Columna: De rechazado a adorado, el notable cambio de imagen de LeBron James en Los Ángeles
La estrella de los Lakers, LeBron James, fue votado abrumadoramente como el atleta local favorito en una nueva encuesta, sólo un año después de que fuera abucheado en el Staples Center.
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Hace apenas un año que el Staples Center organizó lo que debería haber sido un logro celebrado en la carrera de uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia.
Sin embargo, esa noche, LeBron James fue abucheado.
En el primer cuarto del juego en el cual sobrepasó a Michael Jordan para ubicarse en el cuarto lugar en la lista de anotadores de todos los tiempos de la NBA, James perdió cuatro tiros libres y fue rotundamente burlado.
Cuando efectivamente sobrepasó a Jordan, en el segundo cuarto, apenas lo vitorearon. Al final del encuentro, las sospechas de toda la temporada quedaron comprobadas: a Los Ángeles no le gustaba su nuevo rey.
Todo lo cual subraya aún más que, en la última edición de una respetada encuesta realizada por la Universidad Loyola Marymount, James fuera votado abrumadoramente como el atleta profesional preferido de los locales.
De rechazado a adorado, James logró ahora el regreso del año.
Según el sondeo, que entrevistó a 1,000 residentes del condado de Los Ángeles a través de diversos datos demográficos, los demás ni siquiera están cerca. Cuando se les pidió que eligieran entre una lista de 10 jugadores, uno de cada equipo - incluso con el permiso de incorporar a deportistas no citados -, los encuestados le dieron a James un sorprendente 46% de los votos. El segundo lugar vino muy por detrás, con Cody Bellinger (10.7%), y todavía con más diferencia entre los restantes: Carlos Vela, de LAFC (8.4%), y Mike Trout, de los Angels (6.7%).
Pensemos bien a quién venció y en cuánto recorrió para vencerlos.
Bellinger fue el Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Nacional de un equipo con casi cuatro millones de fanáticos. Vela fue el MVP de la Major League Soccer, en una ciudad donde ese deporte está profundamente arraigado. Trout fue el MVP de la Liga Americana, y podría convertirse en el mejor jugador en la historia del béisbol.
James los superó a todos en una elección que reveló realidades crudas sobre cómo vemos nuestro panorama deportivo.
El primero implica una dicotomía en los Dodgers. La votación se realizó en enero y febrero, mientras el equipo no jugaba, pero los resultados aún son sorprendentes. Mientras que los Dodgers terminaron en un segundo lugar cercanos a los Lakers en la votación para su equipo favorito - 35% a 31% - Bellinger no estaba cerca de James, y un futuro miembro del Salón de la Fama, Clayton Kershaw, ni siquiera recibió un voto.
Aparentemente, esto es lo que sucede cuando un gran segmento de tus fanáticos no puede verte en la televisión. Los locales adoran a los Dodgers, pero es difícil seguir a jugadores que son virtualmente extraños. Seguramente los fracasos de postemporada de Kershaw tampoco ayudaron.
“Los jugadores de los Dodgers tienen un rendimiento inferior en comparación con la popularidad del equipo”, señaló el asistente de investigación de encuestas Vishnu Akella.
El segundo involucra el dilema de los Rams. Terminaron en tercer lugar en popularidad de equipo, superando incluso a los Clippers - más de moda -, pero Aaron Donald recibió sólo el 2.7% de los votos, ocupando el séptimo lugar, mientras que Jared Goff obtuvo un voto y Todd Gurley ninguno. Una vez más, a los fanáticos les gusta el equipo, pero en realidad no se identifican con los jugadores. Goff es el único de Rams que puede romper esta tendencia: los mariscales de campo de élite son las únicas verdaderas estrellas del futbol americano, sin embargo, no está entre la élite desde que logró esa célebre intercepción, a fines del Super Bowl del año pasado.
En esta ciudad, no sólo hay que ganar, también hay que entretener y conectar, y con una velocidad asombrosa James logró hacer todo ello. “Lo que ha hecho es realmente genial... Me hubiera encantado ver cuáles fueron sus calificaciones el año anterior”, expuso Akella, quien remarcó que este fue el primer año que la encuesta anual consulta sobre un jugador favorito. “Es una figura tan polarizadora, pero resultó amado por todos, independientemente de su raza, edad, género o afiliación política”.
James ganó, primero, porque convirtió a los Lakers nuevamente en ganadores. Al momento de la encuesta, James los había llevado al mejor récord en la Conferencia Oeste de la NBA. “Los fanáticos pensaron que había llegado a su máximo, que estaba en la cima, que se había entregado”, comentó Akella.
Y segundo, ganó al invertir drásticamente en el equipo y la ciudad. Fue James quien le tendió la alfombra de bienvenida a Anthony Davis; alivió la carga del nuevo entrenador, Frank Vogel, y dio esperanza a los Lakers este verano, cuando la dirigencia principal se estaba desintegrando. “Quise apoyar cualquier movimiento que hicieran”, reconoció James, y agregó: “Me encanta el entrenador y lo que está haciendo el cuerpo técnico”.
Fue James quien reunió al equipo antes del campamento de entrenamiento y supervisó su propio encuentro de vínculo emocional en Las Vegas, después de lo cual apareció claramente listo para resurgir. “Estoy muy motivado… Creo que, como equipo y en lo personal, tenemos que llevar a los Lakers a donde se acostumbraron a estar a lo largo de los años”, aseguró en una jornada para medios.
Una vez que comenzó la temporada, James se negó a quedarse sentado, mientras que Kawhi Leonard de los Clippers, que terminó en quinto lugar en popularidad con un 4.3%, se habituó a manejar la carga. “No sé cuántos niños pueden venir a un partido para verme jugar”, expuso James. “Y si me quedo sentado fuera, ¿qué les doy?”.
Mientras jugaba en 60 de 63 juegos, no sólo promedió 26 puntos y ocho rebotes, sino que también, en una estadística que personificó su temporada de empoderamiento, lideró la liga con 11 asistencias por juego.
Luego, en su momento más convincente de la temporada, James finalmente conectó con los fans por completo. Ello ocurrió antes del primer juego de los Lakers después de la muerte de Kobe Bryant, cuando el deportista se dirigió ante una multitud llorosa reunida en el Staples Center, con un emotivo discurso antes del partido, que comenzó con él sosteniendo sólo un pedazo de papel. “Tengo aquí algo escrito... pero, querida nación Laker, me estaría quedando corto si leo esto... Voy a hablar directamente desde el corazón”, afirmó, descartando la hoja.
La jugadora del Sky de Chicago, Stefanie Dolson, dijo durante una transmisión del draft de la WNBA el viernes por la noche que “toda su familia” había dado positivo al coronavirus el mes pasado.
Entonces comenzó con un monólogo profundo y verdadero, en el cual abrazó a los fanáticos de los Lakers como familia, celebró a Bryant como su héroe e hizo una promesa. “Quiero... continuar su legado, porque eso es lo que Kobe Bryant hubiera deseado”, afirmó James.
Y hasta que el deporte también entró en cuarentena, el mes pasado en medio de la pandemia, eso fue exactamente lo que hizo James, un gesto que clara y sólidamente atrajo a la ciudad. Es importante tener en cuenta que el sondeo se realizó entre la población en general, no sólo entre entusiastas de los deportes. De alguna manera, en tan poco tiempo, James atrajo a todos.
“No es sorprendente que el atleta más grande del país llegue a un mercado importante. Ese mercado se sentirá atraído por él”, consideró Akella. “Pero LeBron está en un nivel totalmente diferente”.
En una entrevista que me brindó nueve días antes de su muerte, Bryant instó a los fanáticos a animar a James tal como lo habían animado a él alguna vez. “Ahora es un Laker, es parte de nuestra hermandad, de nuestra fraternidad, y deberíamos abrazarlo de esa manera”, expresó Bryant. Luego agregó: “Aprecien a este tipo, celebren lo que ha hecho, porque es realmente notable”.
Los Ángeles lo ha escuchado.
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