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El apoyo de Make-a-Wish beneficia a estudiantes de Vista

San Diego Union-Tribune

Un apoyo reciente de Make-A-Wish otorgado a una niña de Oceanside tendrá un efecto duradero en muchos niños: Alondra Sophia Lara, de 5 años, compartió su deseo con su escuela, su segundo hogar.

La escuela es la primaria California Avenue del Distrito Escolar Unificado de Vista, que es el principal preescolar del distrito para niños con necesidades especiales. Cerca de 300 estudiantes de preescolar y primaria asisten allí a clases totalmente integradas.

Sophia, tiene el síndrome de Pallister-Killian (PK), una anormalidad cromosómica que ocurre tan raramente que se conocían menos de un par de cientos de casos en el momento en que nació, dijo su madre, Verónica Lara.

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Los niños PK tienen diversos síntomas físicos que pueden obstaculizar su desarrollo físico o mental. Debido a que a menudo se parecen físicamente a los niños con síndrome de Down, se cree que la afección se diagnostica erróneamente o se diagnostica de manera insuficiente.

Sophia tiene parálisis cerebral y epilepsia, y tiene dos o tres ataques diarios, dijo su madre. El año pasado, se sometió a una cirugía para extirpar un tumor en la cabeza.

“Ella tiene un tono muscular bajo, no es verbal. No puede sentarse o caminar. Depende de mí las 24 horas, los 7 días de la semana”, explicó Lara acerca de su hija, que ahora mide casi 4 pies y pesa casi 100 libras.

Sophia pasa casi ocho horas diarias en su clase acompañada de una enfermera. “Su maestro (Mike Zeroski) es simplemente increíble”, expresó Lara. “Es la mejor escuela que podría haber encontrado para Sophia”.

“Hace cosas realmente increíbles para los niños: terapia ocupacional, terapia física, terapia del habla, todo en el sitio. Tienen una piscina cubierta climatizada, y todos los viernes Sophia se mete en la piscina y realmente lo disfruta. También ama la musicoterapia”.

Cuando se les concedió su solicitud de Make-A-Wish, la familia se sentó a considerar qué implicaría el deseo de Sophia.

Se sugirieron varios viajes cerca y lejos, comentó Lara, pero la logística resultó desalentadora, incluso con la ayuda de Make-A-Wish. Finalmente, a ella y su esposo Juan Manuel se les ocurrió una solución: “¿por qué no tratamos de hacer algo con su clase? ¿Por qué no hacer algo para beneficiar a otros niños también, en lugar de solo a Sophia?”

La directora Rachel Schmidt estuvo encantada con la idea. “Esta familia muy generosa sintió que debido a que tenían todo lo que necesitaban en casa, y la escuela era un segundo hogar, tomaron la decisión de donar el deseo a la escuela”.

Dos empresas de San Diego, HoyleCohen y Duane Morris, posibilitaron la renovación del salón, dijo Jenna Martin, gerente de deseos de Make-A-Wish San Diego.

“Los empleados y algunos organizadores profesionales entraron y miraron la disposición que tenía el salón de clases para ayudar a mejorarlo. Ellos donaron el dinero, y luego se ofrecieron como voluntarios para armar todo durante un fin de semana”, señaló Martin.

Cuando el salón estuvo listo, sus mejoras incluyeron una nueva mesa para cambiar pañales, nuevo equipo para el área sensorial, un nuevo almacén y un toldo exterior, incluyendo algunas estanterías impermeables para guardar de manera segura el equipo y brindar más espacio interior para los estudiantes.

Uno de los artículos comprados específicamente para Sophia fue un sistema de soporte de postura P Pod (“peapod”), un gran sillón puff para apoyar a Sophia cuando toma un descanso de su silla de ruedas. Es de color púrpura, el color favorito de Sophia, dijo su madre.

La revelación tuvo lugar durante el mes de noviembre y fue una sorpresa para los niños. Sophia disfrutó de todo el alborozo, comentó Lara: “ella aplaudió al entrar. Estaba feliz. Sabía que algo estaba pasando a su alrededor”.

Groch escribe para el U-T.

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