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Ómicron trajo “enfermedad más grave en niños”; 2 adolescentes del condado de Orange murieron este mes

El director de la Agencia de Atención Médica del condado de Orange, el doctor Clayton Chau
El director de la Agencia de Atención Médica del condado de Orange, el doctor Clayton Chau, habla en una conferencia de prensa en 2021.
(Allen J. Schaben/Los Angeles Times)

Dos adolescentes del condado de Orange murieron a causa del COVID-19 este mes, lo que subraya el elevado número de víctimas de Omicron entre los niños de todo el país.

El aumento de la variante Ómicron del coronavirus resultó en que los hospitales del condado de Orange tuvieran niños con enfermedades más graves, señalaron las autoridades, un hallazgo que se reflejó en todo el país.

Dos adolescentes que vivían en esta localidad fallecieron por COVID-19 este mes, informaron los funcionarios esta semana, incluido uno que anteriormente estaba sano y no había sido vacunado.

Ha habido un total de cinco muertes pediátricas por coronavirus entre los residentes de Orange, el tercer condado más poblado de California, desde que comenzó la pandemia hace dos años. Tres de los decesos han ocurrido desde diciembre.

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“Ciertamente hemos visto enfermedades en los niños desde el comienzo de esta pandemia, pero durante este aumento de Ómicron, observamos una tasa más alta de padecimientos y más graves en los niños”, indicó el doctor Matthew Zahn, oficial adjunto de salud del condado de Orange, quien también es experto en infecciones pediátricas, en una discusión por video el martes por la noche.

“Si observa lo que sucedió en el Children’s Hospital del condado de Orange... y en los nosocomios pediátricos de todo el país, este aumento fue realmente el peor”, puntualizó Zahn.

En incrementos anteriores, los adolescentes con obesidad severa tenían más probabilidades de desarrollar un padecimiento grave del COVID-19, agregó Zahn. Pero durante el pico de la variante Ómicron, “vimos niños menores de tres años que por lo demás estaban sanos, sin condiciones de salud subyacentes, que aún se enfermaban y terminaban en el nosocomio”, indicó Zahn.

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Un factor importante en el aumento de las hospitalizaciones pediátricas en todo el país este invierno fue la gran cantidad de nuevas infecciones de la variante Ómicron ultracontagiosa, según Children’s Hospital Association.

Aunque muchas personas que se infectan de coronavirus se recuperan sin ser ingresadas a un nosocomio, la tasa extraordinaria de contagios simultáneos, mucho mayor que en cualquier punto anterior de la pandemia, ha sido un elemento significativo en el número total de niños hospitalizados.

“Ómicron ha demostrado ser la variante más contagiosa de la pandemia hasta el momento. La principal diferencia con ello es la gran cantidad de niños que se enferman al mismo tiempo”, escribió la doctora Natasha Burgert, pediatra de Kansas, para un sitio web de la Academia Estadounidense de Pediatría.

Esa variante tiene la habilidad de infectar el sistema respiratorio superior, y eso podría representar un problema para los pequeños, explicó el doctor Scott Gottlieb, excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos a “Face the Nation” de CBS el mes pasado.

Un informe publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) este mes encontró que, en medio de una mayor circulación de la variante Ómicron, las tasas de hospitalización asociadas entre los menores de 18 años crecieron rápidamente a finales de diciembre, especialmente entre los de cuatro años o menos que no son elegibles para la vacunación.

El documento agregó que, durante la propagación de esta variante, las cifras de ingreso a nosocomios relacionadas con el coronavirus fueron más bajas entre los adolescentes de 12 a 17 años que recibieron todas las vacunas en comparación con sus pares no inoculados. En diciembre, jóvenes de ese grupo etario sin ninguna dosis tenían una tasa de hospitalización mensual seis veces mayor que los que sí accedieron a ellas, “lo que sugiere que los antígenos fueron altamente efectivos para prevenir una enfermedad grave por el COVID-19”.

“Aunque las hospitalizaciones asociadas con el coronavirus son más frecuentes entre los adultos, puede provocar resultados graves en niños y adolescentes”, señaló el informe.

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También indicó que las tasas de hospitalización por el virus en ese rango de edad durante el aumento de Ómicron fueron cuatro veces más altas que durante la ola de Delta en el verano. Asimismo, resultó en la mayor cantidad de niños positivos al coronavirus e ingresados a un centro médico en el condado de Orange a los que se presentaron anteriormente.

En un momento de enero, había 15 pacientes que luchaban contra el COVID-19 en el Children’s Hospital del condado de Orange, el “número más alto jamás visto”, con 14 en cuidados intensivos, explicó el doctor Clayton Chau, director de la Agencia de Atención Médica y oficial de salud de la circunscripción.

Chau hizo referencia a la historia de un padre, quien recientemente habló públicamente sobre la muerte este mes de su hija de 17 años, la cual anteriormente había estado sana. Rechazó la vacuna a pesar de sus esfuerzos y su esposa para animarla a inocularse, detalló en una entrevista con KCBS-TV. El canal de televisión informó que la adolescente padecía del síndrome inflamatorio multisistémico, una complicación mortal del COVID-19.

El primer paciente pediátrico en morir como consecuencia del coronavirus en el condado de Orange, registrado en agosto de 2020, fue una adolescente con una condición de salud subyacente; el segundo fue un niño menor de cinco años en agosto de 2021. Un tercer menor falleció en diciembre; anteriormente gozaba de buena salud, tenía menos de cinco años y, por lo tanto, no era elegible para recibir una vacuna.

¿Recuerda todos los problemas que tuvimos con la equidad de las vacunas? Ahora están apareciendo con los nuevos medicamentos COVID-19 que escasean.

En California, 52 niños menores de 18 años han muerto por el COVID-19. El condado de Los Ángeles ha registrado ocho muertes pediátricas.

Incluso antes del aumento de Ómicron, surgieron datos de que el coronavirus se había convertido en una de las principales causas de muerte en niños en todo el país.

Hubo 66 fallecimientos relacionados con el COVID-19 entre pequeños de entre cinco y 11 años en el año que terminó el 2 de octubre, según los CDC.

Entre los menores de 18 años, ha habido más de 1.400 muertes por COVID-19 en todo el país desde el comienzo de la pandemia, de acuerdo con los CDC.

Los funcionarios de salud han expresado su preocupación por las tasas más bajas de vacunación entre niños y adolescentes, en comparación con los adultos. Entre los menores de California de cinco a 11 años, solo el 37% se considera completamente inoculado, mientras que el 73% de 12 a 17 años cuentan con sus dosis totales.

Por el contrario, el 87% de los adultos de California hasta los 49 años están completamente vacunados; al igual que más del 90% de los adultos mayores, según el Departamento de Salud Pública de California.

Lilly Nguyen, del Daily Pilot, contribuyó a este artículo.

Si quiere leer este artículo en inglés,haga clic aquí.

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