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Compartir la propina en los restaurantes no es legal

Un fallo legal va a obligar a los dueños de restaurantes de California a replantearse la forma de pagar a los empleados.

La decisión 2-1 de la 9a Corte de Apelaciones prohíbe a los negocios que los meseros, cantineros y otro personal que recibe propinas, las comparta con los empleados del interior del negocio, tales como lavaplatos y cocineros. La resolución tiene validez principalmente en los estados como California, donde a los trabajadores se les paga el salario mínimo además de cualquier propina. En el estado dorado, como llaman a California, el fallo tal vez no tenga un impacto inmediato, según los expertos.

La mayoría de los restaurantes no comparten las propinas con el personal de la cocina, porque en el estado es un área ambigua legalmente, dijo Jot Condie, director ejecutivo de la Asociación de Restaurantes de California.

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Pero la decisión de la corte, publicada recientemente, está alimentando el debate sobre la forma en que restaurantes y otros negocios de servicios, como los casinos de Las Vegas, deben compensar a los empleados, dicen los expertos. Este tipo de empresas ya están batallando con salarios mínimos altos en muchas ciudades y los costos adicionales de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.

“Es probable que esto sea lo primero que esté en la mente de cada restaurantero”, dijo Condie. “Los salarios han subido muy rápido”.

La decisión de la 9a Corte de Apelaciones respalda la norma del Departamento del Trabajo de Estados Unidos del 2011, la cual dijo la corte que era consistente con la intención del Congreso de que las propinas las retengan los empleados que las reciben.

Algunos restaurantes han intentado soluciones creativas de pago.

El restaurantero Danny Meyer está en proceso de eliminar todas las propinas en sus lujosos establecimientos de Nueva York, incluyendo el Modern y el Maialino. En cambio, está optando por elevar significativamente los precios e incrementar los salarios de sus empleados.

En Los Ángeles, más de una docena de lugares de alto nivel para comer llamaron la atención en el 2014 con la introducción de un recargo del 3 por ciento para pagar el seguro médico de sus empleados. Ellos estaban adoptando una práctica ya popular en los restaurantes de San Francisco, después de que la ciudad implementara un mandato de atención de la salud en el 2008.

Josh Loeb, copropietario de lugares populares para cenar, entre los cuales está el Rustic Canyon y Milo & Olive, dijo que más de 200 empleados en el sur de California ahora tienen seguro médico pagado debido al sobreprecio para atención médica.

La decisión de adoptar un sobreprecio fue motivada, en parte, por la desigualdad salarial entre empleados que atienden a los clientes y los de la cocina, tales como lavaplatos y cocineros, dijo Loeb. Debido a que en los restaurantes de California normalmente no se comparten las propinas con el personal de apoyo, los empleados que atienden el frente del negocio ganan varias veces más que el personal de cocina, dijo.

“Es una verdadera cachetada a la igualdad de remuneración de todo el personal”, dijo Loeb.

Algunos, como el restaurantero de Los Ángeles, Bill Chait, piensan que una cuota de servicio todo incluido es el camino a seguir.

Chait dijo que decidió elegir una tarifa de servicio de un 18 por ciento fijo del total de la factura en el céntrico Otium de Los Ángeles, cuando se abrió el año pasado al lado del museo Broad.

La propina es “un modelo obsoleto que no funciona”, dijo Chait, quien ya no es socio administrador del Otium. “Se dirige a la extinción como el pájaro dodo”. En cambio, dijo que la decisión judicial apenas sí “refuerza el hecho de que el cargo por servicio es el camino a seguir”.

Con un cargo por servicio, los dueños de restaurantes pueden distribuir el pago de forma más equitativa entre los trabajadores y también pagar por su seguro de salud, dijo Chait.

Para aumentar la confusión, algunos propietarios de restaurantes dijeron que algunas ciudades están empezando a regular las tarifas de servicios y los recargos también.

Santa Mónica, por ejemplo, aprobó una ordenanza requiriendo que los cargos por servicio sean tratados como propinas. La ciudad también está considerando la posibilidad de poner un límite a los recargos. Loeb, cuyos restaurantes están en Santa Mónica, dijo que tales acciones limitan las opciones para los dueños.

Al ser tan reciente la sentencia, Condie dijo que no está seguro de si se debería aplicar más allá de las propinas tradicionales.

“En este punto, la mayoría de los restaurantes están tratando de entender qué es lo que significa este mandato”, dijo.

Reuel Schiller, profesor de UC Hastings especializada en derecho laboral, dijo que el fallo se limita a aclarar que las propinas no son propiedad del dueño del negocio, incluso aunque ellos tengan la mejor de las intenciones.

“No importa si lo toma para sí mismo y se va al Caribe, o se lo da a los lavaplatos”, dijo Schiller. “No es su dinero para darlo”.

El fallo de la 9a Corte de Apelaciones, revocó las decisiones de juzgados de distritos de Nevada y Oregon, será vigente para siete estados donde los empleados reciben el salario mínimo del estado, aparte de las propinas. Además de California, los estados son Alaska, Minnesota, Montana, Nevada, Oregon y Washington.

Las demandas implicadas en el mandato fueron presentadas en nombre de asociaciones de restaurantes y hospedaje de Washington, Oregon y Alaska y por dos crupiers de casino contra el Wynn de Las Vegas. Los grupos de restaurantes y hospedaje demandaron que el personal de trastienda podrían compartir propinas; la demanda de los crupiers denunciaba que que el Wynn estaba tomando sus propinas para compartirlas con los demás trabajadores.

Li escribe para California News Group, editor del San Diego Union-Tribune y Los Angeles Times.

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