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Caballos salvajes domados por reos sirven en unidad de Patrulla Fronteriza

La unidad a caballo de la Patrulla Fronteriza es parte fundamental en la historia de esta agencia federal desde que se estableció en 1924, antes que existieran los drones, las cámaras y la sofisticada tecnología que hoy se utiliza para vigilar la frontera.

Algunos de los caballos decomisados a traficantes de droga en la frontera pasan a servir en la unidad a caballo de la Patrulla Fronteriza, que también utiliza caballos salvajes domados y entrenados por reclusos.

“Desde el primer día de operaciones de la Patrulla Fronteriza, se estableció la unidad a caballo. Toda persona que aplicaba en ese entonces para ser agente de la Patrulla Fronteriza tenía que proveer su propio caballo para formar parte de la agencia federal”, explicó a Efe Vicente E. Paco, portavoz de la Patrulla Fronteriza Sector Tucson.

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Actualmente este sector cuenta con más de 130 caballos que integran la unidad, considerados como una importante y eficaz herramienta en el trabajo que diariamente llevan a cabo los agentes en las zonas más apartadas del desierto.

“Muchas de las zonas que patrullamos son de difícil acceso, en parques y aéreas protegidas por el medio, zonas limitadas para los vehículos, también nos dan una ventaja porque podemos cubrir más distancias a caballo que a pie”, explicó.

Los caballos utilizados por la Patrulla Fronteriza son mantenidos en un establo en la población de Arivaca cerca de la frontera con México, donde reciben cuidados especiales y atención médica cuando sea necesario.

El vocero indicó que la mayoría de los caballos utilizados por la Patrulla Fronteriza proceden de un programa federal por el cual los reos en cárceles federales doman a caballos salvajes para que después puedan ser montados por los agentes de la agencia.

En Arizona, los usados son los caballos salvajes de raza mustang que son rehabilitados y entrenados por reos en la cárcel federal en Florence.

El Departamento de Correcciones de Arizona indicó a Efe que este programa tiene el objetivo principal de enseñar a los reos técnicas y disciplina que pueden utilizar cuando salgan de la cárcel.

El programa comenzó en la cárcel de Florence en el 2013 y es uno de los 36 programas similares establecidos a nivel nacional donde participan alrededor de 40.00 reos en cárceles federales.

Los caballos salvajes son capturados en tierras federales y luego son llevados a las cárceles federales que cuentan con este programa para su entrenamiento.

Una vez terminada la doma de estos cimarrones, éstos son entregados a las unidades de caballos de la Patrulla Fronteriza.

“Dug”, uno de estos caballos salvajes que se encuentra actualmente en las dependencia de la Patrulla en Tucson, está siendo entrenado por agentes para ser utilizado en partullajes durante las próximas semanas.

Los otros caballos utilizados por la Patrulla Fronteriza han sido rescatados del desierto de Arizona, sobre todo aquellos que fueron abandonados a su suerte en el desierto después de haber sido utilizados por traficantes de drogas para cruzar sus cargamentos.

“Cuando encontramos estos caballos, que son abandonados junto a los cargamentos de drogas, los evaluamos y en ocasiones son adoptados por la agencia para patrullar la frontera”, indicó el agente federal.

Señaló además que estos animales son forzados por los narcotraficantes a soportar cargas muy pesadas ya que cada bulto de marihuana puede llegar a pesar entre 20 a 50 kilos.

La unidad a caballo de la Patrulla Fronteriza funciona las 24 horas del día, patrulla las zonas más apartadas del desierto de Arizona, lo que permita a la agencia tener acceso a regiones hostiles.

Esta unidad contribuye frecuentemente al arresto de inmigrantes indocumentados, así como al decomiso de cargamentos de droga.

Al término del año fiscal 2016, la Patrulla Fronteriza decomisó un total de 728.367 libras de marihuana en la frontera de Arizona.

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