Pacquiao: ¿Quién soy yo para condenar a otra persona?
- Share via
HOLLYWOOD — Después de recibir el golpe de las críticas por sus comentarios homofóbicos en las Filipinas, Manny Pacquiao abrió la puerta a la prensa el pasado miércoles para un entrenamiento público en el Gimnasio Wild Card Gym de Hollywood.
En febrero, Pacquiao dijo en una entrevista que los homosexuales eran “peor que animales”. Eso provocó que una firma de calzado le quitara el patrocinio y el boxeador tuvo que pedir disculpas, aunque reiteró que estaba en contra del matrimonio de personas del mismo sexo.
“Así es la política en las Filipinas. Pero ¿quién soy yo para condenar y discriminar a otra persona? Soy también humano y también soy un pecador. ¿Quién soy yo para condenar a otras personas? Estoy condenando el acto, desde luego, si una persona es un asesino, no estás condenando al asesino, sino el acto del asesinato”, expresó el pugilista.
El filipino, quien viene de una derrota ante Floyd Mayweather Jr. en 2015, enfrentará este 9 de abril a Timothy Bradley por tercera vez en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, en lo que ni su promotor Bob Arum, ni su entrenador Freddie Roach piensan será la última pelea de su carrera.
Pacquiao se encuentra en medio de su candidatura al Senado de las Filipinas y parece ser que su destino en el deporte será determinado por el resultado político, aunque también lo que suceda el 9 de abril en Las Vegas podría afectar sus esperanzas del Senado en las Filipinas.
“Ayudaría mucho”, aceptó Pacquiao, quien no sabe si volverá a pelear, pero sí sabe lo que hará después de la contienda. “He decidido regresar a las Filipinas y ayudar a las personas”.
‘Pacman’ perdió la primera pelea por decisión dividida en 2012, en lo que se considera uno de los peores robos en el boxeo y dos años después se desquitó al arrasar con Bradley Jr. con una victoria por decisión unánime.
“Creo que Bradley ha mejorado, quiero ponerlo a prueba y ver lo que puede hacer”, señaló. “Lo que está en mi corazón ahorita es ganar convincentemente”.
A sus 37 años, Pacquiao dijo que todavía tiene la misma motivación de antes, aunque reconoció que en el aspecto físico, le cuesta un poco más recuperarse.
“El deseo y la concentración siguen ahí, mi hambre de entrenar sigue ahí. Quiero empujarme todos los días, pero mis entrenadores me han dicho que cuando envejeces tu cuerpo necesita más tiempo para recuperarse y es verdad”.
Reflexionando en sus ocho campeonatos en ocho diferentes divisiones, un récord en el boxeo, dijo que gozó mucho su primera pelea en Estados Unidos en contra de Lehlo Ledwaba en 2001, Marco Antonio Barrera en 2003, Ricky Hatton en 2009 y los duelos ante Juan Manuel Márquez y Miguel Cotto en 2009. Sin embargo, reconoció que el título que más le costó fue el de las 154 libras ante Antonio Margarito.
“154 fue el más difícil. Estaba pesando 148 la noche de la pelea y él 165, estaba muy grande. Entre 165 y 148 había mucha diferencia”, expresó sobre el duelo en 2010 que ganó por decisión unánime. “El Consejo Mundial me preguntó después ‘quieres defender tu título?’, les dije, ‘no, no, quiero bajar’”.
También dijo que cuando abandone el boxeo definitivamente, lo que extrañará más será a su promotor Arum y a su entrenador Roach.
“Creo que hicimos muchas cosas en el boxeo, logramos muchas cosas. Tuvimos muchos éxitos”, indicó. “Quiero que se acuerden de mí como una persona buena, no solamente en el ring, como fuera del ring”, expresó Pacquiao.
El boxeador dijo que podría pelear en los Juegos Olímpicos de Río 2016, dependiendo de un voto en mayo sobre si los boxeadores profesionales son admitidos en el pugilismo olímpico.
“No estoy cerrando las puertas para ello, estoy pensando en ello”, dijo Pacquiao.
Las Filipinas nunca han podido ganar una presea en los Juegos Olímpicos.
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.