Rafael Payare es el siguiente director de la Sinfónica de San Diego

SAN DIEGO —  Rafael Payare, uno de los directores jóvenes más carismáticos y aclamados del mundo de la música clásica, fue seleccionado el próximo director musical de la Sinfónica de San Diego, se anunció recientemente.

El venezolano de 37 años sucederá al maestro Jahja Ling, quien el año pasado concluyó su final y 13ª temporada con la sinfónica. Payare comienza inmediatamente su función de director musical designado, aunque asumirá oficialmente su puesto el primero de julio de 2019 y hará su debut como director musical a principios del próximo año, cuando dirija a la orquesta en su cuarto festival anual de enero.

Se informó que Payare firmó un contrato de cuatro años, con opción de renovación, el cual demanda que dirija 10 semanas aquí cada temporada, aunque su salario no fue revelado.

Payare será el decimoquinto director desde 1910 en guiar a la sinfónica, la cual obtuvo seguridad financiera a largo plazo en el 2002 después de una promesa histórica de 120 millones de dólares del fundador del Qualcomm, Irwin Jacobs y su esposa Joan.

Actual director musical de la Orquesta Ulster de Irlanda, un puesto en el que continuará, Payare es producto de El Sistema. El mismo programa educativo venezolano que entrenó a su amigo, el también director Gustavo Dudamel, actual director musical de la Filarmónica de Los Ángeles.

Payare hizo su debut con la sinfónica aquí hace solo unas semanas, como parte del festival de un mes It’s About Time. Fue el director invitado de Fascinating Rhythm, los conciertos del 13 y 14 de enero del Jacobs Masterwork. Presentaron la Sinfonía No. 5 de Prokofiev, el Carnaval Romano de Berlioz y el debut en San Diego del Concierto de Percusión de Robert Sierra, un escaparate para el maestro de percusión de San Diego, Steven Schick.

Desde los primeros compases del Berlioz, que Payare dirigió de memoria sin usar una partitura, su dominio de la música era palpable. También lo fue la fuerte química que tuvo con la orquesta, que se elevó al unísono con él.

Payare estuvo igualmente impresionante al dirigir la sinfonía de Prokofiev y el concierto de Sierra, una obra contemporánea que requería un enfoque estético completamente diferente a las otras dos piezas presentadas.

Cuando no andan de viaje, Payare y su esposa la violonchelista Alisa Weilerstein viven en Berlín con su pequeña hija. En conversación telefónica desde Belfast, Irlanda, sonaba a la vez eufórico y humilde por su nuevo puesto en San Diego.

“Cada cosa está alineada de la manera correcta”, expresó Payare. “La química con la orquesta y sus planes con la comunidad y de desarrollo como una organización artística están todos alineados conmigo”, dijo.

“¡Ahora es cuando comienza la diversión! ¿Qué ha logrado la orquesta en el pasado y qué queremos hacer juntos? ¿Qué tipo de repertorio queremos hacer? Sé que no han hecho ningún ciclo (de obras de compositores venerados) y creo que eso es muy importante. Tenemos que pensar en cómo lo hacemos y cómo seguimos desarrollando el sonido y la visión que ya están aquí, pero también para ampliar esa visión y el repertorio y muchas cosas. Recién ahora comenzaremos a sostener pláticas y a hacer planes”.

Payare a menudo conduce de memoria, lo mejor para no tener barreras entre él y la orquesta que dirige.

“Es muy importante que no tengas la cabeza en la partitura, sino la partitura en tu cabeza. De esa manera no tienes un muro entre tú y los músicos. Si solo estás mirando la partitura y no lo que está sucediendo, es posible que no veas que alguien en la orquesta necesita un poco más de tiempo para tomar aliento. El contacto es mucho mejor cuando todos están acoplados”.

Por ahora, mientras Payare prospera en el escenario de los conciertos, él está igualmente entusiasmado con el trabajo de la planificación de cada temporada de música.

“Esa es la parte más divertida”, explicó. “Porque juntas la estructura de cómo desarrollarlo y, al mismo tiempo, tienes que ofrecer un equilibrio para la audiencia. Necesitamos desarrollarnos al mismo tiempo como orquesta y hacer que sea atractivo para los oyentes. Este es solo el comienzo del viaje”.

Varga escribe para el U-T.