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Mexicano que robó de identidad por 37 años recibe condena de 37 meses en prisión

San Diego Union-Tribune

Un ciudadano mexicano con más de 40 alias que admitió haber robado más de 350 mil dólares en beneficios del gobierno fue sentenciado en días pasados a 37 meses en una prisión federal, equivalente a un mes de cárcel por cada año que vivió en el país con una identidad robada.

Fiscales federales dicen que el residente de Tijuana, Andrés Avelino Anduaga, de 66 años, obtuvo un certificado de nacimiento estadounidense en 1980, unos 12 años después de su primera visita al país y luego utilizó esa identificación para obtener un número de seguro social y una licencia de conducir de California.

Con esos documentos, Anduaga pudo obtener fraudulentamente beneficios del gobierno de agencias federales, estatales y locales, incluidos casi 250 mil dólares en beneficios de Seguridad Social ilícitos y más de 100 mil dólares en beneficios de salud MediCal, dijo el asistente de la fiscalía federal Jeffrey D. Hill.

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“Lo que estaba haciendo este tipo era ridículo”, dijo Hill al San Diego Union-Tribune en una entrevista telefónica después de la sentencia.

Pero de acuerdo con un memorándum de sentencia presentado por el abogado defensor Ellis Johnston III, el robo de décadas no fue malicioso ni estuvo bien planificado.

“Hace treinta años, este mes, Andrés Anduaga se cayó del balcón en un segundo piso de un motel y terminó en coma por más de un mes”, escribió Johnston. “Al recuperarse, solicitó los beneficios por discapacidad bajo una identidad que había asumido”.

Incapacitado e incapaz de trabajar, Anduaga ha “vivido una vida de subsistencia en sus pagos por incapacidad y ha mantenido atención médica mínima a través de MediCal”, escribió Johnston. “Tras su arresto, Anduaga aceptó la responsabilidad de sus acciones y continúa haciéndolo hasta ahora”.

Según Johnston, el padre de Anduaga fue asesinado cuando era un niño, y en 1968 llegó ilegalmente a los Estados Unidos siendo adolescente, en busca de mejores oportunidades que las disponibles en su natal Chihuahua, México. Mientras laboraba como trabajador agrícola de temporada en 1980, compró un certificado de nacimiento que le permitiría obtener un número de seguro social y licencia de conducir.

No fue hasta que estuvo permanentemente discapacitado en el accidente del balcón que Anduaga comenzó a robar beneficios del gobierno, escribió Johnston.

Anduaga admitió en su alegato que, a pesar de haber sido deportado dos veces, en 1994 y 2000, pudo regresar y viajar libremente entre los Estados Unidos y México utilizando un pasaporte estadounidense que obtuvo a través de la identidad robada.

El juez federal de distrito John Houston sentenció a Anduaga a tres años y un mes de prisión por robo de propiedad pública y por estar en los Estados Unidos ilegalmente.

“Este es uno de los fraudes más largos y una de las pérdidas en dólares más altas, si no las más altas, que he visto”, dijo Hill, quien investiga y procesa fraudes de Seguridad Social en los condados de San Diego e Imperial. “También es la sentencia de custodia más larga (por fraude de Seguridad Social) al menos desde que llegué en 2014”.

El caso contra Anduaga fue complicado, dijo Hill, y los fiscales aún no están seguros de si Anduaga es el verdadero nombre del acusado o si tiene 66 años, como él dice.

“Tenía al menos 40 diferentes (alias)”, dijo Hill.

Lo que los fiscales pudieron determinar fue que Anduaga había cometido cuatro delitos graves y 17 delitos menores, todos por delitos no violentos, desde 1973. Tres de los delitos graves se cometieron después de 1980, cuando asumió la identidad robada.

Inicialmente, los investigadores creían que Anduaga era ciudadano estadounidense legítimo cuya única ofensa fue recibir indebidamente ayuda del gobierno mientras vivía en Tijuana.

“Eso es muy endémico cuando tienes una renta alta en un lado de la frontera, un alquiler barato en el otro lado”, dijo Hill.

El caso dio un giro cuando una segunda persona en Oceanside intentó cometer un robo de identidad contra el mismo hombre cuya identidad había asumido Anduaga en 1980. Eso llevó a los investigadores a investigar más profundamente el pasado de Anduaga, donde descubrieron sus convicciones previas, sus deportaciones anteriores y su estafa prolífica, de casi cuatro décadas.

“Le costó mucho dinero a los contribuyentes”, dijo Hill. “Y esos fondos fueron robados a los más necesitados”.

Riggins escribe para el U-T.

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