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Foro pide reforma migratoria a favor de menores estadounidenses que viven afuera del país

Más de 700.000 menores estadounidenses viven en el limbo en México y América Central debido a la deportación de sus padres de Estados Unidos, aseguró hoy un foro realizado en Los Ángeles, que destacó la urgencia de una reforma de inmigración.

El foro promovido por el congresista demócrata de Long Beach Alan Lowenthal, planteó las dificultades que enfrentan estos menores al tener que comenzar una vida completamente diferente a la de su país de origen y muchas veces sin hablar el español.

“Tenemos una responsabilidad como estadounidenses por estos niños que están fuera del país. Ellos son nuestra responsabilidad y tenemos y debemos protegerlos”, afirmó hoy Lowenthal.

El foro que contó con la presencia de funcionarios elegidos, líderes de la comunidad y jóvenes soñadores, contrastó la dura situación que enfrentan estos menores en el exterior comparado con los logros que muchos jóvenes inmigrantes han obtenido en Estados Unidos.

El alcalde de Long Beach, el peruano Robert García, se presentó como “un ejemplo” de los beneficios que el país ofrece a los inmigrantes.

Recordando su historia, García contó cómo llegó al país con su madre cuando tenía cinco años y todo lo que ella tuvo que trabajar para sacar adelante a la familia.

En el foro realizado en la Universidad Estatal de California en Long Beach, participaron entre otros los concejales Lena González y Roberto Uranga del Distrito 1 y 7 de Long Beach, respectivamente; el alcalde de South Gate, Jorge Morales; así como el presidente de Estudiantes Asociados Inc. (ASI), la asociación de alumnos de la universidad.

Los estudiantes mexicanos que trabajan con algunos de los menores estadounidenses que tuvieron que mudarse a México por la deportación de sus padres, describieron algunas de las limitaciones que enfrentan los menores.

Entre otras, los niños estadounidenses tienen problemas académicos en las escuelas mexicanas, ya que no entienden bien el español y, cuando quieren comenzar la preparatoria, algunos no pueden hacerlo por carecer de documentos mexicanos.

El joven Salazar, quien se benefició con el DACA, contó las dificultades que tuvo que pasar por ser indocumentado, como el temor cuando era niño “de decir que era mexicano por miedo a que lo reportaran y lo deportaran”.

Lowenthal, quien destacó que “estos soñadores han trabajado incansablemente para educarse ellos y educarnos a todos”, urgió a que “se apruebe una reforma de inmigración amplia” que ayude a solucionar los problemas actuales de los inmigrantes.

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