Tito Ortiz aseguró haber terminado con la política mientras se prepara para enfrentar a Anderson Silva

Tito Ortiz tuvo duras batallas de artes marciales mixtas sobre el octágono en las que salió con el brazo en alto y cuando no lo hizo buscó la revancha y finalmente, con sudor y sangre, pudo acabar con su rival. Su fama, su carisma y su interés por mejorar su comunidad, lo hizo colgar los guantes temporalmente y vestirse de traje y corbata para librar distintas batallas entre el papeleo y la burocracia.

Ortiz, quien el 11 de septiembre (6 p.m., Fite.TV) enfrenta en el Staples Center de Los Ángeles en un combate de boxeo al legendario Anderson Silva, logró amasar un récord en la política cuando se convirtió en la primera persona en recolectar más de 42.000 votos para convertirse en el alcalde de su ciudad, Huntington Beach.

Su lema de “Make Huntington Beach Great Again” o Hagamos Huntington Beach Grande de Nuevo resonó fuerte por la similitud que orgullosamente expresaba el expresidente Donald Trump: “Make America Great Again” o Hagamos América Grande de Nuevo.

Todo parecía marchar muy bien para Ortiz, quien inició su camino en como alcalde en diciembre de 2020. Sin embargo, Ortiz nunca se imaginó que iba a ser derrotado por sometimiento en apenas la mitad del primer año de su carrera política.

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Dic. 4, 2019

‘El Chico Malo de Huntington Beach’ no pudo con la presión que le ejercieron sus concejales y medios de comunicación con quienes tenía constantes choques que le hicieron temer por la seguridad de su familia. En su renuncia de junio, el excampeón de UFC acusó que estaba siendo difamado. Durante unas sesiones del gobierno local, Ortiz se rehusaba a vestir el tapabocas mientras señalaba que el COVID-19 era parte de una conspiración e incluso usó el término de “virus chino”, tal como lo hizo Trump.

En febrero de este año, fue presionado en las redes sociales por atacar a un negocio local que no quiso tomar su orden de comida porque no vestía un tapabocas. Ortiz usó su celular para grabar lo sucedido y publicarlo en sus redes sociales.

El consejo de la ciudad de Huntington Beach estuvo a punto de revocar su puesto, pero sus fans advirtieron que causarían problemas en caso de que Ortiz no siguiera en su puesto.

“Esa parte de mi vida terminó, pude ver lo sucio que están esas cosas… traté de ayudar a mi ciudad”, dijo Ortiz en la conferencia de prensa el lunes. “Al final del día, con lo que está pasando nuestro país en este momento, la gente dice que no se habla de política, pero el futuro de mis hijos es mi prioridad número uno. Eso es todo lo que traté de hacer aquí en Huntington Beach y no pude dejar que sucediera”.

Según Ortiz, su carrera política ha terminado, por lo que se concentra en enfrentar al brasileño en el cuadrilátero en las 195 libras, algo que lo tiene molesto porque según el peleador es un peso que manejó durante su etapa de estudiante universitario.

“No valió la pena mi tiempo y me disculpo por todas las personas que votaron por mí. Tuve casi 45,000 personas que votaron por mí, la mayor cantidad en la historia de Huntington Beach, pero una vez más soy un hombre honesto que intenta hacer un trabajo honesto y hacer política, no puedes ser un hombre honesto y hacer esas cosas porque cuando mantienes tu palabra, a otras personas no les gusta eso”, afirmó el peleador de 46 años.

La pelea entre Ortiz y Silva será parte de la velada de Oscar De La Hoya y Vitor Belfort.

Ortiz asegura que no tendrá problemas para alcanzar el peso que se espera para el combate, pero tuvo palabras no agradables para Silva por ello.

“Él ha peleado en las 205 libras en varias ocasiones y quiere que baje a las 195”, explicó Ortiz. “Eso demuestra que le teme a mi poder. Perdí el respeto por él. Él puede ser uno de los mejores del mundo en artes marciales mixtas, pero ya le perdí respeto”.