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Mientras los activistas estudiantiles luchan por medidas de seguridad para el COVID en las escuelas, algunos enfrentan críticas

Michael Lee-Chang,18, a senior at Redondo Union High School, in front of the school’s sign along Pacific Coast Highway
Michael Lee-Chang, estudiante de último año en Redondo Union High, ha estado pidiendo mayores medidas de seguridad contra el coronavirus en la escuela, incluidos cubrebocas KN95 para alumnos y personal, así como escritorios con sana distancia.
(Jay L. Clendenin/Los Angeles Times)

Los estudiantes de secundaria de California están entre los que se organizan para aumentar las medidas de seguridad contra el coronavirus durante la oleada de Ómicron.

En estos días, después de clases, Michael Lee-Chang abre la bandeja de entrada del correo electrónico de su madre y encuentra la última actualización de los casos diarios de coronavirus en su escuela, Redondo Union High. El alumno de último grado de 18 años busca otros anuncios escolares y sube la información a sus historias de Instagram, donde unos 4.700 seguidores, en su mayoría estudiantes, consultan las noticias que, de otra manera, solo se enviarían a los padres.

Casi 400 millas al norte, Nuriel Cahigas, de 17 años, pasa sus tardes en Zoom con estudiantes de otras escuelas de Oakland repasando tácticas de organización. Entre escribir ensayos para becas universitarias y estudiar para las clases de Colocación Avanzada, el alumno de último año de Oakland Technical High School participó en un boicot que atrajo la atención nacional sobre las preocupaciones que tienen los estudiantes de Oakland sobre los protocolos de seguridad del coronavirus en todo el distrito.

En las escuelas, donde la irritación entre los adultos han generado debates y demandas sobre el aprendizaje a distancia, los cubrebocas y los mandatos de vacunación, la pandemia ha iniciado un nuevo capítulo de activismo entre los estudiantes de California y de todo el país desde que regresaron de las vacaciones de invierno. Los alumnos se pronunciaron durante las reuniones de la junta escolar, activaron las cuentas de las redes sociales y organizaron boicots, peticiones, así como huelgas, esfuerzos impulsados por lo que consideraron como medidas de seguridad laxas en el campus, en medio del aumento de la variante Ómicron altamente contagiosa.

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Michael comprendió las preocupaciones de muchos de sus compañeros de clase, quienes vieron que el uso adecuado de cubrebocas no siempre se aplicaba en las aulas. La escuela no proporcionó mascarillas sanitarias mejoradas para todos los estudiantes, a pesar de una regla de salud pública del condado de Los Ángeles que exige cubiertas faciales de grado médico para los docentes y el personal.

Michael agregó que recibió una llamada de los administradores que intentaban averiguar quién instigó la protesta, en donde él comentó que no la organizó. Pero la llamada, mencionó, lo dejó sintiendo que el distrito debería abordar las preocupaciones de los estudiantes, no sofocarlos. Así que expresó esta opinión en una reunión de la junta escolar.

Nuriel Cahigas selfie
Nuriel Cahigas, estudiante de último año en Oakland Technical High School, aboga por mayores medidas de seguridad contra el coronavirus en medio de un aumento en los casos.asures amid a surge in cases.
(Nuriel Cahigas)

“Estas pautas están bien, pero ¿de qué sirve si no se hacen cumplir?”, cuestionó en la reunión del 11 de enero. “Estoy viendo de ocho a 18 estudiantes que faltan en cada una de mis clases en este momento, y la mayoría porque tienen COVID, pero algunos porque no se sienten cómodos regresando para lidiar con el problema actual”.

Al día siguiente de la reunión, decenas de alumnos no se presentaron a la sala de estudio en protesta, pero regresaron a clase después de unos 15 minutos. En el almuerzo, Michael dijo que estaba sentado con unos amigos cuando otro estudiante le derramó leche encima, cree que en respuesta a su activismo. Pero sus compañeros de clase han sido de gran apoyo, aseguró.

El director de Redondo Union High, Anthony Bridi, agregó que no trató de detener a los alumnos.

“Los casos en ese momento estaban aumentando, había una especie de ansiedad y escenarios de ‘qué pasaría si’”, explicó Bridi. “Fue el momento justo para hablar con ellos, cuando las tensiones eran altas, y una forma de que todos los estudiantes fueran escuchados”.

Bridi detalló que se sentó con los estudiantes para tratar de responder sus preguntas sobre qué medidas podría tomar la escuela. “Queremos apoyar a todos los alumnos”, señaló. Sin embargo, en última instancia, el distrito escolar no ofrecería una opción de aprendizaje a distancia y no tiene suficientes cubrebocas KN95 para dar a todos los estudiantes, aunque están disponibles para quienes los soliciten.

Redondo Union High School students  gather in courtyard.
Los estudiantes de Redondo Union High protestan para llamar la atención sobre las preocupaciones de seguridad ante el coronavirus en el campus.
(KTLA)

Michael luego se convirtió en blanco de críticas en las redes sociales. Una cuenta de Instagram, que afirma representar a un grupo de padres de Redondo Beach, publicó un fragmento del discurso de la junta escolar de Michael con una leyenda donde le decían “el temeroso”, que se quede en casa y se inscriba en una modalidad de estudio independiente.

“Es una locura”, manifestó. “Es sorprendente lo que dicen los adultos. Sus acciones hablan por sí mismas”.

Nuriel mencionó que ella también se ha fortalecido contra las críticas. Ella y otros organizadores estudiantiles, que protestaron por lo que consideraron medidas de seguridad escolar débiles y desiguales, han sido acusados de ser “actores pagados” por adultos que niegan la existencia del coronavirus.

“Cuando creces con el Internet, aprendes a evitar mucho de eso”, comentó Nuriel, “o aprendes a presionar ese botón de bloquear, a presionar ese botón de reportar”. A lo largo de sus años de preparatoria, Nuriel se unió a otros estudiantes para abogar por causas relacionadas con la escuela, incluida la desfinanciación de la policía escolar y políticas más estrictas sobre el acoso sexual.

Las pruebas de coronavirus y los cubrebocas mejorados han estado disponibles para los estudiantes de Oakland Technical High School, pero no en todas las escuelas del distrito. Entonces, cuando escuchó que los alumnos y los docentes se estaban organizando para aumentar el acceso para todos los estudiantes, se unió a la causa.

A principios de enero, después de que los docentes del distrito participaran en un período en el que se tomaron días de licencia por enfermedad injustificadamente, como una forma de protesta grupal por problemas similares, lo que provocó el cierre de algunas escuelas, los estudiantes de MetWest High School iniciaron una petición para exigir cubrebocas mejorados, áreas de almuerzo al aire libre más amplias y pruebas semanales obligatorias. Nuriel agregó su nombre a la petición y se involucró.

La petición llamó la atención nacional. El Distrito Escolar Unificado de Oakland respondió, distribuyendo cubrebocas KN95 a los alumnos, algo que los funcionarios habían planeado hacer antes de que circulara la petición, y está en proceso de expandir el espacio al aire libre, informó John Sasaki, portavoz del distrito.

Durante la pandemia, un número creciente de familias ha optado por educar a sus hijos en casa, con un aumento especialmente grande del número de negros que educan en casa.

Un viernes reciente, Nuriel asumió el papel de moderadora durante una llamada de Zoom organizada por estudiantes, invitando a alumnos y docentes a compartir sus experiencias sobre estar de vuelta en clase, muchas con una asistencia media, y preocupaciones sobre infectarse y llevar el virus a casa, con sus familias.

Se anunció un boicot estudiantil en todo el distrito para el 18 de enero, pero no se sabe cuántos estudiantes participaron, ya que las tasas de ausentismo han sido altas. Nuriel ya se había quedado en casa durante las licencias de los docentes y decidió asistir a clases.

El martes, el distrito anunció un acuerdo tentativo con la Asociación de Educación de Oakland, el sindicato de docentes. El acuerdo incluye brindar a los estudiantes y al personal acceso a pruebas semanales de COVID en todas las escuelas, proporcionar pruebas de referencia para todos los estudiantes y el personal cuando regresen de las vacaciones de primavera y continuar brindando acceso a cubrebocas KN95 para todos. Como resultado, los alumnos detuvieron su boicot.

Nuriel indicó que ella y otros estudiantes se sintieron fortalecidos por sus contribuciones.

“Por lo general, soy una persona bastante pesimista, pero me siento optimista para el futuro si nosotros, como adolescentes, estamos haciendo esto, si nosotros, como estudiantes de preparatoria, estamos asumiendo este trabajo. Obviamente, esto les muestra a muchos adultos que algo tiene que pasar”, señaló Nuriel.

Michael reconoció que el Distrito Escolar Unificado de Redondo Beach no ha cedido ante sus solicitudes. Aun así, siente que su defensa ha sido efectiva de alguna manera, y se ha sentado con el superintendente y el presidente de la junta escolar para expresar sus preocupaciones. Esta vez estaban escuchando a los alumnos, subrayó.

“Siento que hemos tenido éxito en iniciar la conversación”, concluyó Michael.

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