados de sus hijos por agentes de inmigración de Estados Unidos el año pasado regresaron a la frontera exigiendo audiencias de asilo para reunirse con los menores, informó The Washington Post.

El grupo de padres viajó silenciosamente el mes pasado a dicho linde junto a un equipo de abogados de migración que tramitaron documentación para reunificar a las familias divididas por la política del presidente republicano durante 2018.

Los niños continúan en refugios federales, en hogares de acogida o con familiares, manteniendo contacto con sus padres a través de videollamadas.

Antes de la era Trump, las familias nunca habían sido sistemáticamente separadas en la frontera. Y tampoco aquellos padres deportados habían regresado en masa a la línea fronteriza para argumentar que merecen una nueva oportunidad, de acuerdo con el diario, algo que rara vez se ofrece a los deportados.

Según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos, más de 2700 niños fueron separados de sus familias a lo largo de la frontera el año pasado.

Además, cerca de 430 padres fueron devueltos a sus países de origen sin sus hijos y al menos 200 de ellos continúan separados. Algunos de éstos conservaban la esperanza de que los tribunales estadounidenses les permitieran regresar al país. Otros pagaron a los contrabandistas para que los regresaran a la frontera.

Ayer, el grupo de 29 adultos caminó hacia el linde desde Mexicali, flanqueados por funcionarios religiosos locales y luego esperaron en la entrada a Estados Unidos mientras los abogados negociaban con los funcionarios.

Durante las últimas tres semanas, los padres se quedaron en un hotel de Tijuana, compartiendo habitaciones y preparándose para las audiencias de asilo. Se mostraron documentos que sus hijos les habían enviado: fotos de familias de acogida y boletas de calificaciones de Southwest Key, una compañía que administra refugios para niños migrantes.

Una mujer explicó entre lágrimas cómo su hija había intentado suicidarse mientras estaba bajo custodia federal. Un hombre las dificultades de comunicarse con su hija, quien es sorda, a través del teléfono de un refugio, mientras que otros llevaban bolsas llenas de regalos de Navidad tardíos para los menores.

Los casos de los 430 padres deportados sin sus hijos fueron particularmente difíciles.

A menudo, la Administración Trump perdió la pista de qué niño pertenecía a qué padre, y no vinculó sus casos de inmigración, deportando a los adultos sin decirles a dónde enviaron a los menores.

Secuelas

La política de “tolerancia cero” de Trump afectó a miles de indocumentados durante 2018.

29 padres exigen asilo para reunirse con sus hijos.

430 padres fueron deportados en 2018 sin sus hijos.

2700 menores fueron separados de sus padres en 2018.