Son empleados latinos detrás de los reflectores que hacen parte del equipo monarca de la NFL, con una labor importante dentro de la organización.
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Los reflectores no los iluminaron a ellos mientras más de 70.000 espectadores ovacionaban a sus héroes. No se bañaron en champaña al ser entregado el trofeo Vince Lombardi y tampoco celebraron sobre la gramilla sintética del emparrillado del SoFi Stadium tal como lo hicieron los jugadores al abrazar a sus seres queridos.
Para celebrar el título del Super Bowl LVI en Disneyland… ellos no serían reconocidos por Mickey o Minie Mouse. Tampoco sabrías quiénes son estando en el desfile frente a los aficionados, en el Centro de Los Ángeles, sobre las busetas junto a los jugadores empapados de gloria.
Pero ¡ellos también son campeones!
Isaac Ortega, Roxana De Santiago y Luis Ramos, son miembros de la comunidad latina en la organización de los Rams, en diferentes departamentos, y que forman parte de un equipo detrás del equipo.
Entre los triunfos y derrotas que vivieron los Rams durante la temporada hasta llegar a la victoria más importante de todas, la del 13 de febrero ante los Bengals de Cincinnati, ellos vivieron cada uno de esos momentos con gran pasión.
Al caer el confeti, Ortega se descargó de emoción como lo hicieron miles de aficionados en Los Ángeles y en otras partes del país.
“Probablemente lloré durante 10 o 15 minutos, después sollocé un poco más porque ves todo el trabajo duro dentro y fuera del campo que la gente hace para esta organización”, dijo Ortega, cuyo padre es de San Luis Potosí y madre de Sonora. “Al final cuando ves a esos muchachos levantar el trofeo y llegar a celebrar con todos los que hacen todo ese trabajo duro… es un gran sentimiento”.
Ortega se desempeña como Gerente de Estrategia y Análisis, trabajando en la emisión de boletos, así como en la división de mercadeo y medios de comunicación. La información analítica que ayuda a proveer es usada por el equipo para tomar decisiones basadas en esos datos. También se desenvuelve en un puñado de proyectos estratégicos que llegan a través de la organización.
Previo a aterrizar en Los Ángeles, Ortega vivió en Tucson, Arizona, en donde asegura que las oportunidades para personas de color son escasas, por lo que tuvo que superar muchos obstáculos como es el de no poder estudiar por falta de recursos.
“Es algo que no tomo a la ligera, pues en algunos de los vecindarios en los que crecí no existían, hasta la secundaria, una tasa de graduación realmente alta y esa misma tasa de graduación que era mucho más baja, cuando asistes al nivel colegial de cuatro años”, explicó Ortega sobre las faltas de oportunidades entre la población hispana en Tucson.
“Así que sé que definitivamente se necesita apoyo para impulsar a los latinos, especialmente en ese tipo de vecindarios. Que los guíen a roles y carreras exitosas. Estoy personalmente muy orgulloso de ser parte del equipo aquí. Creo que nuestros colegas latinos son muy inteligentes, muy capaces y se asemejan a todas las diferentes cualidades de la comunidad latina… como en la comunidad que crecí”.
Las responsabilidades no ocurren netamente en corbata y en una oficina, como es el caso de De Santiago, quien está a cargo de las operaciones deportivas y administrativas de los Rams. Ella se asegura que los departamentos se mantengan a flote y tengan los elementos adecuados para hacer sus trabajos.
De Santiago, cuyo padre es de México y madre de El Salvador, ha logrado resaltar por su labor en un ambiente liderado por hombres y encontró en los Rams una unidad que la dejó sorprendida.
“Ha sido increíble. No voy a mentir, ha sido mucho trabajo, particularmente para una mujer joven latina en esta industria, en la que no hay mucho de nosotras”, detalló De Santiago. “Tenemos un edificio lleno de gente increíble, no solo los jugadores, no solo los entrenadores, pero el staff… es una cultura de apoyo. Aquí no hay machismo o ese tipo de cosas, no se adoptan ese tipo de ambientes”.
Para ella, el título logrado por los Rams fue algo que la llenó de mucho orgullo. El no haber una presencia latina a nivel general en los equipos de la NFL, la motiva también a representar a la comunidad hispana como empleada de los Carneros.
“Soy angelina y fue algo definitivamente personal”, señaló De Santiago. “Me enorgullece muchísimo. Los Rams tienen un programa de mentores y tomé el rol de ser una de ellas para ayudar a una joven latina por cuatro meses. Quiero ser alguien que ellas puedan ver como un ejemplo, pues no tuve eso cuando crecía”.
Al estar muy cerca de la acción, Ramos tiene un amplio repertorio de historias que contar. Su contacto es más directo con los jugadores, tanto que comparte momentos personales con algunos de ellos.
“El viajar y estar tan cerca de ellos, como en los vestidores, en la cancha, se forman relaciones únicas, de amistad”, declaró Ramos. “Recientemente, el 20 de septiembre, tuve un bebé, que ahora tiene cinco meses de nacido, al mismo tiempo, Aaron Donald tuvo su bebé el 1 de septiembre. Ambos tenemos recién nacidos y compartimos ideas… el hablar de nuestros bebés, hombre, es una locura para mí”.
Ramos, quien es segunda generación estadounidense de ascendencia mexicana, es el subgerente de utilería del club angelino y destaca que su arduo trabajo ha sido una de las principales razones por las que ha logrado tener éxito en su campo.
Entre las responsabilidades diarias que tiene Ramos, está la de asegurarse que cada jugador tenga desde uniformes, cascos y zapatillas para cada ocasión, tanto para los entrenamientos o juegos oficiales.
“He aprovechado las oportunidades únicas, no solo al representarme a mí, pero a mi familia de la mejor manera posible”, detalló Ramos. “Es un trabajo en el que son muchas horas, a veces son siete días, mucho trabajo físico, entonces se trata de que tu trabajo hable por ti mismo”.
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