Se relajan las reglas de uso de mascarilla en California, pero el tema es complicado

A medida que Ómicron se desvanece, las comunidades de California continúan flexibilizando las reglas de uso de mascarilla.

Sin embargo, eso no significa que las cubiertas faciales desaparecerán repentinamente en los espacios públicos interiores. Además, muchos funcionarios de salud creen que aún tiene sentido usarlas en espacios cerrados, incluso cuando ya no es obligatorio, porque ofrecen una fuerte protección.

Los funcionarios de salud anunciaron el miércoles que las personas completamente vacunadas podrán quitarse la mascarilla en el interior de los establecimientos del condado de Los Ángeles que controlan el estado de vacunación de los visitantes.

El condado de Santa Clara anticipó que también está cerca de levantar su mandato.

“Nos alienta mucho que estamos saliendo de este pico de Ómicron”, comentó la Dra. Sara Cody, directora de salud pública y oficial de salud del condado de Santa Clara. “Todos esperamos un momento en el que podamos quitarnos la mascarilla y sentirnos seguros”.

El condado de Santa Clara es uno de varios en California que retiene el mandato universal de uso de mascarilla para ambientes interiores. Los de Los Ángeles y Mendocino, así como la ciudad de Palm Springs, también han mantenido sus mandatos.

Esto es lo que puede esperar:

Condado de Los Ángeles

En el condado de Los Ángeles, las reglas revisadas, que entrarán en vigencia a las 12:01 a. m. del viernes, representan una relajación significativa del mandato universal de uso de mascarilla en interiores del condado, que ha estado vigente desde julio.

De acuerdo con las nuevas reglas del condado, las empresas interesadas en relajar los requisitos de uso de cubierta facial tendrán dos opciones: hacer que las mascarillas sean opcionales solo para los clientes, o para estos y los empleados.

Para este último, tanto los trabajadores como los clientes deberán mostrar un comprobante de vacunación completa o una prueba de coronavirus negativa reciente para ingresar, y podrían quitarse la mascarilla adentro solo si están completamente vacunados. Aquellos que no lo estén podrán ingresar con un resultado negativo de prueba, pero deberán mantener puestos sus cubrebocas.

Si una empresa elige optar por implementar la medida solo para clientes, estos estarían sujetos al mismo requisito de verificación de vacuna o prueba, pero los trabajadores no.

Los requisitos estatales y federales de uso de mascarilla seguirán vigentes, lo cual obligará a cubrirse la cara en una cantidad limitada de lugares, como entornos de atención médica, escuelas K-12 en interiores y guarderías, y transporte público.

Escuelas

Se espera que los funcionarios de California anuncien el lunes una fecha para levantar la orden de uso de mascarilla para interiores en las escuelas de nivel K-12, aunque los condados y los establecimientos educativos tendrán la opción de mantenerlas en vigor si así lo desean.

El Dr. Mark Ghaly, secretario de salud y servicios humanos del estado, señaló a principios de este mes que la decisión no dependerá de ninguna métrica o umbral en particular, sino de una imagen general, incluidas las líneas de tendencia para los casos de coronavirus, hospitalizaciones y vacunas, así como también la manera en que se sigue la pandemia en otras partes de la nación y en todo el mundo.

Ghaly expresó su optimismo de que el estado podrá modificar pronto sus reglas de uso de mascarilla. “Los requisitos de uso de cubierta facial nunca se establecieron para siempre”, dijo. “La cuestión es hasta cuándo”.

Una encuesta realizada este mes por el Instituto de Estudios Gubernamentales de UC Berkeley y copatrocinada por L.A. Times encontró que casi dos tercios de los votantes de California, incluida la mayoría de los padres, apoyan los mandatos de uso de cubrebocas y vacunas en las escuelas de nivel K-12.

Los resultados de la consulta, de principios de febrero y efectuada entre casi 9.000 votantes, sugieren un amplio apoyo continuo a las políticas destinadas a reducir la propagación del coronavirus en las escuelas, incluso cuando las protestas contra los mandatos de uso de mascarilla y vacunas atraen la atención en los distritos escolares de todo el estado.

Advertencias

Incluso con las nuevas reglas del condado de Los Ángeles, es probable que las mascarillas sigan siendo parte de la vida en lugares públicos cerrados.

Las reglas que alivian parcialmente el uso de cubrebocas en interiores podrían resultar demasiado complicadas o requerir muchos recursos para implementarse en negocios como supermercados y centros comerciales. Sin embargo, pueden ser más fáciles en las tiendas que ya están obligadas a verificar la prueba de vacunación.

Además, no importa cómo los gobiernos estatales o locales relajen las órdenes de uso de mascarilla, las empresas aún pueden mantener sus propias reglas, y los funcionarios todavía recomiendan enfáticamente que el público continúe usando cubiertas faciales en los espacios públicos cerrados.

Un estudio reciente realizado por científicos de UC Berkeley y el Departamento de Salud Pública de California ilustró la efectividad de las mascarillas para prevenir la infección por coronavirus.

El estudio, publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), encontró que aquellos que siempre usan mascarilla en el interior tienen menos probabilidades de dar positivo por coronavirus en comparación con quienes no la utilizan de forma rutinaria.

Quienes usaron mascarillas N95 o KN95 en espacios públicos cerrados tenían un 83% menos de posibilidades de dar positivo, y aquellos que utilizaban mascarillas quirúrgicas tenían un 66% menos de posibilidades.

El Dr. Clayton Chau, director de la Agencia de Atención Médica del condado de Orange y oficial de salud, anticipó que usa una cubierta facial tanto en lugares públicos cerrados como en lugares al aire libre llenos de gente como protección adicional contra una infección avanzada. Agregó que quiere evitar infectarse para proteger a su madre, de 86 años, quien está completamente vacunada y con refuerzo, pero tiene un sistema inmunológico debilitado.

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